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La oposición turca prepara una campaña anti-Erdogan dominada por la represión
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el presidente podrá gobernar hasta 2029

La oposición turca prepara una campaña anti-Erdogan dominada por la represión

"Esta reforma constitucional supone la institución legal de una dictadura", dicen en un sede del HDP. La oposición turca prepara una campaña discreta para el referéndum de abril

Foto: Una manifestante se encara con la policía durante el Día Internacional de la Mujer, en Estambul (Reuters).
Una manifestante se encara con la policía durante el Día Internacional de la Mujer, en Estambul (Reuters).

“Sabemos que intentarán intimidarnos, pero no queremos hacer una campaña clandestina. (…) Queremos que la gente entienda que esta reforma constitucional supone la institución legal de una dictadura. Es el fin de la democracia en Turquía”. Ayşe Berktay, miembro de la asamblea del partido pro kurdo HDP (Partido Democrático de los Pueblos), prepara junto a otros compañeros el plan de acción en favor del NO en el referendum. La consulta para instaurar una presidencia con poderes ejecutivos está programada para abril. Las mesas de esta sala, en una de las sedes del partido en Estambul, permanecen vacías. “Están todos en prisión”, afirma a El Confidencial Berktay, cuyos compañeros fueron detenidos durante la operación policial contra el HDP tras el atentado en el estadio del Club Beşiktaş.

La consulta sobre la reforma constitucional de Erdogan no se celebra en el ambiente propio para una votación democrática. El estado de emergencia proclamado tras el golpe fallido permite al Gobierno prohibir y disolver marchas y protestas. Así pues, los partidos de la oposición, CHP y HDP, que ha sufrido cientos de detenciones y tienen a once diputados en prisión, planean una campaña anónima y discreta que evite manifestaciones y grandes concentraciones. “Estamos creando nuevos modos de motivar a la gente para esquivar las restricciones. Queremos hacer encuentros de `uno en uno´, ir casa por casa, barrio por barrio”, explica Berktay, “haremos reuniones con los vecinos, llamadas de teléfono y reparto de panfletos”. “ Esta va a ser una campaña muy imaginativa”.

El presidente podrá decidir el presupuesto, nombrar a casi la mitad de los miembros de la Corte Suprema o emitir decretos sin aprobación parlamentaria

Las primeras muestras de apoyo al NO surgieron en las redes sociales. Imágenes, vídeos y hashtags que promueven el #HAYIR (NO) a la reforma constitucional. “No a un régimen unipersonal”, “la soberanía de un pueblo no puede estar en las manos de una sola persona”, son algunos de los eslóganes. “Apoyo una Turquía liberal”, ha escrito en twitter la actriz Meltem Cumbul. Los vídeos de discursos ciudadanos o de gente con carteles del NO se han hecho virales. Pero Internet tampoco es terreno donde las palabras quedan impunes. En los últimos 6 meses de 2016, el Ministerio de Interior turco confirmó 1.656 detenciones por insultos a cargos oficiales o el apoyo a grupos terroristas en las redes sociales.

La “super presidencia ejecutiva” de Erdogan

El paquete de 18 enmiendas aprobado en el parlamento, que será sometido en abril a la consulta popular, pretende transformar el sistema parlamentario en uno presidencialista. Erdogan consolidaría así la mayor parte del poder ejecutivo, legislativo y judicial. Entre otras reformas, la oficina del primer ministro será eliminada y las funciones serán asumidas por el presidente, que podrá escoger a los ministros, decidir el presupuesto, nombrar a casi la mitad de los miembros de la Corte Suprema, proclamar el estado de excepción, o emitir decretos sin aprobación parlamentaria. Además, Erdoğan mantendrá su puesto como líder del partido en el poder, el AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo). Será al mismo tiempo el jefe del gobierno y del estado, por lo que ejercerá los tres cargos más relevantes del país.

“El presidente será más poderoso que el actual primer ministro”, afirma a este diario el profesor de derecho de la Universidad de Ankara Hüseyin Levent Köker y miembro del comité que preparó el borrador constitucional de 2007. “Las enmiendas no establecen ningún mecanismo de control sobre los decretos presidenciales, sino que las propuestas de ley del parlamento dependen de la aprobación presidencial. Esto deja al presidente un área discrecional de legislación primaria extremadamente amplia y no controlada”. También el presidente permanecerá, en la práctica, inmune ante la ley. El parlamento necesitará 3/5 de la asamblea para aprobar una investigación (330 diputados), pero el AKP cuenta con casi esa misma proporción.

El AKP, que inició su propuesta presidencialista en el año 2011, mantiene que la reforma logrará un país más estable y fuerte, después de meses de atentados, insurrección kurda y crisis económica. Sin embargo, el profesor Levent cree que la instauración de un sistema “más autoritario y centralizado” desatará más inestabilidad. “La solución a los problemas políticos de Turquía, el más grave es la cuestión kurda, no se pueden resolver sin una mayor democratización que requiere la descentralización de los aparatos del estado y la institucionalización de la multiculturalidad en el espacio político y público. En lugar de resolver los problemas, estas enmiendas van a aumentarlos”.

La oposición se une por el NO

Nadie se atreve a protestar en las calles, nadie se atreve a decir las cosas claras, nadie se atreve a decir nada en contra del Gobierno”, critica Oztürk Yilmaz, el encargado de las relaciones externas del principal partido de la oposición, CHP (Partido Republicano del Pueblo). “No puede haber una campaña libre y democrática mientras el referendum se celebre en el estado de emergencia”, insiste a este diario, “no tenemos mecanismos ni siquiera para verificar el recuento de votos”. A pesar del clima restrictivo, Yilmaz asegura que van a lanzar una campaña para convencer a votantes del AKP y del MHP (El Partido del Movimiento Nacionalista, en coalición con el AKP), “vamos a contarles la verdad” a través de “los limitados canales de información que tenemos”, “recordemos que el Gobierno controla cerca del 90% de los medios”.

Incluso, el órgano central del CHP asegura que están organizando marchas para distintas ciudades. “Existe el riesgo de terminar entre rejas pero esta es una guerra democrática que tenemos que librar”, “esto no son unas elecciones comunes, es mucho más que eso. Esta es la decisión del futuro de un país”, recuerda Yilmaz, que reconoce que nadie tiene claro el límite legal de lanzar una campaña en este régimen de excepción por lo que se servirán de combinaciones para evitar una futura acusación. “Otra de las técnicas que vamos a usar es prescindir de la bandera del partido y utilizar la bandera de Turquía.(…) No vamos a salir a pedir el NO como CHP, sino que nos juntaremos con otras formaciones”.

“Mujeres que dicen NO”

“Hayır Diyen Kadınlar” (mujeres que dicen NO) es otra de las fórmulas que han creado grupos de feministas, defensoras de los derechos LGBT, socialistas y mujeres kurdas para lanzar una campaña conjunta contra la reforma. En ella, participan miembros del partido CHP, y también del HDP, así como activistas e intelectuales. La semana pasada, la popular escritora Elif Shafak apoyó su hashtag (#HayirDiyemKadinlar) en twitter. El pasado sábado convocaron su primer día de campaña, con la lectura de un manifesto. Pero en lugar de exponer sus ideas en la calle, lo hicieron en el piso sótano de un céntrico hotel.

“No sé si esto que hacemos es legal o ilegal”, dice a El Confidencial Damla, una activista feminista que ha diseñado la campaña, los carteles, las chapas y los panfletos. “No estamos aquí como un partido, por eso creo que no corremos ningún riesgo…”. La mitad de la sala la ocupan mujeres kurdas del HDP y Damla reconoce que siente miedo porque “la policía puede venir aquí y relacionarme con ellas”. Aún así, dice que está dispuesta a correr el riesgo y gritar “aunque sea en silencio” contra un gobierno que, entre otros propósitos, “quiere eliminar la presencia pública de la mujer”. “Desde que se proclamó el estado de emergencia, ha aumentado la violencia contra la mujer y la impunidad contra los crímenes machistas. Tenemos que parar esto”.

“Sabemos que intentarán intimidarnos, pero no queremos hacer una campaña clandestina. (…) Queremos que la gente entienda que esta reforma constitucional supone la institución legal de una dictadura. Es el fin de la democracia en Turquía”. Ayşe Berktay, miembro de la asamblea del partido pro kurdo HDP (Partido Democrático de los Pueblos), prepara junto a otros compañeros el plan de acción en favor del NO en el referendum. La consulta para instaurar una presidencia con poderes ejecutivos está programada para abril. Las mesas de esta sala, en una de las sedes del partido en Estambul, permanecen vacías. “Están todos en prisión”, afirma a El Confidencial Berktay, cuyos compañeros fueron detenidos durante la operación policial contra el HDP tras el atentado en el estadio del Club Beşiktaş.

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