"Solo los mejores inmigrantes podrán trabajar en Reino Unido"

Llega demasiada gente a Reino Unido. Así lo considera el Gobierno británico, que obligará a las empresas a revelar el número de trabajadores extranjeros como medida de presión para que contraten británicos evitando así que los inmigrantes tengan empleos que los locales pueden hacer. Además, y como ha anunciado la ministro de Interior Amber Rudd, se restringirá la llegada de estudiantes extranjeros a las universidades para reducir el número de inmigrantes que llegan al país a partir de marzo de 2017, fecha en la que se iniciará la desconexión de Reino Unido con la UE, y quedarse con "los más brillantes y mejores".

El objetivo, como publica este miércoles 'The Times', es la elaboración de informes gubernamentales destinados a la comprobación de que trabajadores extranjeros ”no quitan puestos de trabajo a los británicos” y que tan solo “cubren huecos en el mercado laboral”. Para hacerlo, el Gobierno de Theresa May destinará 140 millones de libras que irán a parar en gran parte a establecer medidas económicas y fiscales de las que se beneficiarán las empresas para así atraer y aumentar la contratación de empleados de nacionalidad británica.

Solo quieren los mejores

Con 64,1 millones de habitantes, de los cuales 8,6 millones son extranjeros, la mayor parte de los inmigrantes que recibe Reino Unido -54,6%- procedecen de países de fuera de la Unión Europea. Los ciudadanos comunitarios suponen el 45,6% restante y no les afectará, por ahora, las medidas propuestas por el Gobierno británico hasta que se produzca la salida definitiva del bloque, prevista para marzo de 2019.

Hace tan solo unos días, la primera ministra británica anunciaba no solo que Reino Unido activaría su salida de la Unión Europea a finales de marzo del próximo año sino que iba a controlar el movimiento de personas para reducir el número de inmigrantes no solo que llegan al país a estudiar sino que se quedan a trabajar. En este sentido, y pesar de que el número de estudiantes extranjeros ha descendido un 15% en 2016 (160.000 personas) comparado con el año anterior, Amber Rudd considera que uno de los principales focos de inmigración son las universidades, por lo que propone limitar el número de estudiantes extranjeros para evitar así que una vez terminen sus estudios decidan quedarse en Reino Unido para buscar un empleo. También se vigilará de cerca a aquellos inmigrantes que se matriculen en cursos de formación media o baja ya que deben entrar en el país aquellos que sean "los mejores y más brillantes".

Médicos 100% británicos en 2025

Este discurso de control de la inmigración es extensible al resto de los miembros del Gobierno de Theresa May, entre ellos el ministro de Sanidad británico, Jeremy Hunt, que tiene entre sus objetivos lograr que en 10 años todos los médicos que ejerzan en el país sean británicos. Para ello aumentarán el número de plazas de medicina un 25%, una de las áreas en las que mayor número de inmigrantes trabaja.

La ministra de Interior justifica estas nuevas medidas de control de la inmigración señalando que el electorado británico envió un "claro mensaje" sobre esta inquietud en el referéndum sobre la permanencia en el bloque comunitario del pasado 23 de junio. Además, ha anunciado otras de carácter más inmediato como el procesamiento de aquellos que alquiler una vivienda a inmigrantes ilegales y aumentar las exigencias para aqeullos extranjeros que quieran sacarse el permiso para conducir taxis. También, y a partir del otoño del año próximo, los bancos tendrán que hacer inspecciones regulares a fin de asegurar que no facilitan servicios bancarios a inmigrantes ilegales.