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Los turistas muertos de Tailandia que su Gobierno silencia
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¿POR QUÉ CADA VEZ FALLECEN MÁS EXTRANJEROS?

Los turistas muertos de Tailandia que su Gobierno silencia

Los medios británicos califican el país de "trampa mortal". Es exagerado, pero el aumento de las muertes resulta alarmante. Hubo 97 solo en los tres primeros meses de 2016

Foto: Turistas toman fotos en Playa Mai Kaho cuando un avión se acerca al aeropuerto de Phuket, en Tailandia, el 16 de marzo de 2016. (Reuters)
Turistas toman fotos en Playa Mai Kaho cuando un avión se acerca al aeropuerto de Phuket, en Tailandia, el 16 de marzo de 2016. (Reuters)

Una "peligrosa trampa" para turistas. Así definen Tailandia algunos de los diarios de mayor prestigio de Reino Unido. Y es que, después de que varios británicos hayan sido víctimas de crímenes muy mediáticos, los ingleses tienen ojeriza al país del Sureste Asiático. Tanta, que un libro publicado a finales de 2014, 'Tailandia: destino mortal', se convirtió en un éxito. Para las guías de viaje, en cambio, se trata de un país seguro para el turista. Y, sin embargo, la muerte de extranjeros, a veces en circunstancias no muy claras, es una realidad.

Además de asesinatos como el del consultor español descuartizado en Bangkok -que sigue sin resolverse-, en Tailandia fallecen turistas a causa de extraños ataques al corazón o suicidios 'sospechosos'. El Gobierno ya ha admitido su "preocupación" por el aumento de muertes de turistas durante el pasado año. En 2015, al menos 83 viajeros perdieron la vida en Tailandia, según cifras oficiales, un número que disparó la mortalidad un 54%. Sin embargo, sobre el papel, este año puede ser mucho peor: solo en los tres primeros meses de 2016 ya se han confirmado, al menos, 97 muertes de extranjeros, según los casos que han trascendido a la prensa.

La 'guerra' con las cifras es más que evidente. El número de muertos que presenta el Gobierno respecto a 2015 podría estar 'maquillado' e incluir solo turistas de paso y no extranjeros residentes. Pero, sea como sea, la tendencia ascendente en los casos de muerte que llegan a la prensa es notable. Por otra parte, los medios no tienen acceso a las cifras reales, que solo conocen embajadas y consulados y que nunca detallan públicamente. La pregunta, por tanto, es obligada: ¿están maquilladas las cifras oficiales? Según fuentes consulares, sí. El departamento de Asuntos Exteriores de Australia, por ejemplo, sostiene que el pasado año murieron 109 de sus ciudadanos en Tailandia. Es decir, solo sumando los casos de australianos muertos, ya se supera el total que ofrece el Gobierno tailandés.

El problema, advierten algunos representantes turísticos, es otro: a Tailandia le preocupa, obviamente, la repercusión que tiene en medios y en redes sociales cada caso de muerte de un extranjero, algo cada vez más habitual. Sobre todo cuando estas muertes se producen en circunstancias extrañas.

Suicidios bajo sospecha

Calificar Tailandia de “destino mortal” como hacen los medios británicos es exagerado. Con casi 22 millones de turistas al año, las posibilidades de morir visitando el país son mínimas, de una entre más de 300.000, al menos si se observan las cifras de 2015. Pero el aumento de casos es alarmante e incluso más preocupante es la causa de muchas de estas muertes.

No hay semana en que los medios de comunicación no difundan al menos un caso de suicidio de un extranjero, desde hombres abandonados por alguna mujer que saltan desde lo alto de un edificio hasta turistas que se quitan la vida en su habitación de hotel y solo dejan una nota. Y, pese al alto porcentaje de suicidios de foráneos, en Tailandia no existen medidas protectoras ni de concienciación. Muchos casos son difundidos por la prensa de forma explícita, lo que podría crear un 'efecto llamada', sobre todo en un destino vacacional en el que muchos pierden sus ahorros por alargar su estancia.

En marzo, hasta siete muertes de extranjeros fueron clasificadas como suicidios. Cuatro se tiraron desde el balcón de su habitación, dos se suicidaron con fármacos, y el último, de un tiro

Precisamente, el supuesto 'efecto llamada' es una de explicaciones que se ofrecen a tantos casos de turistas o residentes extranjeros que saltan desde lo alto de un apartamento o mueren por sobredosis de fármacos. En marzo, hasta siete muertes de foráneos fueron clasificadas como suicidios -cuatro se tiraron desde el balcón de su habitación; dos se suicidaron con fármacos, y el último, de un disparo-.

Muchos de estos casos resultan sospechosos para la opinión pública, especialmente cuando los extranjeros se arrojan al vacío desde un hotel. La mayoría de los muertos son hombres que viven en ciudades como Phuket o Pattaya, al calor del turismo sexual, y viven con mujeres locales sin hacer demasiadas preguntas.

Por otra parte, algunas muertes de turistas son catalogadas como suicidios para evitar que los medios las difundan como asesinatos. Es sonado el caso del viajero ruso que, de ruta con sus amigos, apareció muerto en su hotel con siete puñaladas. La Policía certificó que se las infligió él mismo para quitarse la vida. O el del turista francés que apareció colgado del techo con las manos atadas a la espalda que se archivó como un suicidio.

Extraños ataques al corazón

Los fallos cardíacos son otra de las causas principales de muerte entre turistas. Y, para muchos, la sospecha surge cuando se trata de personas jóvenes o de mediana edad, sin cuadros médicos complicados y que no habían ingerido drogas. En los siete casos de ataques al corazón registrados en marzo, dos de los fallecidos tenían menos de 40 años. Sirva como ejemplo la muerte en la isla de Koh Tao del veinteañero británico Luke Miller, que apareció muerto en una piscina en circunstancias extrañas. En su momento, se habló de fallo cardíaco.

Los crímenes en Tailandia en los que la víctima es un extranjero siempre reciben un tratamiento particular por parte de la policía local. Además de los posibles homicidios que acaban archivados como suicidios, en casos como el de los mochileros británicos David Miller y Hannah Witheridge, las fuerzas de seguridad intentan buscar a culpables no tailandeses. Se trata de culpar a las mafias internacionales y, así, no dañar al turismo. En la sentencia por el crimen contra la pareja británica, un caso muy mediático en Reino Unido, se ha condenado a muerte a dos trabajadores birmanos sin pruebas concluyentes.

Las carreteras, sin embargo, son la principal causa de muerte entre extranjeros. Tailandia es el segundo país con mayor mortalidad del mundo al volante tras Honduras, según un estudio de la Federación Internacional del Automovilismo. También para turistas. Se recomienda siempre a los extranjeros que usen casco si van en moto y que no alquilen vehículos si no conocen bien la circulación en el país, además de evitar furgonetas y medios de transporte poco seguros en carretera.

Una "peligrosa trampa" para turistas. Así definen Tailandia algunos de los diarios de mayor prestigio de Reino Unido. Y es que, después de que varios británicos hayan sido víctimas de crímenes muy mediáticos, los ingleses tienen ojeriza al país del Sureste Asiático. Tanta, que un libro publicado a finales de 2014, 'Tailandia: destino mortal', se convirtió en un éxito. Para las guías de viaje, en cambio, se trata de un país seguro para el turista. Y, sin embargo, la muerte de extranjeros, a veces en circunstancias no muy claras, es una realidad.

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