Un debate decepcionante del que Hillary sale reforzada

El debate más esperado, para el que se preveía una audiencia récord de más de 100 millones de espectadores, fue decepcionante. Plagado de ataques personales y reproches, este cara a cara no pasará a la historia de la Comunicación Política. O si lo hace será por incluir muchos de los aspectos a evitar. No obstante, Hillary Clinton puede estar algo más contenta con el resultado. Logró mostrar una imagen más presidencial y de estadista que su adversario, que aunque estuvo algo más calmado que en otras ocasiones, no consiguió alterarla con sus continuas interrupciones. De hecho, Hillary tuvo los reflejos para dejar en evidencia en más de una ocasión a Trump, generando las risas del auditorio.

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Fue un debate falto de propuestas, donde ambos candidatos bajaron al barro para el cuerpo a cuerpo. Los temas fueron muy diversos: desde los e-mails borrados de Hillary, la misteriosa declaración de la renta de Trump, el certificado de nacimiento de Obama hasta los apoyos a la guerra de Irak de 2003. Como vemos, asuntos muy alejados de la realidad de los ciudadanos y de las preocupaciones de la gente normal y corriente, que seguro que han visto con espanto este primer duelo. Aunque en realidad, partiendo de que los dos candidatos son dos de los personajes con mayor índice de rechazo en el país, puede que no sorprenda tanto.

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Por lo general, quién mejor prepara un debate suele ganarlo. Y a Hillary se le notaba muy segura, contundente en sus ataques y ágil en sus respuestas. Para ella era todo un desafío por no saber qué se encontraría enfrente. Por su parte, Donald Trump comenzó muy nervioso, bebiendo agua continuamente y produciendo un constante y molesto sonido con su nariz. Trump habló mucho – demasiado - pero dijo poco. Intentaba competir en política internacional mencionando a muchos países extranjeros una y otra vez, pero en este terreno es difícil tener más experiencia que la ex Secretaria de Estado.

El de anoche ha sido sólo un primer hito. Todavía queda el cara a cara entre los aspirantes a Vicepresidente, junto con dos enfrentamientos más entre Hillary y Trump. Esperemos que en estas nuevas citas sí podamos ver un auténtico debate de ideas y propuestas y no un concurso de reproches.