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Las cinco bombas de relojería que están a punto de estallar en Venezuela
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el país, al borde la guerra civil

Las cinco bombas de relojería que están a punto de estallar en Venezuela

Desde que la oposición ganara las elecciones, Maduro ha puesto al país al borde de un estallido social sin precedentes. En 48 horas ha movilizado al Ejército, pedido confiscar fábricas y aumentado su poder

Perpetuarse en el poder. Ese el único objetivo del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, después de que hace cinco meses la oposición lograra en las urnas la mayoría parlamentaria. Un gesto democrático como este está siendo aplacado con contundencia por el Gobierno chavista, que coloca al país a las puertas de un estallido social y político sin precedentes. En 48 horas, Maduro ha convertido Venezuela en una auténtica bomba de relojería a punto de estallar en lo que muchos ya ven como una inminente guerra civil tras años de crisis económica agravada por la caída del precio del petróleo, que ha vaciado de bienes de primera necesidad los supermercados y disparado la inflación.

1.- Estado de excepción y emergencia económica

Este viernes, el presidente venezolano firmaba la extensión del decreto de excepción y de emergencia con la vista puesta en "proteger al pueblo de la derecha" y de las "fuerzas extranjeras". Aunque la medida ya fue anunciada días antes y la intención era renovar el decreto para que estuviera vigente hasta final de año, Maduro anunció un cambio de última hora: el Gobierno ampliará su poder durante los meses de mayo, junio y julio ante la posibilidad de un golpe de Estado y "enfrentar las amenazas nacionales e internacionales" que, según Maduro, amenazan la estabilidad social del país.

Aunque no ha precisado en qué consistirá su plan, parece que este va encaminado a la supresión o restricción parcial de ciertas garantías constitucionales, como los registros domiciliarios sin orden judicial, el derecho al libre tránsito o la prohibición de manifestaciones.

Convencido de que Venezuela es víctima de un "asedio financiero", Maduro ha señalado a sus enemigos, entre los que se encuentra, además de Estados Unidos, el expresidente de Colombia Álvaro Uribe, al que apunta como artífice del "golpe de Estado en Brasil" contra Dilma Rousseff.

2.- Ordena confiscar las fábricas paralizadas

"Tomemos todas las acciones para recuperar el aparato productivo que está siendo paralizado por la burguesía". Con esta declaración, Maduro ha ordenado tomar las fábricas paralizadas y detener a los empresarios que cesen la producción de bienes y servicios para sabotear el país. Esta medida podría ir encaminada a la confiscación de cuatro plantas de Empresas Polar, la mayor productora de alimentos y bebidas del país, que no tienen actividad desde el mes de abril por la falta de acceso a divisas para la importación de materias primas.

"¡Planta parada, planta entregada al pueblo!", ha advertido el presidente venezolano, que cree que de esta manera se podrá frenar la guerra económica causada, según el chavismo, por la oposición y los empresarios de derechas.

3.- El Ejército, listo para cualquier "ataque"

Ante el temor a un golpe de Estado y las amenazas internacionales denunciadas por los chavistas, Maduro ha movilizado a las fuerzas armadas y ha comprado helicópteros de combate y cazas a Rusia, a pesar de la delicada situación económica del país. Por ello, y para exhibir la fuerza militar con la que cuenta, Maduro ha ordenado a las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas mostrar su poderío y prepararse para "cualquier escenario". Entre sus nuevas adquisiciones, 13 helicópteros militares MI-17 valorados en cerca de 500 millones de dólares.

El próximo sábado 21 de mayo se han convocado varios ejercicios militares en distintos puntos del país para mostrar el verdadero músculo del Ejército venezolano. "Les vamos a decir al imperialismo, a la derecha nacional y a Uribe Vélez que aquí está el pueblo con un fusil, con un lanzamisiles, un cañón y un tanque para defender esta tierra", ha amenazado Maduro, que se ha definido a sí mismo como el "hijo de Chávez".

4.- La oposición convoca una gran manifestación

Desde que Maduro anunciara el decreto de estado de excepción y emergencia, la oposición venezolana ha salido a la calle durante el fin de semana para denunciar la ilegalidad del texto y reclamar que se acelere el referendo revocatorio para echar a Maduro del poder.

Las protestas, aplacadas por las fuerzas de seguridad en varios puntos del país, culminarán en una gran manifestación que se prevé masiva este miércoles 18 de mayo y que encabezará el excandidato a la presidencia Henrique Capriles, que exigirá celeridad en el trámite del referendo.

Si el revocatorio presidencial no se realiza en 2016, la Constitución venezolana establece que en caso de ser revocado sería el vicepresidente quien concluiría el mandato de Maduro y no se celebrarían nuevas elecciones en el país sudamericano.

5.- Cortes de luz y agua y escasez de alimentos

A una situación política límite se suman los graves problemas económicos que vive el país desde hace años. El salario mínimo -68 euros- no solo no da para la compra de un mes para una familia de cinco personas, sino que tampoco es posible alquilar un piso o, incluso, una habitación. Eso sí, es posible llenar el depósito de gasolina de un coche más de un millar de veces.

A la escasez de alimentos básicos como harina o pollo, de productos como papel higiénico o jabón o de medicinas, se suman los continuos cortes de luz y agua que se han intensificado en las últimas semanas debido a la sequía, provocando saqueos, barricadas y protestas en al menos siete estados del país.

Velas para cocinar o estudiar, la luz de los teléfonos móviles para iluminar algunos rincones de casa o el uso de generadores en los comercios son algunos de los trucos que utilizan los venezolanos durante los cortes de luz, que duran varias horas. Además, y como medidas de ahorro, Nicolás Maduro ha anunciado un cambio del huso horario y ha reducido la jornada laboral a dos días para el sector público: solo trabajarán los lunes y martes.

Gran parte de las medidas de ahorro energético van encaminadas a sancionar a algunos centros comerciales del país por no atender la orden del Gobierno de generar su propia energía durante un mínimo de nueve horas al día. En este sentido, Maduro ya advirtió de que aplicaría medidas "drásticas" a 15 centros comerciales del país que no han cumplido con esta norma gubernamental, muchos de los cuales se vieron obligados el pasado mes de febrero a reducir su jornada laboral a la mitad por los cortes eléctricos.

Perpetuarse en el poder. Ese el único objetivo del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, después de que hace cinco meses la oposición lograra en las urnas la mayoría parlamentaria. Un gesto democrático como este está siendo aplacado con contundencia por el Gobierno chavista, que coloca al país a las puertas de un estallido social y político sin precedentes. En 48 horas, Maduro ha convertido Venezuela en una auténtica bomba de relojería a punto de estallar en lo que muchos ya ven como una inminente guerra civil tras años de crisis económica agravada por la caída del precio del petróleo, que ha vaciado de bienes de primera necesidad los supermercados y disparado la inflación.

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