Es noticia
La joven suicida de Boko Haram que no pulsó el detonador al ver a su familia
  1. Mundo
al menos 58 muertos y decenas de heridos

La joven suicida de Boko Haram que no pulsó el detonador al ver a su familia

Tres muchachas atacaron ayer el campo de desplazados de Dikwa, en la frontera entre Nigeria y Chad. Pero una de ellas no pudo completar la misión tras descubrir que sus padres y hermanos estaban allí

Foto: Un grupo de mujeres nigerianas decide huir del campo de desplazados de Mairi tras un ataque de Boko Haram en la zona, el 8 de febrero de 2016 (EFE)
Un grupo de mujeres nigerianas decide huir del campo de desplazados de Mairi tras un ataque de Boko Haram en la zona, el 8 de febrero de 2016 (EFE)

El campo de Dikwa, en la frontera entre Nigeria y Chad, acoge a 70.000 personas, lo que lo convierte en el más poblado de la treintena de recintos similares en el estado nigeriano de Borno. Son desplazados de la guerra que sacude el país, víctimas de la brutalidad de Boko Haram, el terrible grupo yihadista que azota África Central. Quizá por eso, estos extremistas -que en 2015 mató a casi 11.000 personas, más que el Estado Islámico- han elegido el campamento de Dikwa una y otra vez como objetivo para sus ataques.

Las tres muchachas que ayer se colaron en Dikwa lo hicieron disfrazadas, camufladas como si fuesen parte de esos mismos grupos de desplazados. A las 5 y media de la madrugada, con las primeras luces del alba, dos de las jóvenes se situaron en diferentes puntos del campo y se hicieron estallar. Una de ellas eligió una de las cocinas al aire libre donde las mujeres preparan los alimentos de sus familias. Las precarias chozas de barro que pueblan el campo apenas ofrecieron protección alguna. Al menos 58 personas murieron, y varias decenas más resultaron heridas.

La tercera, sin embargo, tomó una decisión que cambió su destino y el de otros muchos. Poco antes de presionar el detonador, descubrió que sus familiares, sus padres y hermanos, vivían en el campamento. Nunca llegó a apretarlo: en su lugar se entregó a las autoridades nigerianas y comenzó a revelar información. Según la Agencia Nacional de Emergencias de Nigeria, la muchacha ha avisado de que Boko Haram prepara nuevos ataques contra el campamento, lo que ha llevado al Vicepresidente nigeriano, Yemi Obasanjo, a ordenar que se incremente la seguridad en estos lugares.

"Todo el peso de las fuerzas gubernamentales serán desplegadas para capturar a los responsables de este acto atroz y para hacer frente a los terroristas con el objetivo de proteger la vida, la libertad y las propiedades de todos los nigerianos", ha declarado Obasanjo.

Boko Haram saltó a la palestra tras el secuestro de 276 niñas nigerianas, sacadas a punta de kalashnikov de la escuela en la que estudiaban, y posteriormente mostradas al mundo en un impactante video que provocó una campaña de solidaridad internacional. Las menores se unían a las miles de mujeres retenidas por este grupo en sus zonas de operaciones. Algunas han sido rescatadas por el ejército -en muchos casos, embarazadas de sus captores-, pero otras permanecen cautivas, y unas pocas han sido persuadidas para unirse al grupo. La organización no duda en utilizar a estas jóvenes en sus devastadores atentados suicidas.

El campo de Dikwa, en la frontera entre Nigeria y Chad, acoge a 70.000 personas, lo que lo convierte en el más poblado de la treintena de recintos similares en el estado nigeriano de Borno. Son desplazados de la guerra que sacude el país, víctimas de la brutalidad de Boko Haram, el terrible grupo yihadista que azota África Central. Quizá por eso, estos extremistas -que en 2015 mató a casi 11.000 personas, más que el Estado Islámico- han elegido el campamento de Dikwa una y otra vez como objetivo para sus ataques.

Boko Haram Noticias de África Nigeria
El redactor recomienda