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Putin crea una "Guardia Nacional" a su servicio para mantener el orden público
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teme una "revolución de colores" en rusia

Putin crea una "Guardia Nacional" a su servicio para mantener el orden público

La nueva fuerza policial solo responderá ante el Presidente ruso, y contará con 180.000 efectivos, tanques y helicópteros de combate. El Gobierno teme protestas masivas de cara a las elecciones

Foto: Oficiales de policía rusos montan guardia durante un concierto en conmemoración del segundo aniversario de la anexión de Crimea, el 18 de marzo de 2016 (Reuters)
Oficiales de policía rusos montan guardia durante un concierto en conmemoración del segundo aniversario de la anexión de Crimea, el 18 de marzo de 2016 (Reuters)

El Presidente ruso Vladimir Putin ha anunciado la creación de una nueva Guardia Nacional para luchar “contra el terrorismo y el crimen organizado”. La nueva institución estará compuesta por miembros del Ministerio del Interior, de la policía antidisturbios OMON y de las fuerzas especiales SOBR, y dirigida por Viktor Zolotov, el ex guardaespaldas de Putin y uno de sus viejos compañeros de judo a los que el mandatario ruso está asignando puestos de responsabilidad.

“Las decisión ha sido tomada, vamos a crear un nuevo cuerpo federal de poder ejecutivo”, anunció Putin el domingo durante una reunión con altos oficiales de seguridad en el Kremlin. Esta fuerza policial responderá directamente ante el Presidente, sin recibir órdenes del Ministro del Interior.

Según el medio oficial Rossiiskaya Gazeta, el nuevo cuerpo contará con 180.000 miembros y dispondrá de tanques, artillería y helicópteros de ataque. Otras fuentes elevan la cifra de efectivos hasta 400.000. Entre sus poderes, según la propuesta enviada ayer a la Duma (el Parlamento ruso), estaría el derecho a disparar o a utilizar la fuerza sin advertencia previa –aunque “no contra mujeres embarazadas y minusválidos”, según el texto-, y a entrar en domicilios privados cuando exista una amenaza a las vidas de civiles o al personal de la propia Guardia Nacional. También podrán establecer controles de carretera, pedir la documentación a los ciudadanos y realizar arrestos.

El jefe de la nueva institución, Viktor Zolotov, de 62 años, es una figura de la que no se sabe demasiado. Nacido en una familia de clase trabajadora, fue obrero en una fábrica de coches antes de unirse al KGB, donde pasó dos décadas haciendo trabajos de “músculo”. Fue guardaespaldas de Boris Yeltsin, y en 1994 pasó a estar a cargo de la seguridad de Anatoly Sobchak, alcalde de San Petersburgo, y de su segundo por aquel entonces, Vladimir Putin. Desde entonces, la relación entre ambos no ha hecho más que cimentarse, en parte gracias a sus entrenamientos conjuntos de judo. Tras convertirse en Primer Ministro en 1999, Putin nombró a Zolotov jefe de su seguridad personal, hasta que pasó al Ministerio del Interior en 2014. A Zolotov, sus compañeros le conocen como “El chico de oro”. Su lealtad a Putin le ha garantizado un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de Rusia.

Miedo a una ola de protestas

El propósito oficial de esta fuerza es el mantenimiento del orden público. Algunos observadores creen que su creación está ligada a las próximas elecciones del 18 de septiembre, en previsión de altercados o manifestaciones masivas en contra del régimen, como ya ocurrió en las de 2011. No es ningún secreto que uno de los mayores temores de Putin es que tenga lugar en Rusia una “revolución de colores” apoyada por Occidente, similar a las ocurridas en Georgia o Ucrania. En febrero, advirtió que “los enemigos de Rusia en el extranjero” se están preparando para interferir en las elecciones de septiembre, y ordenó a los servicios de seguridad que dichos intentos debían ser abortados.

En 2011, al régimen le sorprendió el alcance de la contestación antigubernamental. El periodista estadounidense Ben Judah opina que el motivo de la profundidad de este descontento es que, a pesar de que Putin es una figura indudablemente bien valorada, al cooptar a todas las fuerzas políticas locales relevantes dentro del partido Rusia Unida ha resultado inevitable que su nombre termine asociado a toda la corrupción existente a lo largo y ancho del país. La anexión de Crimea y la intervención en la guerra de Siria le han dado un respiro al líder ruso, disparando su popularidad hasta niveles inéditos, pero la crisis económica y el impacto en las vidas de los rusos de a pie hacen peligrar esta situación.

En marzo, el propio Putin afirmó: “Incluso cuando el personal del Ministerio del Interior implementa, hablando francamente, medidas estatales represivas contra los sujetos de la ley, pero la gente ve que esto se hace en interés de la sociedad, eso genera el apoyo de esa gente”. Dmitry Peskov, portavoz de Putin, asegura que la creación de la Guardia Nacional –una idea de la que lleva años hablándose- justo en este momento no está relacionada con los futuros comicios, aunque admitió que “naturalmente” estas fuerzas podrían ser utilizadas para disolver manifestaciones no autorizadas. “Es un intento de las autoridades de protegerse a sí mismas de las protestas”, afirma Emilia Slabunova, lider del partido liberal Yabloko.

“No hay ninguna razón real para crear la Guardia Nacional fuera del Ministerio del Interior y otras fuerzas, a menos que tengas una seria preocupación sobre el desorden público”, escribe Mark Galeotti, uno de los principales expertos del mundo en los servicios de seguridad de Rusia. “La idea de crear una Guardia Nacional para Rusia, juntando a varias fuerzas de seguridad públicas bajo un único mando, ha sido lanzada de forma periódica y siempre abandonada por muy buenas razones, entre ellas la falta de toda necesidad aparente de tener una Guardia Pretoriana bajo esteroides”, afirma Galeotti, quien cree que la decisión ha sido tomada por un círculo muy estrecho y cercano a Putin, cuyos miembros están muy preocupados por lo que pueda pasar en los próximos meses.

El Presidente ruso Vladimir Putin ha anunciado la creación de una nueva Guardia Nacional para luchar “contra el terrorismo y el crimen organizado”. La nueva institución estará compuesta por miembros del Ministerio del Interior, de la policía antidisturbios OMON y de las fuerzas especiales SOBR, y dirigida por Viktor Zolotov, el ex guardaespaldas de Putin y uno de sus viejos compañeros de judo a los que el mandatario ruso está asignando puestos de responsabilidad.

“Las decisión ha sido tomada, vamos a crear un nuevo cuerpo federal de poder ejecutivo”, anunció Putin el domingo durante una reunión con altos oficiales de seguridad en el Kremlin. Esta fuerza policial responderá directamente ante el Presidente, sin recibir órdenes del Ministro del Interior.

Según el medio oficial Rossiiskaya Gazeta, el nuevo cuerpo contará con 180.000 miembros y dispondrá de tanques, artillería y helicópteros de ataque. Otras fuentes elevan la cifra de efectivos hasta 400.000. Entre sus poderes, según la propuesta enviada ayer a la Duma (el Parlamento ruso), estaría el derecho a disparar o a utilizar la fuerza sin advertencia previa –aunque “no contra mujeres embarazadas y minusválidos”, según el texto-, y a entrar en domicilios privados cuando exista una amenaza a las vidas de civiles o al personal de la propia Guardia Nacional. También podrán establecer controles de carretera, pedir la documentación a los ciudadanos y realizar arrestos.

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