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¿El dinero lo es todo? Bush gastó 2.800 dólares por cada voto de Iowa; Trump, 250
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COMIENZA LA CARRERA POR LA CASA BLANCA

¿El dinero lo es todo? Bush gastó 2.800 dólares por cada voto de Iowa; Trump, 250

Más de 14 millones de dólares para lograr el 2,8% de los votos. Eso es lo que gastó el exgobernador de Florida en anuncios de campaña para los caucus de Iowa que abrieron el camino hacia la Casa Blanca

Foto: El candidato Jeb Bush reparte autógrafos en un evento de campaña en Carroll, Iowa, el 29 de enero de 2016. (Reuters)
El candidato Jeb Bush reparte autógrafos en un evento de campaña en Carroll, Iowa, el 29 de enero de 2016. (Reuters)

Más de 14 millones de dólares para lograr el 2,8% de los votos. Eso es lo que gastó el exgobernador de Florida Jeb Bush en anuncios de campaña para los caucus de Iowa que abrieron el camino hacia la Casa Blanca. Y quien fuera el favorito este verano solo cosechó un serio revés para una campaña que ya sufría un respaldo anémico y menguantes posibilidades. Muchos piden a Bush que arroje la toalla, mientras otros cuestionan su promesa de revertir el resultado en los caucus de New Hampshire, el próximo 9 de febrero.

Definido por muchos como el candidato más destacado cuando comenzó la carrera por la nominación republicana, Bush y su Super PAC se gastaron alrededor de 14,1 millones de dólares en publicidad electoral, según un cálculo de Morning Consult difundido por el 'Huffington Post'. Y, sin embargo, el exgobernador recibió poco más de 5.000 votos, adjudicándose solo un delegado. En otras palabras, se gastó cerca de 2.800 dólares por cada voto que ganó en Iowa. La cifra supone más del doble de lo que se gastó cualquiera de los otros candidatos.

En contraste, el ganador,Ted Cruz(28% de los votos de las asambleas populares de Iowa), se gastó menos de 250 dólares en cada voto obtenido. El multimillonario Donald Trump -que acabó segundo, con el 24%, y siempre se mantuvo como favorito en las encuestas- invirtió todavía menos. Marco Rubio -considerado el otro "gran ganador" de la noche, al quedar solo a unos puntos del ultraconservador Cruz-, solo un poco más que el magnate.

Los analistas de Estados Unidos coinciden: Rubio se sitúa como el potencial candidato de consenso frente a la radicalidad de Cruz y Trump, el hombre que aglutina a los votantes más reacios a los experimentos políticos. El senador por Floridallegó a superar a algunos de sus rivales en los grandes núcleos urbanos,y la tradición marca que en Iowa no gana quien queda primero, sino quien supera las expectativas. El aspirante preferido del 'establishment' republicano parece ir ganando adeptos: un 30% de los votantes decidió apoyarlo en los últimos días, según la cadena CNN.

En este momento, Trump parte como favorito para la cita de New Hampshire. Una encuesta difundida el domingo le otorgaba 38 puntos porcentuales, según el diario 'The Washington Post'. La misma encuesta daba a Rubio 10 puntos porcentuales, pero el legislador hispano de 44 años ha logrado un impulso que atrae la atención de los medios... y de los donantes. Dos claves que pueden cambiarlo todo.

"En campaña, la gestión de las expectativas es la clave. Por ello, el tercer puesto de Marco Rubio, a un escaso 1% de distancia frente al segundo, Trump, es un magnífico resultado para Rubio, que puede considerarse como el otro gran vencedor de la noche. Su campaña coge con este resultado un fuerte impulso de cara a la siguiente cita con las urnas en New Hampshire la próxima semana", señala Daniel Ureña, presidente de The Hispanic Council. Para Ureña, Iowa supone una enorme decepción para la campaña de Trump, quien "ha recibido un baño de realidad. Durante meses se ha movido como pez en el agua en los platós de televisión y en las encuestas, pero a la hora de la verdad, los votos le han fallado".

Más de 14 millones de dólares para lograr el 2,8% de los votos. Eso es lo que gastó el exgobernador de Florida Jeb Bush en anuncios de campaña para los caucus de Iowa que abrieron el camino hacia la Casa Blanca. Y quien fuera el favorito este verano solo cosechó un serio revés para una campaña que ya sufría un respaldo anémico y menguantes posibilidades. Muchos piden a Bush que arroje la toalla, mientras otros cuestionan su promesa de revertir el resultado en los caucus de New Hampshire, el próximo 9 de febrero.

Marco Rubio
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