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La primera guerra de Trump es contra la prensa: "Tendréis que rendir cuentas"
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su primer día como presidente, PARA atacar a los medios

La primera guerra de Trump es contra la prensa: "Tendréis que rendir cuentas"

La nueva Administración Trump ha establecido como prioridad el cuestionamiento público de los medios de comunicación en sus primeras horas en el poder

Foto: El presidente Trump, en la sede de la CIA, ante el muro de mármol que recuerda a los agentes caídos en acto de servicio. (EFE)
El presidente Trump, en la sede de la CIA, ante el muro de mármol que recuerda a los agentes caídos en acto de servicio. (EFE)

En su primer día como presidente de Estados Unidos, Donald Trump quiso enfatizar la que parece ser su prioridad nada más acceder al cargo: enfrentarse con la prensa. Su mala relación con los medios fue uno de los ejes de su campaña, y por el momento no hay dudas de que, al menos en este campo, el Trump presidente es igual que el Trump candidato.

Su primera comparecencia pública como presidente tuvo lugar en la sede de la CIA, frente al muro que recuerda a todos los agentes muertos en acto de servicio. Trump explicó de esta manera a los asistentes la razón por la que estaba allí:

"Este es el primer lugar al que he venido como presidente porque, como sabéis, tengo una guerra en marcha con los medios. Los periodistas están entre los seres humanos más deshonestos del planeta, y de alguna manera hicieron creer que yo tenía un enfrentamiento con los servicios de inteligencia, cuando es exactamente al contrario. No hay nadie que sienta mayor aprecio por los servicios de inteligencia que Donald Trump. Nadie".

Hace escasamente dos semanas, el presidente electo aseguró que no creía a los servicios de inteligencia cuando afirmaban que el 'hackeo' a los ordenadores de Clinton había sido obra de Rusia. "Esta es la misma gente que decía que Sadam tenía armas de destrucción masiva, eso fue un desastre y se equivocaron", dijo refiriéndose a la CIA.

Pocos días después, Trump tuiteó que "las agencias de inteligencia no deberían haber permitido que estas noticias falsas [el supuesto informe sobre sus relaciones con Rusia] se filtraran al público. Una última bala contra mí. ¿Vivimos en la Alemania nazi?".

Después de culpar a los medios por su supuesta mala relación con la CIA, Trump se mostró indignado por las fotografías aéreas que comparan su investidura con la primera de Barack Obama:

"Ayer en el discurso... aquello estaba lleno de gente. Y me levanto esta mañana, pongo la tele y enseñan como si estuviese vacío. Y yo me digo: 'Yo estuve allí, parecía que había un millón o millón y medio de personas'. Y hacen ver que no había nadie. Es mentira. Les hemos pillado y van a pagar un precio por ello".

Se trata de una comparativa que ha sido publicada en toda la prensa internacional, ya que son fotos de agencias desde el mismo lugar, en las que resulta fácil verificar la hora a la que fueron tomadas. En cualquier caso, no es extraño que la investidura de Trump tuviera menos asistentes que la primera de Barack Obama: Washington DC es un incontestable feudo demócrata, donde el voto a Hillary Clinton superó el 90% en las pasadas elecciones de noviembre (el nuevo presidente apenas alcanzó el 4%). Y en cualquier caso, una multitud de cientos de miles de personas vista desde el escenario es impresionante.


Trump también quiso mencionar sus impresiones sobre cómo pudo afectar la meteorología a su ceremonia de investidura: "Estaba a punto de llover, pero Dios pensó 'No voy a dejar que llueva en tu discurso'. Cuando salí, me cayeron un par de gotas y lo lamenté, pero enseguida paró. Durante un rato hizo mucho sol. Y cuando terminé y me fui, se puso a diluviar".

A la hora de referirse a la cobertura mediática de sus primeras horas como presidente, Trump y su entorno han hecho especial hincapié en un episodio concreto: un reportero de la revista 'Time' publicó que el busto de Martin Luther King había sido retirado del Despacho Oval cuando no ha sido así. La información fue corregida minutos después, y el periodista se disculpó en repetidas ocasiones porque, según explicó, estaba buscando diferencias en la decoración (como el cambio de cortinas rojas por cortinas doradas) y no conseguía encontrar el busto. Aparentemente, no pudo verlo porque lo tapaban las cámaras. Trump dedicó varias frases de su comparecencia en la CIA a atacar al reportero de 'Time' (al que llamaba por su nombre de pila), aunque por medio divagó recordando todas las veces en las que él mismo ha salido en la portada de la revista, comparándose con estrellas del fútbol americano.

Tensa comparecencia en la Casa Blanca

Unos minutos después, el nuevo portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, aparecía en su primera convocatoria de medios. Spicer apenas informó de pasada de las actividades de la nueva Administración, y compareció casi exclusivamente para 'leer la cartilla' a los periodistas.

"Antes de abordar los asuntos del día, me gustaría discutir la cobertura de las últimas 24 horas. (...) Muchos medios publicaron mentiras deliberadamente para minimizar el enorme apoyo en el National Mall. (...) Fue la mayor audiencia que nunca haya presenciado una investidura. Punto. Estos intentos de minimizar el entusiasmo de la gente son vergonzosos".

Tras describir la visita de Trump a la CIA, mostró su disgusto por el "bloqueo" de los senadores demócratas al nombramiento de Mike Pompeo como nuevo jefe de la agencia. "De eso es de lo que tendríais que estar escribiendo en lugar de fomentar la división. La falta de honestidad de los medios está haciendo mucho más difícil la tarea de unir al país".

Spicer, visiblemente nervioso, quiso dejar claro el objetivo de sus palabras: "Se ha hablado mucho de la responsabilidad de los medios para hacer que Donald Trump rinda cuentas de sus palabras y sus acciones. Pues yo estoy aquí para deciros que funciona en ambas direcciones: nosotros también vamos a haceros rendir cuentas", concluyó antes de retirarse sin aceptar preguntas de los periodistas convocados.

En su primer día como presidente de Estados Unidos, Donald Trump quiso enfatizar la que parece ser su prioridad nada más acceder al cargo: enfrentarse con la prensa. Su mala relación con los medios fue uno de los ejes de su campaña, y por el momento no hay dudas de que, al menos en este campo, el Trump presidente es igual que el Trump candidato.

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