Los enemigos de Erdogan están aquí: las redes de Fethullah Gülen en España

"No es una organización de la que sepas que eres parte". Así caracteriza Temirjón Temirzoda Naziri, miembro de la cofradía de Fethullah Gülen en España, al colectivo que representa y que es conocido como 'movimiento Gülen', o, como lo denominan sus miembros, Hizmet ("Servicio"). Asegura que no hay puertas ni ventanas por donde salir o entrar, lo que hace que participar o ser parte de él sea "un instante". El gülenista autodeclarado habla del grupo cuyo líder fue acusado por el presidente, Tayyip Erdogan, de ser responsable del intento de golpe de estado que tuvo lugar hace dos meses en Turquía.

Para muchos musulmanes -y no musulmanes – esta comunidad islámica es un claro ejemplo a seguir: entre otras cosas, promueve el diálogo interreligioso y denuncia que se haga terrorismo en nombre del islam. Su impulsor es un predicador musulmán que durante mucho tiempo algunos consideran "mentor" de Erdogan, dada la alianza entre ambos, que duró hasta el otoño de 2013. Desde que el actual presidente de Turquía acusó al teólogo de encabezar investigaciones por corrupción que afectaron al Ejecutivo, el enfrentamiento entre ambos es a muerte.

A pesar de las opiniones más favorables, son también muchos los que definen a esta cofradía como una secta y los que la relacionan con supuestos homólogos católicos. "Hizmet es totalmente clavado al Opus Dei como estructura organizativa", señala a El Confidencial Imanol Ortega, investigador especializado en Turquía.

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Hoy – y desde hace tiempo – los tentáculos de la 'cofradía Hizmet' llegan a España en forma de medios de comunicación, academias e instituciones. Respecto a estas últimas, como Arco Forum o Casa Turca, sus responsables reconocen abiertamente la conexión con Hizmet. Nunca lo han negado. En el caso de los medios de comunicación, el reconocimiento no es público ni visible, salvo excepciones. Diario Turco, Punto de Vista y la revista Cascada son algunas de las publicaciones gülenistas que, al menos hasta hace unos meses, han funcionado en España.

De todas ellas, solo el director de la última lo hace público. Esta revista trimestral se define como un medio de "pensamiento científico y espiritual" editado por el estambulí Mehmet Siginir, y con especial difusión en América Latina. Hasta principios de este año, cuando dejó de publicarse, podía obtenerse en la propia Casa Turca de Madrid.

Según explica el propio Siginir, este medio pertenecía al grupo de editoriales Kaynak que el Gobierno turco confiscó justo después del intento de golpe de estado. Cascada, por tanto, desapareció "junto a otros cientos tantos de medios de comunicación, por el decreto del gabinete publicado en el Boletín Oficial".

Gülen, el maestro espiritual

Entre sus páginas, y después del editorial, el artículo principal suele firmarlo el propio Fethullah Gülen con títulos como 'El caos y el mundo místico de la fe', 'Dignificar la humanidad', 'De la belleza del amor divino' o 'Un movimiento que origina sus propios modelos'. Los artículos que le preceden son una mezcla de información religiosa y científica bien maquetados y sin anuncios publicitarios: 'La verdad sobre la reencarnación', '¿Pueden las plantas hablar?', '¿Gira la Tierra porque sí?', '¿Por qué las mujeres recuerdan mejor las cosas?', 'Entrevista con los dos lóbulos cerebrales', entre otros.

Los periódicos digitales Diario Turco y Punto de Vista, aunque en un principio parecen no tener relación entre sí, presentan características comunes. Ambas tienen un aspecto poco cuidado, lo que las diferencia de otros diarios más relevantes y con mayor difusión. Además, firman sus artículos con 'DT' o 'PV' en cada caso, excepto unos pocos (especialmente los de opinión). En sus respectivas cuentas de Twitter se aprecian seguidores falsos. Punto de Vista cuenta con 6.997, mientras que Diario Turco tiene la desorbitada cifra de 49,3 K.

Respecto a su contenido, ambos incluyen un alto porcentaje de artículos sobre Turquía y un enfoque de oposición. A pesar de que, aparentemente, no existe conexión entre ambas webs (en ninguna de ellas se especifica ese enlace), un tuit publicado el pasado 5 de agosto por Diario Turco lo pone en evidencia: "Os ofrecemos un enlace de nuestra web Punto de Vista, hasta que resolvamos problemas con Diario Turco [...]", decía.

Sobre quién está detrás del contenido y de ambos medios, ni rastro. Solo en algunos artículos aparece el nombre de Javier López, con el que este medio intentó contactar sin resultado. La pestaña 'contacto' del periódico proporciona un email general que nunca da respuesta.

No obstante, el propio López explicaba en 2015 a un periodista español que Punto de Vista estaba suscrita a Europa Press, traducía artículos de la agencia turca Cihan y Today's Zaman, el principal diario gülenista de Turquía, e incorporaba de vez en cuando algún artículo de análisis propio. También decía que estaba centrada mayoritariamente en Turquía y en el Mediterráneo, aunque tenía la intención de hablar sobre países como Líbano, Siria, Irak o Egipto. "Somos muy pocos. Uno de los fundadores es Atacan Cuma, corresponsal de Cihan aquí, en Madrid", aseguraba. De su vinculación con los diarios de España, ni rastro en internet.

Cuma, contactado por El Confidencial, indica que se ha desvinculado de los diarios electrónicos y de la agencia Cihan, cerrada tras el golpe. Dicha agencia pertenecía, como el diario Zaman (confiscado por el Gobierno turco en marzo de este año), a la empresa Feza, conocida por su vinculación con el movimiento. Cuma asegura que no es seguidor del Hizmet. Además, afirma que ya no es periodista. Aunque en principio prefiere no pronunciarse sobre esta experiencia por haber cambiado su situación profesional, después acepta contar la historia de ambos medios.

"Faltaba un medio en español sobre Turquía"

Cuma relata que fue en 2011 cuando él y otro compañero de máster - que no especifica - decidieron crear Punto de Vista. "Él había hecho webs en Turquía, antes de llegar a España. Yo, como periodista, colaboraba con la agencia turca Cihan. Pensábamos que faltaba un medio en español que informara sobre Turquía y Oriente Medio", explica. Dice que durante los primeros años no pudieron generar el tráfico deseado. Además, como la web era especialmente de opinión y análisis, decidieron cambiar el formato y el nombre y crearon Diario Turco para cubrir noticias diarias y enfocarlas especialmente en Turquía.

Añade que hace un año convenció a un empresario turco para que apoyara el diario y publicara publicidad de su empresa en la web. Después del intento de golpe de estado en Turquía dicho empresario ha retirado su apoyo "por temor al gobierno turco". Según Cuma, le pidió retirar la publicidad de la página debido a las críticas contra el gobierno de Erdogan que estas recogen. "Yo no podía callarme cuando los medios de comunicación fueron intervenidos y mis colegas detenidos", determina. Como, después de lo sucedido, no encontró otro apoyo financiero, explica que hace casi dos meses tuvo que dejar las webs y encontrar otro trabajo.

Sin embargo, ambos medios han seguido publicando, aunque las últimas actualizaciones de Diario Turco son del 19 de agosto. Sus cuentas de Twitter continúan activas, aunque el de Diario Turco publicó por última vez el 24 de agosto.

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Cuma no llega a afirmar que Diario Turco ni Punto de Vista sean gülenistas, y afirma que el contenido, incluso el vinculado al movimiento -como un artículo de opinión de finales de 2015 firmado por Savas Genç, profesor de la Universidad Fatih, calificado por la prensa turca como el 'cerebro de los gülenistas'-, no eran sino traducciones de medios turcos en inglés. Medios como Today's Zaman o el semanario Aksiyon son gülenistas, pero otros, como Hürriyet Daily News o The Turkish Sun, de los que también se traducían artículos, no lo son.

El Confidencial ha sabido que, como afirmaba el propio López hace más de un año, "Punto de Vista forma parte de Vision Lingua S.L.". El letrero de dicha academia también puede verse a la entrada de la actual sede de Casa Turca, cerca del Estadio Santiago Bernabéu. Un cartel de Punto de Vista también podía apreciarse hace algunos meses en la sede que la misma institución tenía en el Paseo de la Castellana, durante una conferencia en la que participó el exiliado periodista Karim Balci.

El centro es una academia de idiomas con la que Casa Turca, en palabras de Temirzoda Naziri, colabora hoy en día, y a la que actualmente alquila su reciente oficina. Hay que tener en cuenta que el sector empresarial gülenista en Turquía – y en el extranjero – siempre ha sido el de las academias privadas. Es más, el cierre de las academias gülenistas en 2013 provocó la guerra abierta entre Gülen y Erdogan.

"Todo pertenece al mismo grupo"

Por su parte, Marc Saurina, investigador y profesor asociado de la UC3M, opina que "Casa Turca y Diario Turco es lo mismo". También lo hace Fernando Moragón, director del Observatorio Hispano-Ruso de Euroasia', quien mantiene una estrecha relación con ambas instituciones – con quien ha participado en diversas actividades. Detalla a este medio que "todo pertenece al mismo grupo, cada uno se encarga de una tarea". Sin embargo, la asociación niega estar detrás de los medios de comunicación.

"En España hay muchas iniciativas y proyectos en los que Casa Turca está detrás. Ha ido haciendo proyectos con otros nombres, pero todo está dirigido y controlado por un grupo pequeño de personas", determina Saurina. De hecho, más allá de la sede madrileña, existen otros dos centros registrados con el mismo nombre en Barcelona y Alicante.

Temirzoda asegura que son asociaciones independientes, relativamente jóvenes, y registradas en sus comunidades respectivas y con las que el centro de Madrid mantiene convenios. "Colaboramos en las cosas en las que podemos echarles una mano", asegura. También señala que ciertos colectivos han intentado abrir centros con el mismo nombre en otras ciudades españolas pero el tayiko se ha negado a que tengan "su" marca. Cuando le preguntamos por proyectos gülenistas en España, también las nombra.

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Mayoritariamente vinculadas a Turquía, puede resultar extraño que existan instituciones de la cofradía Hizmet en España, pero no lo es. Saurina explica que el caso español es minoritario en comparación con otros países, como Estados Unidos. Sin embargo, el movimiento se ha ido asentando "donde hay grupos importantes de musulmanes". Ortega añade que el colectivo siempre ha intentado diferenciar su islam del islam árabe.

Por lo general tiene la intención de difundir la cultura turca, en este caso, entre españoles. "Yo fundé Arco Forum con otros amigos para dar a conocer los pensamientos de Fethullah Gülen a nivel intelectual", confiesa Temirzoda. Cree que con este tipo de instituciones es posible combatir la ignorancia y "reeducar" a los musulmanes. Explica que Casa Turca fue fundada por matrimonios mixtos como una institución que "pretendía tender puentes entre España y Turquía".

Temirzoda señala que la mayoría de las instituciones que tienen algo que ver con la cultura turca fuera del país, aparte de las embajadas, "son afines al movimiento porque tienen esa visión de apertura". A pesar de esto, no hay ningún documento que certifique o atestigue que es una casa con relación directa con el movimiento.

Turcos y centroasiáticos

A pesar de ello, muchos de los que están vinculados a estas instituciones no son turcos. Suelen proceder mayoritariamente de regiones de Asia Central, donde la cofradía tiene gran implantación de escuelas privadas y donde se aprecia bien el concepto de lealtad: se ayuda a que alguien pueda estudiar y consiga ciertos puestos de poder. Quienes lo hacen, luego, contribuyen económicamente a la causa.

"Son turkmenos, kazajos y pertenecientes a repúblicas túrquicas", dice Saurina. Añade que hablan lenguas turcas, las aprenden con mucha facilidad y tienen un vínculo tanto cultural como lingüístico con el país. Sin embargo, "son turcos quienes ocupan puestos altos de poder vinculados directamente con Gülen, como puede verse en las purgas", explica Ortega.

Cuma defiende la existencia de sus medios como una forma de informar, en español, sobre Turquía y Oriente Medio. "Hay muchos en inglés, pero ninguno independiente en español", explica. Añade que los diarios españoles están en crisis y no tienen corresponsales fijos en esos lugares, por lo que prefieren trabajar con freelancers. Eso hace que algunos periodistas (locales) tengan "miedo" de informar sobre los abusos del gobierno turco "y a veces escriben como el boletín del estado". Su justificación, sin embargo, tiene poco sentido cuando la mayor parte de sus informaciones publicadas en Punto de Vista y Diario Turco provienen de agencias españolas.

En relación a las demás instituciones de Hizmet en territorio español, investigadores como Ortega señalan que en nuestro país no existe ningún centro académico vinculado a Turquía, a diferencia de otros países europeos, lo que justifica o ayuda a la existencia de los centros de Gülen. "Es el precio a pagar". Saurina añade que para este tipo de movimientos cualquier actividad o difusión "es importante sea a la escala que sea", sobre todo por la persecución que este tipo de grupos ha sufrido a lo largo de su historia. "Ellos intentan defender su postura y cualquier tipo de actividad cultural puede ser de provecho", añade.

De lo que no cabe duda es de que el intento de golpe de estado ha traído sus consecuencias hasta aquí. Incluso bastante antes de la asonada, el grupo Gülen había sido declarado como terrorista, por lo que cualquier persona de nacionalidad turca que pudiera estar vinculada con el podía ser imputada. El acontecimiento del 15 de julio ha hecho que sus seguidores en España se hayan visto afectados, primero, "a nivel moral", dice Temirzoda.

"He oído decir que las instituciones que quieran colaborar con otras turcas en el extranjero deberán consultar con sus embajadas, por si tienen algo que ver con el movimiento", dice. La situación también afectará , por ejemplo, a los alumnos turcos que vengan de Erasmus a España o con alguna beca universitaria y quieran colaborar con instituciones como Casa Turca. De hecho, Diario Turco aseguraba vía Twitter haber recibido ciberataques tras los sucesos.

Ante estas circunstancias, investigadores españoles independientes han preferido no dar declaraciones para evitar causar problemas a los seguidores del movimiento. Sus propios medios oponen resistencia a hablar de un trabajo que vienen realizando desde hace años.