Dos españoles graves tras ser agredidos: ¿hay miedo antes del partido ante Turquía?

La violencia en la Eurocopa sigue siendo la triste nota predominante del campeonato. De momento, ninguna selección destacó por hacer un fútbol espectacular, pero por desgracia muchos de los aficionados que han acudido a Francia han sentido de cerca el temor a ser agredidos o, incluso, han llegado a sufrir los golpes en sus propias carnes. Los últimos, tres españoles en Colonia. Por ello, la pregunta es clara: ¿hay miedo a lo que pueda suceder en el partido ante Turquía?

[Lea aquí: 'Ultras, trampas y dopaje: el lado oscuro del deporte ruso']

El último caso conocido de agresiones, curiosamente, no se produjo sobre aficionados que fueran a ver un partido -pues se encontraban en Alemania-, pero sí por ultras que venían de la Eurocopa. La mala fortuna quiso que un grupo de aficionados ultras de Rusia se cruzaran con tres turistas españoles en Colonia. Los radicales se detuvieron en la ciudad germana cuando iban de vuelta a Moscú tras haber visto a su selección en la Eurocopa de Francia. Y sucedió lo impensable.

Ese odio atroz que están mostrando los radicales en la Eurocopa, especialmente los rusos, les ha llevado a cruzar las fronteras del torneo en su constante oleada de violencia. De los tres turistas españoles agredidos, dos permanecen heridos graves y están hospitalizados, mientras que el tercero, una mujer, sufrió fractura de nariz, en un ataque que tuvo lugar en las cercanías de la Catedral de Colonia. ¿El motivo? Simplemente tener la mala suerte de cruzarse con ellos.

La policía de Colonia confirmó la detención de seis ultras rusos, vinculados a un grupo de extrema derecha. En sus bolsillos, la policía encontró entradas para el partido entre Rusia e Inglaterra de la Eurocopa de Naciones que se está disputando en Francia. El portavoz de la policía de Colonia confirmó que tres de ellos pasarán la noche en prisión tras los acontecimientos. Hasta la fecha, ningún español había sido herido, y los primeros lo han hecho fuera de las fronteras francesas.

La intranquilidad es evidente

El miedo en la Eurocopa no ha desaparecido. Antes del torneo, existía mucha preocupación ante la posibilidad de que tuviera lugar un ataque terrorista, lo que provocó que muchos aficionados incluso valoraran la posibilidad de no viajar a Francia. Las severas medidas de seguridad han servido para quitar ese miedo, pero otro inesperado ha surgido: la violencia de los radicales en las calles galas han provocado las imágenes más duras y tristes de los últimos años.

El propio Juanfran Torres ha hablado públicamente de esta situación, que incluso intranquiliza a los jugadores: "A todos nos vienen familiares y seres queridos a vernos jugar y estás un poco pendiente de que no les ocurra nada. Por ejemplo, para el tercer partido vienen mi mujer y mi hijo y lo que más quieres que estén seguros. Espero que en el partido ante Turquía las aficiones sepan que lo mas importante es lo que sucede en el campo", confesaba.

La violencia de los ultras del Niza

Será este viernes cuando España juegue el segundo partido del campeonato y lo hará en Niza. De sobra es conocido que los radicales turcos también son uno de los grupos más violentos del mundo, pero también es necesario reconocer que, hasta la fecha, no han provocado un solo incidente en el torneo. Pero el miedo venía por los sucesos del pasado sábado, donde en la misma ciudad, los hinchas del Niza atacaron duramente a los aficionados polacos y norirlandeses.

Por fortuna, la noche de este jueves ha sido muy tranquila y, en buena parte, gracias a la actuación policial. Hasta altas horas de la madrugada, las calles de Niza estuvieron custodiadas por los servicios de seguridad, lo que pudo servir para disuadir cualquier conato de violencia. Si a eso se le suma la mesura que suelen mostrar en este tipo de eventos los aficionados españoles, el cóctel resultante era claro: tranquilidad, cánticos y buen ambiente entre hinchadas.

En principio, todo apunta a que el partido de esta noche entre españoles y turcos será tranquilo para las aficiones, aunque siempre queda el miedo en el ambiente. El fútbol parece, en muchos casos, haber quedado en un segundo plano, mientras hinchadas rivales e incluso radicales de clubes de fútbol franceses acuden a las 'fan zones' en busca de peleas. La locura se ha apoderado de una Eurocopa en la que la violencia ha pasado a ser la gran amenaza.