Una simple acción puede cambiar nuestras vidas. Así le ha ocurrido a Raúl Muñoz, un chileno octogenario que en una tarde de compras se convirtió en héroe. A sus 84 años, su instinto le llevó a frenar la huida de un ladrón que segundos antes había intentado robar en una joyería.
"Iba justo pasando frente a mí y ahí le tiré la patada, y yo de repente desaparecí del mundo porque no sabía que es lo que me había pasado", recuerda Rául. Y es que su acción le costó una fuerte caída que le dejó inconsciente durante unos minutos.
Mientras, su mujer le recriminaba de manera desesperada su valiente acción. "No me habló durante unas cuatro horas", dice. Finalmente, otro dependiente del centro comercial consiguió frenar al ladrón en su carrera, frenada por el valiente octogenario.
Se trataba de un menor de edad que junto a su madre y a un tercer sujeto desconocido habían intentado perpetrar un robo en la joyería. El menor y la madre fueron detenidos. Del tercer 'caco' no se tienen pistas.
Una simple acción puede cambiar nuestras vidas. Así le ha ocurrido a Raúl Muñoz, un chileno octogenario que en una tarde de compras se convirtió en héroe. A sus 84 años, su instinto le llevó a frenar la huida de un ladrón que segundos antes había intentado robar en una joyería.
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