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La interminable telenovela política de Brasil
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traición, conjura y cachondeo en ocho actos

La interminable telenovela política de Brasil

Los capítulos de esta telenovela con tintes tragicómicos ponen al descubierto las características más esenciales de la política brasileña, en la que traición, conjura y enrevesamiento son una constante

Foto: Manifestantes protestan contra el 'impeachment' a Dilma Rousseff en Sao Paulo, el 16 de diciembre (Reuters).
Manifestantes protestan contra el 'impeachment' a Dilma Rousseff en Sao Paulo, el 16 de diciembre (Reuters).

Mientras los políticos y los jueces brasileños deshojan la margarita del 'impeachment' contra Dilma Rousseff, la vida política de Brasil se encuentra aparentemente paralizada. Para un observador europeo, puede parecer que nada nuevo acontece. Craso error. Los capítulos de esta telenovela con tintes tragicómicos ponen al descubierto las características más esenciales de la política brasileña, en la que la traición, la conjura y el enrevesamiento son una constante.

Si eres de los que cree que nada se mueve en el tablero político brasileño, sigue leyendo. El Confidencial reconstruye los actos principales de este teatro del absurdo, en el que nada es lo que parece.

Acto 1: el desencadenante

El 2 de diciembre, después de meses de rumores y desmentidos, el todo poderoso presidente de la Cámara Eduardo Cunha anuncia que autoriza la apertura del proceso de 'impeachment' contra la presidenta de Brasil. Es el resultado de muchos meses de tira y afloja, en el que Cunha intenta desviar la atención de las acusaciones de corrupción en el mayor caso de corrupción de la historia de Brasil, el caso Petrobras, y de haber recibido comisiones por las obras olímpicas en Río de Janeiro.

Acto 2: la carta de desamor del vicepresidente

Cinco días después de esta noticia bomba, el 'número dos' de Dilma Rousseff, Michel Temer, escribe una carta abierta a la presidenta, en la que se desahoga sobre su relación. La carta es filtrada en la prensa y causa un nuevo movimiento sísmico en los delicados equilibrios del poder. En el texto, Temer, que en caso de prosperar el 'impeachment' asumiría el mando del Gobierno, se queja de la “desconfianza” y del “desprecio” de Dilma hacía él, de sentirse un “vice decorativo” y “desvalorizado”, y alardea de su supuesta lealtad a la presidenta. Temer no se corta en construir un discurso rebuscado y usa el latín para defender sus ideas: “Verba volant, scripta manent”, lo que viene a ser las palabras se las lleva el viento, mejor dejar mi queja por escrito.

Dilma es un pesado cadáver político que la izquierda del país se obstina en defender y al que considera un baluarte de la democracia contra los 'intentos de golpe de la ultraderecha'

Lo que puede parecer el lamento de un vicepresidente frustrado, es en realidad una versión más sofisticada de las clásicas lágrimas de un cocodrilo. Lejos de estar postrado en una crisis de autoestima, Temer trama en los bastidores hace meses para acelerar la caída de Dilma. Eso es por lo menos lo que cuenta la prensa brasileña. No hay que olvidar que el vicepresidente pertenece al PMDB, el partido conservador que sostiene el Gobierno del PT en una alianza aparentemente antinatural y que desde siempre aspira a llegar al poder. Cada vez más alejado de Dilma, Temer declara después del culebrón de la carta que el proceso de 'impeachment' es “legítimo”. En los pasillos políticos, varios ministros culpan al vicepresidente por el agravamiento de la crisis política.

Acto 3: la (aparente) reconciliación

El 9 de diciembre Dilma se reúne con Temer en el Palacio del Planalto, en Brasilia, para intentar reconstruir quirúrgicamente una relación muy desgastada. El balance del encuentro es aparentemente positivo y concluye con una declaración de intenciones de buscar una “convivencia proficua”. El día después, Temer declara en Porto Alegre que ambos han superado las divergencias. Sin embargo, el 13 de diciembre la prensa brasileña publica que Temer sigue buscando apoyos en su partido a favor del 'impeachment'. O sea, la conjura sigue.

Acto 4: el cachondeo

En medio del terremoto político, el periódico satírico 'Sensacionalista', una especie de 'Mundo Today' estilo tropical, lanza una curiosa iniciativa desde su web: invita a sus lectores a mandar trozos de la carta de Temer a sus parejas por whatsapp para conocer sus reacciones. El resultado roza lo cómico. Las palabras de Temer quejándose de la desconfianza de Dilma suscitan todo tipo de sentimientos en los ingenuos destinatarios de los mensajes, desde la rabia hasta la ironía. Las conversaciones de parejas basadas en la carta de Temer se convierten en un fenómeno viral: miles de personas literalmente se descojonan de la telenovela política brasileña.

Acto 5: el delirio de omnipotencia de Cunha

Mientras tanto, el presidente de la Cámara actúa de una forma errática. Anuncia la creación de una comisión para analizar el 'impeachment' y asegura que suspenderá las vacaciones parlamentarias de verano para llegar a una solución rápida de este tema. Acto seguido se contradice y decide mantener en pie las vacaciones. Después anuncia que el resultado del proceso de 'impeachment' solo se conocerá en marzo de 2016.

Acto 6: extravagancias de un intocable

Mucho se ha escrito sobre el enorme poder que ha acumulado Cunha en este mandato. El presidente de la Cámara, autor de un rito de impeachment que le convierte en el Deus ex machina de la política brasileña, debe creer que está por encima del bien y del mal. Sigan con atención su conducta antes los intentos de imputarlo por corrupción. Vamos por partes: el Consejo de Ética de la Cámara de los Diputados decide por mayoría procesar al máximo representante de la Cámara baja por esconder que tenía cuentas bancarias en Suiza, en las que supuestamente guardaba los cinco millones de dólares de propina del caso Petrobrás. Siguiendo las reglas del juego democrático, esta comisión parlamentaria dictamina que Cunha debe ser perseguido penalmente. Pero Cunha, lejos de rendirse, pone marcha una estrategia del caracol negándose a recibir en dos ocasiones la notificación al respecto, que después del tercer intento frustrado pasa automáticamente a ser publicada en el Diario Oficial.

Mientras tanto, un diputado afín al presidente de la Cámara recurre la decisión del Consejo de Ética, que tiene que volverse a reunir para analizar la validez de su procedimiento. La estrategia es clara: defenderse por lo formal, ante la imposibilidad de salir ileso por lo substancial. Importante detalle: el 15 de diciembre la Policía Federal allana el domicilio de Cunha en busca de pruebas. Lejos de darse por rendido, el presidente de la Cámara se aferra a un clavo ardiendo e intenta mantenerse a flote como sea.

Acto 7: los jueces pro 'impeachment'

En un escenario muy caldeado, algunos jueces del Tribunal Supremo Federal declaran que la Cámara de los Diputados puede votar las cuentas de Dilma sin contar con el Senado. Lo que parece una decisión sin importancia, entraña una trampa mortal para la presidenta. La petición de 'impeachment' se fundamenta en las famosas pedaladas fiscales que el Gobierno del PT habría realizado para que cuadren las cuentas públicas de 2014 y 2015. En la actualidad, la Cámara está dominada por una mayoría ultraconservadora y antiDilma, mientras que el Senado es más próximo al PT. Dejar este tema en las manos de los diputados equivale a dar un poderoso espaldarazo jurídico pro 'impeachment'. Cabe destacar que el Supremo está sumergido en su propia telenovela particular, en una especie de “Donde dije digo, digo Diego”, en el que algunos jueces quieren entregar el poder a la Cámara de Cunha e otros tratan de contrarrestar lo que la izquierda tacha de “golpe” con la intermediación del Senado.

Epílogo: fluctuaciones de un cadáver político

Dilma Rousseff se ha convertido en la bestia negra de la política brasileña desde su reelección en octubre de 2014. La oposición la critica por su dudosa gestión económica y por los escándalos en la principal empresa petrolera de Brasil, Petrobras, en los que, dicho sea de paso, no se ha demostrado su implicación directa hasta la fecha. Pero el descontento ha cundido también entre sus electores. Según la encuesta Datafolha, hoy el 71% de los brasileños apoya el 'impeachment' contra Dilma, un dato sin precedentes que supera la reprobación que suscitó Fernando Collor de Mello, alejado del poder vía 'impeachment' en 1992. Dilma es, desde todo los puntos de vista, un pesado cadáver político, que la izquierda del país tropical se obstina en defender y al que considera un baluarte de la democracia contra los “intentos de golpe de la ultraderecha”. En más de una ocasión, Dilma ha recurrido a su biografía y a los episodios de tortura que padeció en la época de la dictadura para justificar su liderazgo.

To be continued…

El verano brasileño acaba de empezar y promete ser uno de los más calientes del siglo, por el efecto meteorológico del Niño. Las altas temperaturas que están causando una ola de incendios en Amazonía podría arrasar también el segundo mandato de Dilma Rousseff. Quien conoce en detalles los complicados mecanismos de la política brasileña, asegura que la telenovela seguirá para un buen rato y que puede brindar muchos más elementos tragicómicos en un futuro próximo.

Mientras los políticos y los jueces brasileños deshojan la margarita del 'impeachment' contra Dilma Rousseff, la vida política de Brasil se encuentra aparentemente paralizada. Para un observador europeo, puede parecer que nada nuevo acontece. Craso error. Los capítulos de esta telenovela con tintes tragicómicos ponen al descubierto las características más esenciales de la política brasileña, en la que la traición, la conjura y el enrevesamiento son una constante.

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