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Italia sufre tres fuertes terremotos en pocas horas: "Nuestro pueblo ya no existe"
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así se sintió el seísmo en roma

Italia sufre tres fuertes terremotos en pocas horas: "Nuestro pueblo ya no existe"

Tres nuevos terremotos sacuden el centro de Italia, dos meses después del seísmo que dejó 297 muertos también en esta zona, despertando de nuevo el miedo entre la población

Foto: Servicios de rescate junto a toneladas de escombros en la villa Sant'Antonio, cerca a Visso (Italia).
Servicios de rescate junto a toneladas de escombros en la villa Sant'Antonio, cerca a Visso (Italia).

De repente, la lámpara se mueve. Una y otra vez, en círculos, girando sobre sí misma. Son poco más de las siete de la tarde. Fuera se escucha a gente hablando en voz alta. Varias personas están en mitad de la calle, manteniéndose lejos de los edificios. No hay movimiento de automóviles. “¿Qué está pasando?”, preguntan. “Es un terremoto, un terremoto… ¡De nuevo!”, responde una mujer. En la televisión, una presentadora, con un tono que roza el histerismo, dice: “No sé qué hacer. Si seguir con el programa o irme”.

Tres nuevos terremotos de magnitud 5,4, 5,9 y 4,6 sacudieron este miércoles el centro de Italia, dos meses después del seísmo que dejó 297 muertos también en esta zona, despertando de nuevo el miedo entre la población. Según las autoridades sismológicas italianas, esta actividad sísmica está ligada al terremoto del pasado 24 de agosto. Una segunda y fuerte sacudida se percibió en la capital italiana en torno a las 21:18 de la noche, hora española, al igual que en Florencia, Pisa, Siena, Venecia y otras ciudades, horas después del primer terremoto. Poco antes de la medianoche se produjo la tercera.

El ministro del Interior, Angelino Alfano, aseguraba anoche que no se tenía conocimiento de que se hubieran producido víctimas mortales, aunque hoy se ha confirmado que sí falleció una persona debido a un ataque al corazón. Protección Civil de Italia ha verificado que ha habido 9 heridos. Además, entre dos mil y tres mil personas han visto destruidas sus viviendas, que se suman a los damnificados de los seísmos anteriores.

Antes que empezara a difundirse la noticia de que Italia había sido golpeada otra vez por un fuerte seísmo, era una noche normal en Roma. Tuvieron que pasar algunos largos minutos antes de que la gente entendiese qué estaba ocurriendo, dónde se encontraba el epicentro, si había muertos, heridos... nuevos desplazados. Cuando luego se supo, se temió lo peor. Si en Roma los bomberos alertaban de algunos edificios evacuados por grietas producidas por el seísmo, desde los burgos de los Apeninos centrales cercanos al epicentro —como Castelsantangelo sul Nera, en Las Marcas—, los alcaldes describían un escenario funesto. “No sé qué decir. Estamos todos fuera, en la plaza central. Llueve y no hay electricidad”, decía un entristecido Mauro Falcucci, el alcalde de Castelsantangelo, en una conversación telefónica con el canal de noticias Sky.

Cuando a las 21:18 la lámpara se movió de nuevo, con mayor intensidad, la televisión transmitía escenas de edificios que se desplomaban sobre sí mismos, entre grandes polvaredas. En Roma había miedo. El Ministerio de Exteriores de Italia, el edificio conocido como la Farnesina, era evacuado. La sede de la región de Lacio también era desalojada por precaución.

En los Apeninos, la gente ya no quiere volver a entrar en sus casas, prefieren dormir en sus automóviles. Anoche caía una lluvia fuerte, no había electricidad y se producían cortes en las líneas telefónicas. Los socorristas empezaban a hurgar en la oscuridad.

El epicentro del primer seísmo se situó en Castelsantangelo sul Nera, una localidad de 318 habitantes en la provincia de Macerata. El segundo, muy cerca de allí, en Ussita (441 habitantes). Por ahora, las tres localidades más afectadas son Visso (1.200 habitantes), Preci (752 habitantes) y Ussita. En Visso había personas bajo los escombros, según el diario 'Corriere della Sera'. En Castelsantangelo saltaron las líneas eléctricas, dejando el área sin electricidad. Ejemplo de la destrucción era un vídeo de Ussita que compartió un usuario de Facebook de la iglesia de Norcia Madonna delle Grazie.

"Nuestro pueblo ya no existe", declaró el alcalde, Marco Rinali. “La última [replica] ha sido la peor que he vivido en mi vida. Es una situación apocalíptica”, dijo. En las redes sociales y a través de los medios de comunicación, se impartían instrucciones, similares a las que se escucharon en agosto. “Resguardarse bajo las mesas, no usen las escaleras, mantengan la calma; si están en el exterior, estén lejos de los edificios”. Mientras, algunos usuarios comenzaron a colgar vídeos e imágenes mostrando cómo se han sentido ambas sacudidas.

Italia se encuentra asentada en una zona de encuentro entre dos placas tectónicas, concretamente, la placa euroasiática —así como una subplaca llamada adriática— y la africana, la cual empuja el país hacia los Balcanes. Algo que, a su vez, está provocando, además de los terremotos que se han producido en el territorio, un efecto en el mar Adriático de dos milímetros al año, según los expertos. Las localidades de los Apeninos centrales donde se originó el nuevo terremoto están pobladas por burgos medievales, con edificios muy antiguos. Ahí está el origen de la fragilidad de la zona. “Ayúdenos. La montaña se mueve y estamos atrapados”, decía ayer, bajo una lluvia ya torrencial, el vicealcalde de Acquasanta, Gigi Capriotti.

La lámpara, en Roma, se movía de nuevo, mientras se anunciaba una noche larga, muy larga. Más réplicas, aunque de menor intensidad, se esperaban.

De repente, la lámpara se mueve. Una y otra vez, en círculos, girando sobre sí misma. Son poco más de las siete de la tarde. Fuera se escucha a gente hablando en voz alta. Varias personas están en mitad de la calle, manteniéndose lejos de los edificios. No hay movimiento de automóviles. “¿Qué está pasando?”, preguntan. “Es un terremoto, un terremoto… ¡De nuevo!”, responde una mujer. En la televisión, una presentadora, con un tono que roza el histerismo, dice: “No sé qué hacer. Si seguir con el programa o irme”.

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