Un polémico vídeo muestra a policías disparando en la cabeza a un afroamericano

"Tengo que criar a un hijo que recordará lo que le ha pasado a su padre. Eso es algo que no puedo cambiar". Con estas palabras ha descrito Quinyetta McMillon lo que supone para su familia la muerte de su marido, Alton Sterling, a manos de un policía de Luisiana el pasado martes. Mientras lo decía, su hijo de 15 años rompía a llorar y entre sollozos exclamaba que "quería a su padre" de vuelta.

Según la policía, pasada la media noche recibieron una llamada anónima diciendo que un hombre negro con una camiseta roja había amenazado con una pistola a varias personas en una calle de Baton Rouge, Luisiana. Al llegar a la zona, la policía se encontró con Alton Sterling, dando lugar a un "altercado" que terminó con uno de los agentes disparando y matando al sospechoso. Si uno tiene en cuenta el comunicado oficial publicado en Facebook, todo parece indicar que el policía actuó en defensa propia, pero el vídeo grabado por uno de los testigos ha avivado la polémica: no se ve a Sterling sacar ningún arma y el agente dispara cuando ya parecen haberle reducido.

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Por el momento, los dos agentes envueltos en el tiroteo estarán de baja hasta que termine la investigación pertinente. En una rueda de prensa organizada este miércoles, el jefe de Policía de Balton Rouge, Carl Dabadie, ha confirmado que Sterling estaba armado, pero que todavía quedan muchas dudas por resolver. "Al igual que ustedes, son muchas las cosas que no entendemos. Y llegados a este punto, al igual que ustedes, estoy pidiendo respuestas", ha asegurado.

Mientras tanto, en torno a 100 familiares y amigos de la víctima se han manifestado en el lugar en el que se produjo el tiroteo repitiendo mensajes como "las vidas de los negros importan" o "manos arriba, no dispare". Desde que comenzó el año, 558 personas han muerto a manos de la policía en Estados Unidos, de las cuales 135 eran negros.