Colombia vota no a los acuerdos de paz con las FARC tras 52 años de conflicto armado

La opción del 'no' se impuso en el plebiscito sobre el acuerdo de paz del Gobierno colombiano con las FARC, según datos oficiales. En este recuento, el 'no' obtenía 6.431.376 votos, el 50,21 % del total, mientras el 'sí' alcanzaba los 6.377.482, el 49,78%: apenas 53.894 votos decantaron la balanca; un resultado inesperado, según las encuestas.

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Cabe destacar que la cantidad de los votos nulos fue de 170.917 frente a los 12.808.858 que resultaron válidos, dato que revela una baja participación del 37,43% de los 34,8 millones de colombianos que estaban habilitados para votar. La jornada electoral transcurrió bajo una intensa lluvia que en algunas regiones, como el Caribe, llevaron incluso sin éxito a un grupo de políticos a pedir que se ampliara el tiempo para que los ciudadanos atascados en las inundaciones llegaran a las urnas.

Un escrutinio veloz y de infarto arrancó con una leve ventaja del sí hasta que se impuso el no con una diferencia de decenas de miles de votos. El mapa se mantuvo inalterable con una zona centro que, a excepción de Bogotá y el departamento de Boyacá, rechazaba los acuerdos de paz firmados con la guerrilla, mientras el cinturón de la zona Caribe, Pacífico y fronteriza con parte de Venezuela y Brasil se teñía del verde del sí a la paz que atribuyó la autoridad electoral, la Registraduría Nacional del Estado Civil, en su aplicación.

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Un mapa que refleja la división de un país que ha vivido 52 años en guerra, con una marcada brecha entre el mundo rural y urbano y que tampoco ha unido su voz para refrendar los acuerdos de paz. Tras conocer el resultado, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha reconocido la derrota comparecido acompañado por su equipo negociador, a quienes ha dado instrucciones para que "viajen a La Habana" el mismo lunes para reunirse con sus interlocutores insurgentes.

"No me rendiré, seguiré buscando la paz hasta el último minuto", ha agregado Santos, que también ha garantizado que "esta derrota no debe desestabilizar el país" y por eso, "el cese el fuego bilateral y definitivo sigue vigente". Acto seguido, ha anunciado que convocará sin dilación a las "fuerzas políticas y en particular a las que manifestaron no para determinar el camino a seguir".

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Ha trascendido que el equipo negociador guerrillero y su máximo líder, Rodrigo Londoño Echeverry, alias 'Timochenko', se encerraron a analizar el resultado en el célebre Club Habana de la capital cubana, donde se reunieron a seguir el escrutinio. Después, emitieron un corto pronunciamiento: "Las FARC-EP lamentan profundamente que el poder destructivo de los que siembran odio y rencor hayan influido en la opinión de la población colombiana", pero que no obstante la guerrilla tiene "voluntad de paz y reiteran su disposición de usar solamente la palabra como arma de construcción al futuro".

El abanderado del no ha sido desde el principio el expresidente Álvaro Uribe, opositor del actual mandatario y años atrás su jefe (Santos fue su ministro de Defensa). Poco después de votar, emitía este mensaje: "A los jóvenes colombianos les digo esto: la paz es ilusionante, los textos de La Habana, decepcionantes", manifestó Uribe, senador del partido Centro Democrático. Rodeado por una nube de periodistas, Uribe hizo una serie de preguntas al Gobierno, como "por qué redujo el umbral electoral" de este plebiscito "del 50 al 13%", o "por qué 297 páginas acordadas con las FARC de temas diversos las llevan a una sola pregunta", entre otras.

Para que el plebiscito fuese válido, se requería que la opción del sí obtuviera al menos el 13% del censo electoral de 34.899.945 ciudadanos habilitados para votar, lo que significa que necesitaba como mínimo 4.536.992 votos. Ese umbral se superó a los 45 minutos del recuento.

"¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?" es la pregunta que los colombianos respondieron este domingo. Con este resultado a la pregunta, es evidente que la ciudadanía colombiana no ha validado los acuerdos finales alcanzados al cabo de cuatro años de negociaciones entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Cuba, país que actuó como garante y adonde se trasladaron los máximos dirigentes guerrilleros. El Gobierno colombiano se empeñó en consultar con los colombianos el alcance de estos puntos de encuentro antes de implementar los puntos pactados.

La consecuencia inmediata de esta decisión apunta a que se establezca una renegociación entre las partes para debatir qué medidas pueden seguir cumpliéndose que no necesiten ser negociadas en el Congreso de la República, ha indicado a RCN Radio el director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), Jorge Restrepo.

En los últimos días, se desencadenaron una serie de hechos que daban por sentado que el plebiscito tendría un resultado positivo que permitiría comenzar a implementar los acuerdos. Santos y 'Timochenko' firmaron la paz en Cartagena de Indias con la presencia de numerosos líderes internacionales —incluido el rey Juan Carlos—, y en días posteriores la guerrilla se ha dedicado a recorrer enclaves de la violencia para pedir perdón a las víctimas, entregar las armas dentro del protocolo definido y comprometerse con el Ejecutivo para declarar sus "recursos monetarios y no monetarios".