Tiziana confesó que hizo los vídeos porno "en una etapa de fragilidad y depresión"

Tiziana Cantone se ahorcó en el sótano de su casa después de que su exnovio colgara en internet varios vídeos en los que aparecían manteniendo relaciones sexuales. Cuando las grabaciones se hicieron públicas comenzó el acoso: comentarios despectivos en las redes sociales, insultos o bromas de mal gusto de viva voz cuando alguno de sus vecinos en Nápoles la reconocía mientras paseaba por la calle. Italia entera conoció la vida íntima de esta joven de 31 años que no soportó la presión y terminó suicidándose.

Todo empezó como un juego en el que la joven participaba en intercambios de pareja y luego enviaba los vídeos que se grababan a través de la Red. Sin embargo, después de que salieran a la luz pública, la vida de Tiziana comenzó a ser un infierno y decidió presentar una denuncia en mayo de 2015 ante las fuerzas de seguridad. “Fue un periodo de fragilidad y depresión”, dijo la propia joven a los agentes, que se enteró de que su intimidad circulaba en web pornográficas gracias a la advertencia de un amigo.

En la denuncia se detallaban los nombres de cuatro personas a las que ella culpaba de la difusión de los vídeos: A.Y, E.Y, C.R. y A.V. Ni rastro de S.P., el exnovio de Tiziana al que se asocia la publicación de las grabación y que era la pareja de la chica en el momento en que se filmaron las escenas sexuales. En el texto policial también puede leerse que los vídeos se grabaron “voluntariamente y con plena conciencia”, aunque la madre de Tiziana afirma que su exyerno obligó a su hija a grabarlos. Según esta mujer, el chico la coaccionaba con las grabaciones para que volviera con ella.

Los vídeos se grabaron “voluntariamente y con plena conciencia”, aunque la madre de Tiziana afirma que su exyerno obligó a su hija

Aunque Tiziana Cantone obtuvo sentencia favorable a su favor –la Justicia italiana ordenó suprimir todos sus vídeos, así como los comentarios que los usuarios habían escrito en la Red sobre ella–, la salud mental de la joven había quedado lastrada. Según sus familiares, la chica no paraba de llorar, tenía ataques de pánico, no quería salir a la calle, dejó de ir al gimnasio y ni siquiera se acercaba a comprar al supermercado. Finalmente, terminó suicidándose, dejando tras de sí el debate sobre la fuerza que ejerce en los individuos la presión pública.

Carolina Picchio, otro suicidio

El caso de Tiziana ha devuelto a la memoria la historia de Carolina Picchio, una adolescente de 14 años que se quitó la vida después de la publicación de un vídeo de contenido sexual. En las imágenes podía verse cómo varios compañeros de la menor ejercían tocamientos sobre ella durante una fiesta en la que Carolina había ingerido grandes cantidades de alcohol y se mantenía en estado de seminsconsciencia. Los agresores, de entre 13 y 16 años, fueron acusados de difundir material pedófilo.