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Atentado en Niza: al menos 84 muertos tras el atropello de un camión
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durante la celebración de la fiesta nacional

Atentado en Niza: al menos 84 muertos tras el atropello de un camión

El conductor del camión ha sido abatido por las fuerzas de seguridad. En el interior del vehículo se han encontrado armas, fusiles y granadas

No lo vieron venir. Estaban mirando al cielo, contemplando el espectáculo de fuegos artificiales que conmemora en Niza, como en todos los pueblos y ciudades de Francia, la fiesta nacional del 14 de julio. Un camión frigorífico blanco embistió a la muchedumbre durante dos kilómetros, según la policía, zigzagueando para no dejar escapar a los que intentaban huir.

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Antes de ser abatido por policías, el conductor asesino había causado ya la muerte de al menos 84 personas y heridas a más de un centenar. Según los miembros de las fuerzas del orden que le neutralizaron, el chófer del camión efectuó disparos hacia el público durante su trayecto mortal. En el vehículo han encontrado el DNI de un ciudadano con permiso de residencia en Francia de origen tunecino de 31 años, que la policía cree que pertenecería al terrorista, pero todavía no ha habido confirmación oficial.

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Había miles de personas en la Promenade des Anglais (el paseo de los ingleses), la avenida principal y emblemática de Niza, uno de los escenarios habituales de la fiesta del 14 de julio. Las terrazas del paseo estaban también, pasadas las 11 de la noche, repletas de turistas franceses y extranjeros.

La estampida provocada por el terror y la confusión llenó las calles adyacentes. Hombres y mujeres corriendo con sus bebés y niños, ancianos y jóvenes huían despavoridos, temiendo la presencia de eventuales terroristas armados. En un intento de salvarse, algunas personas llegaron a arrojarse al mar. Tres españoles se escondieron en el almacén de un restaurante para proteger sus vidas.

Caos segundos después del atentado en Niza

Tanto la Prefectura (delegación del Gobierno) como el presidente de la Región, Christian Estrosi, confirmaron enseguida que se trataba de un atentado, una acción violenta como tantas otras que ya han marcado la historia de Francia (Charlie Hebdo, Hyper Cacher, Bataclan...). Horas más tarde, se comunicaba que el camión estaba cargado de armas y granadas.

El presidente François Hollande, que se encontraba en Aviñón en el momento de los hechos, emprendió el viaje a París, donde le esperaba un gabinete de crisis en el Ministerio del Interior. El atentado destrozaba el optimismo que el jefe del Estado había desplegado horas antes en la tradicional entrevista televisada del 14 de julio. Hollande sacaba pecho entonces de no haber cedido a quienes le pedían anular las zonas de aficionados ('fan zones') durante la Eurocopa, a quienes incluso le sugerían anular el campeonato europeo de selecciones.

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Tras el atentado el Presidente francés ha decidido prolongar por tres meses el estado de emergencia que, ayer mismo, había asegurado debería levantarse el 27 de julio. François Hollande apareció a las 3.50 de la madrugada para hacer su primera declaración tras el atentado que no dudó en calificar de terrorista. Los terroristas han atacado Francia "el día de su fiesta nacional, símbolo de la libertad. Los derechos humanos son rechazados por los fanáticos, por eso Francia es el objetivo", ha declarado Hollande.

Francia va a llamar también a la movilización de la llamada "reserva operacional", es decir, militares o gendarmes retirados que ayudarán, especialmente, en el control de fronteras. Además, el Jefe del Estado ha añadido que va a mantener la operación 'Sentinelle', que mantiene en la vigilancia de las calles a 10.000 militares, además de policías y gendarmes. Hollande solo ha perdido el tono dramático para recalcar que Francia reforzará los ataques a las bases del estado Islámico en Siria e Irak.

Francia se pregunta cómo poder frenar los ataques individuales. Ayer fue Niza, pero antes, recordemos, terroristas han actuado solos en Magnianville, donde un policía y su mujer fueron asesinados delante de su hijo de tres años; en el tren Thalys Bruselas-París; en el Hipercasher de París; en Toulouse…

[Lea aquí el discurso de Rajoy sobre el atentado en Niza]

Ningún especialista habla ya de lobos solitarios. Todos los principales implicados en los atentados en Francia tenían conexiones con las redes oficiales de Daesh, ya sea en el extranjero o en las células que crecen en los guetos franceses, infestadas por las soflamas de las mezquitas clandestinas o libres.

Las autoridades galas han indicado que, además de investigar al sospechoso abatido, ya se encuentran inmersas en la búsqueda de posibles cómplices. Pese a que el Daesh todavía no ha reivindicado oficialmente la matanza, lo cierto es que todo apunta a que está detrás del brutal ataque.

El atentado se produce, además, a pocos días de la publicación de un informe aterrador sobre los fallos de los servicios de inteligencia franceses. La comisión ha puesto en evidencia sus carencias y errores. Para el presidente de la misma, el diputado de centro-derecha Georges Fenech, "el ataque al Bataclán hubiera podido ser evitado. Fue un fracaso cruel, de enormes consecuencias".

La falta de medios y de presupuesto de que habla el informe no puede ser una excusa para esconder un problema estructural mucho más grave. En Francia no existe un organismo que coordine la labor antiterrorista de todos los servicios de inteligencia. Existen diferentes organismos dedicados a tal fin. La policía tiene su servicio de inteligencia, la gendarmería el suyo, la Prefectura de París, otro específico. La Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) trabaja por su lado, sin coordinación con el resto de servicios, incluido el exterior (DGSE).

Algunos de esos organismos dependen del Ministerio del Interior; otros, del de Defensa. Entre ellos, la colaboración no solo no está establecida, sino que se hacen la competencia. Los bases de datos no se comparten y, en ocasiones, las informaciones urgentes tardan en ser comunicadas.

La comisión parlamentaria francesa propone unificar la sopa de letras que se dedica a la lucha antiterrorista y crear una agencia que coordine las informaciones provenientes de todos los servicios y que responda directamente al jefe del Estado.

En plena guerra contra el autodenominado Estado Islámico (EI), como asegura el presidente francés, François Hollande, lo mínimo que se puede concluir del informe de los parlamentarios es que las autoridades del país son responsables del desastre en la coordinación de la lucha. Máxime, cuando tras los atentados de enero del año pasado, ya se prometieron medidas urgentes que quedaron semiolvidadas hasta las matanzas del 13-N.

La elección del aniversario de la toma de la Bastilla no es baladí. El yihadismo ha conseguido también ensangrentar la principal fiesta francesa y aterrorizar el verano de franceses y extranjeros.

Se desconoce si hay víctimas españolas

Nada más conocerse el atentado, las autoridades españolas se pusieron en contacto con las francesas para ofrecer su ayuda y tratar de averiguar si entre las víctimas hay alguna de origen español. El Confidencial ha podido hablar con tres ciudadanos españolesque fueron testigos de lo ocurrido.

A primera hora de este viernes, hay convocada una mesa de valoración de la amenaza terrorista convocada por el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz. Al encuentro están convocados responsables de otros organismos, como la Policía Nacional, la Guardia Civil, el CNI y el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO).

Las Fuerzas de Seguridad temían que en España se produjera un atentado como el que presuntamente provocó la muerte de al menos 80 personas en la localidad francesa de Niza este jueves por la noche, convirtiendo un simple vehículo en una mortífera arma terrorista.

En cuanto a las víctimas francesas, el Gobierno galo ha señalado que hay una "gran personalidad" de la policía gala entre los fallecidos, aunque no ha trascendido su identidad.

El terrorista: tunecino de 31 años

¿Quién conducía el camión? No hay confirmación definitiva, pero según el medio Nice-Matin-com, se trata de un ciudadano de Túnez con permiso de residencia en Francia de 31 años que ha sido identificado como Mohamed Lahouaiej Bouhlel. Había sido condenado en marzo por delitos menaores pero no por ningún acto de violencia armada.

No lo vieron venir. Estaban mirando al cielo, contemplando el espectáculo de fuegos artificiales que conmemora en Niza, como en todos los pueblos y ciudades de Francia, la fiesta nacional del 14 de julio. Un camión frigorífico blanco embistió a la muchedumbre durante dos kilómetros, según la policía, zigzagueando para no dejar escapar a los que intentaban huir.

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