Una niña alemana inventa una violación a manos de refugiados para evitar un castigo

Una niña alemana de 13 años de origen ruso ha admitido haberse inventado un supuesto secuestro y violación a manos de un grupo de refugiados, que había provocado las iras de gran parte de la sociedad alemana al ser difundido por la prensa de ese país.

Los padres de la joven, identificada con el nombre de Lisa, denunciaron su desaparición el pasado 11 de enero, tras comprobar que aquel día no se había presentado en la escuela, en el distrito berlinés de Marzah. Treinta horas más tarde, la muchacha volvió a casa con heridas en la cara, y les dijo a sus padres que un grupo de hombres de aspecto árabe la había secuestrado y llevado a una casa, donde supuestamente habían abusado de ella.

La noticia contribuyó a alimentar la polémica sobre las políticas de acogida a refugiados e inmigrantes, especialmente candente tras las denuncias sobre robos y agresiones sexuales en la estación de Colonia. La televisión estatal rusa acusó a las autoridades alemanas de no estar investigando las denuncias. “Las noticias de su desaparición fueron mantenidas en secreto durante mucho tiempo”, acusó el Ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, según él por motivos de “corrección política”. La comunidad ruso-alemana comenzó a organizar protestas, apoyados por el grupo islamófobo Bärgida, vinculado al movimiento Pegida, y por el Partido Nacional Democrático, de extrema derecha.

El problema es que todo era falso. Al ser interrogada por especialistas, la joven “admitió inmediatamente que la historia de la violación no era verdadera”, afirma el portavoz de la fiscalía alemana, Martin Steltner. Al parecer, la muchacha había tenido problemas en la escuela que no había querido contar a sus padres, por lo que se escapó brevemente de casa. Atemorizada, inventó la historia para justificar su ausencia.

Un análisis forense de su teléfono móvil, además, demuestra que pasó la noche en casa de una amiga, de acuerdo con el diario “The Guardian”. La niña, traumatizada por todo lo sucedido, está ahora recibiendo tratamiento psiquiátrico, según ha declarado su madre al semanario alemán “Der Spiegel”.