Un buque chino estrena la ampliación del Canal de Panamá

El barco chino 'Cosco Shipping Panamá' ingresó este domingo a la ampliación del Canal de Panamá e inició el tránsito inaugural del ensanche por la esclusa de Agua Clara, en la vertiente del Atlántico. El barco, un neopanamax de 48,25 metros de manga y 299,98 metros de eslora, y capacidad para transportar hasta 9.400 contenedores, entró en la cámara baja de la esclusa de Agua Clara pasadas las 7:30 hora local (12:30 GMT).

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Ruth Ugalde. Ciudad de Panamá

El buque ha sido amarrado por gigantescas cuerdas para mantenerlo controlado mientras la cámara baja es llenada por millones de litros de agua para elevarlo a nueve metros y permitir su paso a la cámara media. El recorrido previsto para el 'Cosco Shipping Panamá' atraviesa la esclusa de Agua Clara, para luego seguir su marcha hacia la de Cocolí, en el Pacífico, donde finaliza su tránsito por el ensanche, de cerca de 80 kilómetros.

Este sábado fue sometido a una inspección por la unidad canina y agentes de la fuerza de tarea conjunta del país, y una vez revisado, se dio luz verde a su recorrido, por el que tendrá que pagar 586.000 dólares de peaje. El navío, procedente de Grecia hacia Corea del Sur, hará su travesía por las nuevas esclusas de Agua Clara (Atlántico) y Cocolí (Pacífico) bajo la atenta mirada de 20.000 espectadores.

Entre ellos se encuentra el Rey emérito de España, que arribó a Panamá un día antes. Además, también se encuentran en el país caribeño los presidentes de Costa Rica, Luis Guillermo Solís; Kosovo, Hashim Thaci, y Taiwán, Tsai Ing-wen. También los mandatarios de Paraguay, Horacio Cartes; Honduras, Juan Orlando Hernández, y Chile, Michelle Bachelet, entre otros.

Nueve años de obras

Las nuevas esclusas, con dimensiones de 427 metros de largo por 55 metros de ancho y 18,3 metros de profundidad, requirieron un total de 4,4 millones de metros cúbicos de hormigón y 30.000 trabajadores a lo largo de casi nueve años. La ampliación consiste en un tercer carril para poder pasar buques neopanamax, que comenzaron a construir las navieras en 1995, con capacidad de hasta 13.000 contenedores, el triple de los que cruzan las esclusas operativas desde 1914.

Fueron construidas por el Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por la empresa española Sacyr, que firmó en 2009 un contrato de 3.118 millones de dólares pero ha presentado reclamos económicos que suman unos 3.400 millones de dólares. El costo de la ampliación global se eleva ya a 5.450 millones de dólares, por encima de los 5.250 millones por que se firmó en 2007. Además de los problemas económicos, retrasaron las obras en agosto pasado otras huelgas sindicales y unas grietas en uno de los quicios de las nuevas compuertas.

Después del paso del buque chino, la Autoridad del Canal de Panamá tiene en lista de espera otros dos buques de gas licuado de petróleo (GLP) para el lunes, cuando iniciarán formalmente las operaciones comerciales.