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"Voy a quemar vuestro puto templo": la islamofobia cristaliza en Estados Unidos
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EL PRIMER AYUNTAMIENTO DE MAYORÍA MUSULMANA

"Voy a quemar vuestro puto templo": la islamofobia cristaliza en Estados Unidos

La inquietud se refleja en una ciudad de 22.000 habitantes convertida en un icono. En solo 40 años, Hamtramck ha pasado de ser un 90% polaca a tener un consejo municipal de mayoría musulmana

Foto: Agentes de la policía de Nueva York observan a musulmanes durante el rezo ante la mezquita Masjid At-Taqwa, en Brooklyn. (Reuters)
Agentes de la policía de Nueva York observan a musulmanes durante el rezo ante la mezquita Masjid At-Taqwa, en Brooklyn. (Reuters)

Voy a quemar vuestro puto templo”, le dijo un señor a dos mujeres musulmanas y a una niña en una estación de metro de Brooklyn. Según el testimonio de las agredidas, el desconocido, que dijo ser cartero, dio codazos a una de ellas y la escupió en la cara.

En el aeropuerto de Chicago, dos palestino-americanos fueron apartados de la cola para un vuelo con destino Filadelfia. Una señora se sentía “insegura” con ellos a bordo. “Si no se siente segura, que coja el autobús”, respondió uno de los afectados. Según NBC News, los jóvenes llamaron a la policía para denunciar que habían sido discriminados y acabaron embarcando. Una vez a bordo, varios pasajeros les obligaron a abrir la caja blanca que traían consigo.

Ese mismo día, otro vuelo de la misma compañía, Southwest Airlines, en el mismo aeropuerto, se retrasó debido a que varios pasajeros se negaron a permitir que cinco musulmanes subiesen a bordo. La empresa colocó a las cinco personas en otro avión.

Una librería de Colorado llamada Isis, como la diosa egipcia, ha sido atacada cinco veces desde el año pasado. La última ocurrió el fin de semana de los atentados de París: le destrozaron la ventana. El copropietario explicó a la agencia AP que la diosa Isis representa los cuidados humanos, algo opuesto al terrorismo. Él y su mujer dicen que van a mantener el nombre de la tienda.

Los musulmanes americanos son el grupo religioso más diverso de EEUU. Sus opiniones revelan importantes diferencias en términos de igualdad de género, compromiso civil o religiosidad

En un pueblo de Oklahoma, un hombre llamó a la policía para avisar de que dispararía contra “cualquier cosa que parezca un musulmán. Los agentes fueron a hablar con él; este les recibió pistola en mano. Los policías acabaron disparándole.

Un hombre fue arrestado por limpiarse las botas en la alfombra de una mezquita e insultar a los creyentes mientras ondeaba una bandera de Texas.

La policía investiga disparos contra una mezquita de Connecticut. Otra, en una localidad de Texas, fue embadurnada con heces y páginas arrancadas del Corán.

El Consejo de Relaciones Islámico-Americanas (CAIR, por sus siglas en inglés) dice haber documentado muchos más casos de “discriminación, intimidación, amenazas y violencia contra los musulmanes americanos” desde el pasado 13 de noviembre, la noche en que el grupo terrorista ISIS reivindicó los atentados que dejaron 130 muertos y centenares de heridos en París. Estas agresiones en Estados Unidos, dice CAIR, representan una ola “sin precedentes” que supera “cualquier otro periodo de tiempo” desde el ataque del 11 de septiembre de 2001.

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CAIR asegura que el clima antimusulmán ha cristalizado en Washington, donde el Congreso intenta endurecer las condiciones para aceptar a los 10.000 refugiados de Siria que llegarán al país en 2016. Hasta ahora, más de la mitad de los 50 estados norteamericanos, en oposición al Gobierno, rechaza acoger a los huidos bajo el pretexto de la seguridad.

Uno de los precandidatos republicanos a la Casa Blanca más moderados, Jeb Bush, ha propuesto aceptar solo a los refugiados sirios que sean cristianos y que lo demuestren con un examen de religión. El magnate Donald Trump no descarta crear una base de datos para registrar a los musulmanes y obligarles a llevar una identificación especial.

El primer ayuntamiento de mayoría musulmana

La inquietud se refleja en una ciudad de 22.000 habitantes que se ha convertido en un icono. Se llama Hamtramck, está en Michigan y en solo 40 años ha pasado de ser un 90% polaca a estar gobernada por un consejo municipal de mayoría musulmana. En las dos últimas semanas, desde los atentados de París, decenas de medios de comunicación nacionales han patrullado las calles de Hamtramck para estudiar los sentimientos hacia el islam en este pequeño cruce de culturas.

La primera clave fue la economía. El declive de la industria local del motor en las últimas décadas provocó el éxodo de la clase media blanca hacia poblaciones más prósperas de Michigan. Las viviendas de Hamtramck se abarataron y atrajeron a inmigrantes de países como Yemen, Bosnia o Bangladesh, hasta formar un conjunto de 27 lenguas y nacionalidades que practican, mayoritariamente, el islam.

Desde 2004, la antigua 'Pequeña Varsovia' escucha llamadas al rezo cinco veces al día. Algunos vecinos se han quejado del sermón a las seis de la mañana y temen que su festival de cultura polaca y sus 'paczki', que son como donuts fritos, desaparezcan. La vida nocturna, dijo la alcaldesa a 'The Washington Post', se resiente, porque los negocios situados a 150 metros de las cuatro principales mezquitas no venden alcohol.

Las elecciones municipales del pasado 3 de noviembre estuvieron marcadas por la desconfianza. Se distribuyeron panfletos con mensajes islamófobos; los carteles electorales de uno de los candidatos musulmanes amanecieron tachados con una equis; otro apareció con una esvástica dibujada en la frente. Los concejales musulmanes citados reiteran que la religión no es un factor y que no hay ningún motivo para temer ningún problema de convivencia.

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Mapa del islam en Estados Unidos

Pese a su notoriedad, el caso de Hamtramck resulta una excepción en un país donde las personas de confesión islámica ni siquiera representan el 1% de la población: casi 10 veces menos, proporcionalmente, que la población musulmana de Francia. Formado por diferentes capas de inmigrantes yemeníes, turcos, bosnios, indonesios, pakistaníes, sirios o marfileños a lo largo de siglo y medio, el islam estadounidense elude cualquier patrón geográfico, nacional o ético.

“Los musulmanes americanos son el grupo religioso más diverso de Estados Unidos”, dice la agencia Gallup en su estudio 'Muslim Americans: A National Portrait'. Sus opiniones “revelan importantes diferencias en términos de igualdad de género, compromiso civil, evaluación de la vida, religiosidad y más”.

Según el informe, los hombres y mujeres musulmanes tienen el mayor grado de igualdad salarial de los Estados Unidos: ganan aproximadamente lo mismo. Las mujeres musulmanas son las más instruidas, después de las mujeres judías, y solo la mitad de la juventud islámica está registrada para votar, menos que la media nacional y muy cerca de los católicos.

El grupo más abundante de musulmanes lo forman los afroamericanos, un 25%. Muchos de ellos abrazaron el islam en el clima de lucha por la igualdad racial del pasado siglo, animados, quizá, por embajadores de la talla de Malcolm X o el boxeador Muhammad Ali, que renunciaron al nombre cristiano por considerarlo un vestigio directo de la esclavitud.

La alcaldesa de Hamtramck, Karen Majewski, a la que se le llegó a preguntar en la CNN si tenía “miedo”, ha especificado que su localidad no es mayoritariamente musulmana. Sí lo es el ayuntamiento, cuyo consejo municipal, de seis miembros electos, tiene cuatro musulmanes. “Somos una ciudad pequeña”, declaró. “Los asuntos para la mayoría de nuestros residentes son: ¿podemos arreglar las calles? O la farola que está averiada frente a mi casa (...) No hay el nivel de miedo que escuchamos cuando hablamos de los niveles (de alerta) internacionales”.

Voy a quemar vuestro puto templo”, le dijo un señor a dos mujeres musulmanas y a una niña en una estación de metro de Brooklyn. Según el testimonio de las agredidas, el desconocido, que dijo ser cartero, dio codazos a una de ellas y la escupió en la cara.

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