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Bernardino León: “Los atentados en París no nos ponen ante la III Guerra Mundial"
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ENTREVISTA EXCLUSIVA DE 'EL CONFIDENCIAL'

Bernardino León: “Los atentados en París no nos ponen ante la III Guerra Mundial"

El representante de la ONU en Libia radiografía a este diario los atentados de París y explica con detalle la polémica de su fichaje por la Escuela Diplomática de Emiratos Árabes Unidos

Foto: Bernardino León. (EFE)
Bernardino León. (EFE)

Bernardino León (Málaga, 1964), el diplomático apagafuegos de José Luis Rodríguez Zapatero, gran experto en el mundo árabe, atiende a El Confidencial, vía telefónica, desde Túnez. El viernes se quedó toda la madrugada pendiente de las imágenes de televisión que llegaban de los atentados yihadistas en París. El representante de la ONU para Libia, que sopesa aceptar una polémica oferta para fundar una escuela diplomática en Emiratos Árabes Unidos que explica también aquí, ha cerrado un acuerdo de paz con las distintas partes del conflicto en el país libio. Habla de todos estos temas y sobre todo del foco informativo en la capital francesa.

PREGUNTA.- ¿Cómo se enteró de los atentadosde París?

RESPUESTA.- La noticia nos llegó cuando estábamos negociando con distintos representantes libios. Fue un impacto enorme. Ha sido una noche muy larga y muy difícil, con imágenes durísimas que a todos los que estamos trabajando para que Libia salga del caos, un país con desgobierno y violencia generalizada, nos han hecho recordar lo importante que es culminar el trabajo. Libia es uno de los escenarios donde se dirime la batalla que Daesh tiene con el resto del mundo y con un peligro enorme.

P.- ¿Estamos en guerra?

R.- Creo que no, tenemos que ser muy realistas. El ataque es brutal, de un impacto enorme y nos ha dejado a todos muy afectados porque es muy duro cómo se producen, como nos ha ocurrido en España con los atentados del 11-M, Londres o Nueva York con el 11-S. Lo que sí tenemos que tener muy claro es que estos ataques están originados por fuerzas muy minoritarias. El Estado Islámico, una fuerza que se asienta en una región de 1.500 millones de personas, puede que tenga, según algunas estimaciones, 20.000 o 30.000 efectivos. Es una fuerza importante, pero es una gota en un océano. Tiene una capacidad enorme de hacer daño y es verdad que cuenta con una gran cantidad de dinero.

Es una amenaza muy importante pero no caigamos en generalizaciones por lo que estos yihadistas miserables están haciendo y seguirán haciendo

P.-¿Y cómo se combate la por algunos llamada III Guerra Mundial o Tercera Guerra Global?

R.- No pueden vencernos y no tienen la dimensión necesaria para decir que estamos ante una Guerra Mundial. Lo que sí es evidente es que esuna amenaza muy importante, quizá la más importante que tenemos en este momento, pero no caigamos en generalizaciones, ni etiquetemos a todo el mundo árabe o musulmán por lo que estos yihadistas miserables están haciendo y seguirán haciendo. Sepamos muy bien quién es el enemigo. Cuando se dan respuestas que tienden a la generalización se les da baza. Es el momento de ser fríos, de ver qué tipo de reacciones buscan y ser másinteligentes que ellos.

P.- La negociación es imposible.

R.- Desde luego. No es la vía de trabajo en la que estamos en este momento. Ellos fomentan desarrollar acciones como esta, en secreto, sin ofrecer ninguna alternativa. La vía más adecuada es la de la investigación o la policial.

P.- ¿Hace falta una invasión terrestre contra Daesh?

R.- En el caso de Libia, que es el que conozco mejor, la solución pasa por la movilización de los propios libios. No se trata de aniquilarlos, sino de reducirlos y apartarlos del control de las zonas donde en estos momentos imponen su ley. Hemos visto imágenes muy duras de ejecuciones públicas y control de localidades en Libia y asesinatos en mitad de la calle. Todo esto tiene que dejar de ocurrir. Las personas tienen que ser detenidas, ser juzgadas, y pagar un precio por lo que están haciendo. Hay que imponer el control del Estado y el poder de la ley. Así se trabaja frente a ellos.

P.- Bachar Al Asad, presidente de Siria, dice que los atentados de París son el resultado de la política francesa.

R.- Hay que evitar caer en esa trampa. Al Asad es un ejemplo de un cierto oportunismo político. Parte de lo que ocurre en Siria tiene que ver con Daesh, pero también con una oposición democrática pro occidental que no tiene ningún tipo de cercanía con los terroristas que están detrás de estos ataques. Lo que quieren es enfrentarse a un régimen dictatorial, que tiene su parte de responsabilidad en lo que está ocurriendo. Hay que saber evitar caer en ciertas trampas de Al Assad, que tiene su parte de responsabilidad.

P.- ¿Es necesaria una cumbre antiterrorista tras los atentados de París?

R.- Hacen falta muchas. No hay soluciones fáciles ni atajos. No se trata sólo de una cumbre o una reunión. Llevamos muchos años enfrentándonos a esta amenaza. España es uno de los países del mundo que más yihadistas ha detenido, con más éxito policial, y donde tenemos grandes profesionales. En general lo que sabemos es que la mayoría de estas operaciones acaban fracasando. Hace apenas unos días se frustró una operación de un grupo en el norte de Europa que pretendía realizar atentados en algunos países escandinavos. La acción policial en general es eficaz.

P.- Pero habrá muchosmás controles de seguridad en los aeropuertos y en las estaciones de tren.

R.- Nuestras sociedades occidentales siempre tendrán cierto grado de exposición. Tenemos que intentar que no se generalice un clima de miedo y de reducción de libertades porque también es lo que persiguen estos terroristas: cambiar nuestro modo de vida. Hay que ser fuertes defendiendo nuestros valores e insistiendo en que no los van a cambiar. Todos los países europeos llevan un cierto tiempo con sistema de alerta policial y es muy posible que después de lo que ha ocurrido se refuerce, pero podemos defender nuestros valores al mismo tiempo que un mayor control policial.

P.- ¿Qué papel puedenasumir la OTAN y los servicios de inteligencia?

R.- La inteligencia europea es muy importante porque controla la actividad de estos grupos de terroristas, no sólo en nuestro continente, sino en otras zonas como Libia, donde eventualmente se podría preparar una operación contra países occidentales. Su labor en estos momentos es capital. A la OTAN le veo ahora un papel menos importante. Podría realizar algún tipo de actividad militar en el futuro, pero desde luego en estos momentos no lo veo. En aras de la narrativa de los que utilizan estos movimientos yihadistas para decir que Occidente está contra nosotros o países cristianos siempre es mucho mejor que los propios países respondan de manera inmediata.

P.- ¿Será más efectivo que una respuesta de Francia o Estados Unidos?

R.- Sin duda, sin duda. Tenemos la obligación de apoyar esas acciones, pero esos países tienen que tener una respuesta muy clara. El rechazo al terrorista es completamente generalizado en la mayoría de estas poblaciones.

P.- ¿Aumentará la xenofobia contra el árabe en Europa?

R.- Por eso hay que ser fríos y ver qué tipo de reacciones pretenden provocar en nosotros. A ellos la narrativa de todo lo que sea rechazo a lo árabe o musulmán les ayuda a generar esa sensación de que Occidente es el enemigo y deldiscurso de odios. Tenemos que saber quién es el enemigo y cómo luchar eficazmente contra ellos.

P.- ¿Son factores importantes para que París se convirtiera en objetivo terrorista la laicidad del Estado francés y la presencia de Francia en Mali?

R.- Francia está muy presente en elÁfrica subsahariana, una zona donde este tipo de movimiento yihadista está intentando abrir espacios. Estuvieron a punto de controlar Mali y Francia fue determinante para que eso no ocurriera. Es percibida como un Estado profundamente laico y problemático para ellos, considerado por ellos como contrario a los valores que los yihadistas pretenden imponer. Por eso no es de extrañar que Francia sea un objetivo importante para ellos.

P.- ¿Bernardino León ya no es “el chico de oro”, como aparecía en los cables de Wikileaks?

R.- Creo que nunca lo he sido. Mi visión de mí mismo es mucho más modesta. Lo poco o mucho que he podido hacer a lo largo de mi vida es el resultado más que brillante de un trabajo muy duro y bien hecho. Es lo que puedo poner encima de la mesa. Lo único que pido a quienes me juzgan es que no lo hagan con etiquetas. Ni en aquel momento cuando me preguntaban por el chico de oro no daba por buena esa etiqueta, ni en este momento que me ponen etiquetas más negativas; pido que se mire el trabajo que se hace, con una visión más a fondo de las cosas.

P.- Su anunciado fichaje como director de la Escuela Diplomática de Emiratos Árabes Unidos ha generado una gran polémica. ‘The Guardian’ publicó un posible conflicto de interés al defender Emiratos, que esuna de las partes en el conflicto de Libia.

R.- Pido que se miren las cosas en su conjunto. Los que siguen el proceso en Libia saben que estamos a punto de cerrar el acuerdo y es posible que estemos en una casualidad en aras a una campaña por la honestidad de los enviados de la ONU, pero en mi opinión la campaña persigue acabar con la perspectiva de un acuerdo político en Libia. No sólo se dirige contra mí, sino contra Paolo Serra, el general italiano de prestigio que reforzará nuestro equipo, e incluso contra mi sucesor. No es un hecho aislado. A cada uno se le ataca por una cosa.

P.- Explique su caso [llegó a reconocer que podría haber hecho las cosas de manera “muy distinta”].

R.- Pensar que toda mi labor se fundamenta en unas frases manipuladas y sacadas de contexto, como se puede demostrar muy fácilmente, es algo que yo no pretendo responder con una frase: “Mire esto no es así”. Lo único que pido a los medios de comunicación es que contrasten esa opinión con los hechos. ¿Hay algo en las propuestas del Gobierno de unidad nacional que Bernardino León ha hecho que demuestre algún tipo de parcialidad? Si lo hay, hay que decirlo. Y si no, también. Una persona honesta puede realizar una actividad profesional posterior, la que sea, sin que tenga que tener ninguna influencia, como es evidente en mi caso, en la actividad anterior.

P.- ¿Era incorrecta la información que publicó el diario ‘The Guardian’?

R.- En el mensaje que relata el diario hay al menos tres manipulaciones. La primera es eliminar todas aquellas afirmaciones que demostrarían que no apoyo a uno de los lados de la guerra, que es la tesis que se defiende en el artículo. El email contiene muchas críticas al general Hafter, al primer ministro Abdullah al-Thinni o incluso hago críticas claras a los países que pueden dar armas en la guerra en el país. Esa parte se ha cortado completamente y demuestra que no hay ninguna agenda de apoyar a ese lado frente al otro. Si no, no tendría sentido en un mensaje privado.

También se eliminó la frase en la que decía que el objetivo era un Gobierno neutral en Trípoli. Un periodismo serio tendría que haberlo tenido en cuenta, incluso con frases que pudieran mostrar una parcialidad del mediador creo que al menos las otras frases deberían haberse tenido en cuenta. La tercera manipulación, más clara y brutal, es la de cambiar frases directamente del texto. Por ejemplo, después de decir los grupos terroristas que amenazan Libia, hablado de romper la alianza entre los moderados y los islamistas radicales, pero en la información desaparece la palabra “radicales” y se añade que “mantienen a flote” el Parlamento de Trípoli. Esa manipulación induce a error a sus lectores porque cambia claramente mis palabras. Luego hay otra frase que también menciona ‘The Guardian’. En el informe que se me atribuye se dice: “El proceso no puede incluir a todo el mundo, pero hay que ampliarlo hasta donde sea posible”. Esta segunda frase la suprime, de manera que dejando solo la primera parte parece querer llegar al lector a lo contrario que se afirma de verdad en esta nota. Hay una triple manipulación.

P.- ‘The New York Times’ también se hizo eco de la noticia el pasado jueves.

R.- Esta es otra paradoja que hay que poner de manifiesto. Dijo que un enviado de la ONU apoya a una parte. Sin embargo, la foto de la manifestación contra mí que aparece en ‘NYT’ es una imagen que quienes se están quejando y manifestando contra el enviado de la ONU es la otra parte, la que teóricamente yo estaría favoreciendo porque considera que Naciones Unidas más bien favorece a los islamistas. De esta paradoja probablemente no se dio cuenta ‘The New York Times’, además del ‘timing’. ¿Por qué en este momento?

Voy a hacer un trabajo con plena transparencia y en el que las únicas condiciones que he pedido es que sean parecidas a las que tendría en Madrid actualmente

P.- ¿Cobrará 49.000 euros al mes (1.500 euros al día) como anunció ‘The Guardian’?

R.- No es cierto. Pretenden presentarme como si quisiera vivir en un Palacio de las Mil y una Noches. Sin embargo, en el propio texto se cuela una frase donde digo: “Lo único que pido es tener una casa parecida a la mía de Madrid”. Lo de que quiero es vivir en una zona de viviendas exclusivas parece que no se corresponde con esa frase. No es una petición muy desorbitada, ni que refleje un ansia de lujos especiales. Voy a hacer un trabajo con plena transparencia, que tiene una naturaleza fundamentalmente académica, y en el que las únicas condiciones que he pedido es quesean parecidas a las que tendría en Madrid con mis funciones actuales.

P.- ¿Cuánto ganará?

R.- No tengo las cifras exactas. El mercado inmobiliario es terriblemente caro en Abu Dabi. Se ha presentado una imagen de grandes cantidades de dinero y lujo, pero insisto: lo único que he pedido es mantener el mismo nivel adquisitivo.

P.- ¿Entonces de dónde salen esos 49.000 euros al mes?

R.- De la mezcla de valores diferentes con cifras infladas que no tienen en cuenta el régimen fiscal. Ganaría más que ahora en mi puesto de la ONU, pero no mucho más. Todavía no sé el resultado final y no he firmado el contrato.

P.- ¿Cuál es su sueldo en la ONU?

R.- Es una cifra inferior a los 14.000 dólares mensuales, pero no sabría decirlo de modo exacto.

P.- ¿Sabía que Emiratos Árabes Unidos (EUA) estaba enviando armas a una de las partes del conflicto libio, en violación de las disposiciones de la ONU, mientras le estaban ofreciendo un empleo en Abu Dabi?

R.- Evidentemente no lo sabía. He pedido que se investiguen y clarifiquen esas informaciones. Y además el famoso texto que se analiza lo deja muy claro porque tengo una actitud beligerante no sólo en público, sino también en privado, de cualquier tipo de apoyo militar o económico a quienes estaban luchando en la guerra.

P.- Si se confirma esta información, ¿no fichará entonces por la Escuela Diplomática de EUA?

R.- Por supuesto. Es evidente.

P.- ¿Está satisfecho del comunicado que ha emitido el viceministro de Asuntos Exteriores de Emiratos desmintiendo esos datos?

R.- Es tranquilizador. Partamos de la base que tiene una política exterior muy clara. Igual que están apoyando el conflicto bélico en Yemen o apoyando a la coalición internacional en Siria no tendrían ningún problema en manifestar si tuvieran una posición diferente. Lo que dice el viceministro reafirma lo que yo he vivido con Emiratos y los demás países, que en un momento anterior estuvieron apoyando a un lado u otro. En los últimos meses países como Qatar, Turquía o Egipto, que con frecuenciason mencionados por los analistas internacionales, han llegado a la conclusión de que el proceso en Libia podría funcionar y es la mejor opción en estos momentos.

No soy una persona que tenga más en su vida que su propia trayectoria profesional y eso es todo lo que tengo. Para mí no hay nada más importante que eso

P.- ¿Y si tras su fichaje se demuestra que sí se enviaron armas a una parte del conflicto?

R.- Espero que no ocurra y que esa sea la clarificación que llegue estos días. Si no hubiera estado absoluta y profundamente convencido no me hubiera nunca planteado hacerlo. Y por una razón: no soy una persona que tenga más en su vida que su propia trayectoria profesional y eso es todo lo que tengo. Para mí no hay nada más importante que eso. Por eso he tomado la decisión que he tomado y trataré de ser consecuente con ella.

P.- No es la primera vez que denuncia una campaña contra su imagen.

R.- En primer lugar, recuerdo que hay que ser enormemente prudente con todo lo que se publica. La gente está matando. Libia está en guerra y hay enormes intereses económicos. La campaña más grave fue la distorsión de declaraciones de Mohamed el Baradei que hablaba de las negociaciones que tuvimos para intentar evitar el enfrentamiento en Egipto después de la presencia en las plazas de El Cairo de los Hermanos Musulmanes. Y de una frase de el-Baradei que termina diciendo que aquello no funcionó y recuerda que Bernardino León está intentando hacer algo parecido en Libia. Sin embargo, se fabricó una campaña en lo que se decía lo contrario que decía el Baradei.

P.- ¿Cuándo toma la decisión de aceptar la oferta de Emiratos?

R.- Fue bien entrado el pasado mes de julio, cuando apenas me quedaban cuatro semanas para dejar la ONU. Sabía que podía condicionar el trabajo que se llevaba haciendo desde hace muchos meses. Sólo la acepté cuando mi propuesta estaba ya encima de la mesa y nada podía alterar el rumbo; ya estaba muy cerca el final de mi contrato.

P.- ¿No tenía más ofertas?

R.- Hay ofertas de alguna universidad de Estados Unidos.

P.- ¿Y entonces qué le seduce de EUA?

R.- Se trata de un proyecto único en el mundo de las Relaciones Internacionales, que incluye un Máster y un centro de investigación. Me han ofrecido total libertad para montarlo con mi propio criterio. Quisiera, y es la intención de Emiratos, que sea un centro muy abierto en la cooperación internacional. Espero tomar la decisión antes de que acabe el año.

P.- ¿Es Emiratos una monarquía democrática? Sus primeras elecciones libres fueron en 2006.

R.- No es monarquía feudal dictatorial, como algunos dicen. Está en proceso de reformas graduales para luchar contra la corrupción e introducir elementos electorales. Se encuentra en un proceso de modernización. Queda trabajo por hacer, pero está avanzando en algunos temas como la integración de la mujer.

P.- ¿No contempla fichar por Pedro Sánchez en un hipotético Gobierno presidido por él? Estaría en las quinielas como ministro de Asuntos Exteriores. [En 2014 fue uno de los ‘cerebros’ de la candidatura de Eduardo Madina en las primarias del PSOE].

R.- Espero que Pedro Sánchez tenga un buen resultado electoral, pero creo que ya tiene un equipo muy hecho. No creo que esté en las quinielas para ser ministro de Sánchez. Llevo ya muchos años de vida pública o política. Me quiero dedicar más a la reflexión, a lo académico y a escribir.

P.- ¿Su caso no es un ejemplo de puertas giratorias como el de Elena Salgado con Endesa o Felipe González con Gas Natural?

R.- No. Lo de las puertas giratorias define a personas que están en política y que después de trabajar unas con otras vuelvan a tener relación. No me voy a trabajar a la empresa privada, pero yo no tengo ninguna critica a quien en su momento de su vida trabaja en el sector privado.

Bernardino León (Málaga, 1964), el diplomático apagafuegos de José Luis Rodríguez Zapatero, gran experto en el mundo árabe, atiende a El Confidencial, vía telefónica, desde Túnez. El viernes se quedó toda la madrugada pendiente de las imágenes de televisión que llegaban de los atentados yihadistas en París. El representante de la ONU para Libia, que sopesa aceptar una polémica oferta para fundar una escuela diplomática en Emiratos Árabes Unidos que explica también aquí, ha cerrado un acuerdo de paz con las distintas partes del conflicto en el país libio. Habla de todos estos temas y sobre todo del foco informativo en la capital francesa.

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