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Dos años de 'Califato: la inexorable decadencia del ISIS, en mapas
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el territorio bajo el isis hace dos años y hoy

Dos años de 'Califato: la inexorable decadencia del ISIS, en mapas

El aura de invencibilidad que rodeó al Estado Islámico en sus inicios es hoy poco más que un mal recuerdo. La pérdida de terreno es imparable, aunque el grupo sigue siendo peligroso

La rápida expansión del Estado Islámico en su primer año absorbió un territorio que antes del conflicto contaba con al menos 3,7 millones de habitantes. Pero el número de localidades controladas por el grupo se redujo a más de la mitad en 2016. El analista del IHS Country Risk Ludovico Carlino, institución que registra la actividad del ISIS desde su irrupción, estima que la población del 'Califato' apenas alcanza hoy el millón y medio de personas.

“Podemos decir con certeza que el Estado Islámico ya no controla grandes ciudades, salvo Mosul (Irak) y Raqqa (Siria)”, asegura el experto en Oriente Medio. La pérdida de más de medio centenar de urbes supone una drástica caída en los ingresos tributarios, aunque Carlino minimiza las consecuencias. “La bajada de ingresos es un gran problema, pero no lo suficiente como para hacer peligrar su dominio en el área”, advierte. Aunque el grupo ha consolidado su control de las principales rutas en su territorio, recientemente ha perdido localidades clave como Faluya, en Irak, o Manbij, en Siria.

Con la reducción de territorio también menguan las ventas de petróleo y gas. El ISIS recibe cada mes 23 millones de dólares por la producción de sus pozos, un 26% menos que el año pasado según las estimaciones del IHS. “Las operaciones militares en Siria e Irak se verán comprometidas por ese descenso”, augura el analista.

El grupo yihadista mantiene su lucha en otras fronteras pese a haber visto reducido su territorio en más de un 20% el último año, indica el también analista del IHS Columb Strack. Uno de esos frentes es el Sinaí, donde las tropas egipcias ya han incrementado sus operaciones antiterroristas. “La intención del ISIS es ampliar su territorio en regiones claves como Libia, Yemen y el Sinaí”, apunta Carlino. Los expertos del organismo consideran que esta inhóspita península puede convertirse en una nueva base de operaciones para los terroristas en los próximos seis meses.

“El Estado Islámico representa una amenaza para la seguridad global”, insiste el experto, “sobre todo mientras siga atrayendo adeptos en la diáspora occidental”. Desde la apertura del registro en abril de 2014 hasta principios de este año, el Global Terrorism Database contabiliza más de 19.200 fallecidos en atentados atribuidos al ISIS.

La rápida expansión del Estado Islámico en su primer año absorbió un territorio que antes del conflicto contaba con al menos 3,7 millones de habitantes. Pero el número de localidades controladas por el grupo se redujo a más de la mitad en 2016. El analista del IHS Country Risk Ludovico Carlino, institución que registra la actividad del ISIS desde su irrupción, estima que la población del 'Califato' apenas alcanza hoy el millón y medio de personas.

“Podemos decir con certeza que el Estado Islámico ya no controla grandes ciudades, salvo Mosul (Irak) y Raqqa (Siria)”, asegura el experto en Oriente Medio. La pérdida de más de medio centenar de urbes supone una drástica caída en los ingresos tributarios, aunque Carlino minimiza las consecuencias. “La bajada de ingresos es un gran problema, pero no lo suficiente como para hacer peligrar su dominio en el área”, advierte. Aunque el grupo ha consolidado su control de las principales rutas en su territorio, recientemente ha perdido localidades clave como Faluya, en Irak, o Manbij, en Siria.

Con la reducción de territorio también menguan las ventas de petróleo y gas. El ISIS recibe cada mes 23 millones de dólares por la producción de sus pozos, un 26% menos que el año pasado según las estimaciones del IHS. “Las operaciones militares en Siria e Irak se verán comprometidas por ese descenso”, augura el analista.

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