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Patean a dos Femen que interrumpieron un congreso musulmán sobre la mujer
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"Nadie me mantiene, nadie me posee, soy mi propio profeta"

Patean a dos Femen que interrumpieron un congreso musulmán sobre la mujer

Las dos activistas fueron reducidas con violencia en cuanto los asistentes las vieron subirse al escenario con el torso desnudo

La conferencia sobre el papel de la mujer en la comunidad musulmana celebrada en Francia durante los días 12 y 13 de septiembre se vio interrumpida por dos activistas de Femen que saltaron al estrado con el torso descubierto. Las dos mujeres entraron en el Salón Musulmán de Pontoise con el pecho destapado donde llevaban escritos varios mensajes reivindicativos. Al grito de “Nadie me mantiene, nadie me posee, soy mi propio profeta”, la intervención de los conferenciantes sufrió un corte por este hecho.

En cuanto los asistentes se dieron cuenta de lo que estaba pasando subieron al escenario para atacar a las activistas, que fueron reducidas con violencia. Una de ellas llegó a ser víctima de varias patadas cuando se encontraba en el suelo. Con su intervención, las mujeres pretendían poner en relieve su rechazo a que en este tipo de conferencias se anime a que el género femenino sea “dócil y silencioso”, según Femen informa en su propio perfil de Facebook.

En el mismo post, publicado el pasado domingo, la organización muestra su repulsa a que se inste a las mujeres a “servir con abnegación a su marido”. Además, el escrito de Femen también pone en relieve el hecho de que los imanes negaran cualquier acreditación a los medios para que no se hicieran eco de sus palabras. “El odio a las mujeres es ilegal. El sexismo es racismo. La esclavitud moderna es delito”, termina el texto.

La conferencia sobre el papel de la mujer en la comunidad musulmana celebrada en Francia durante los días 12 y 13 de septiembre se vio interrumpida por dos activistas de Femen que saltaron al estrado con el torso descubierto. Las dos mujeres entraron en el Salón Musulmán de Pontoise con el pecho destapado donde llevaban escritos varios mensajes reivindicativos. Al grito de “Nadie me mantiene, nadie me posee, soy mi propio profeta”, la intervención de los conferenciantes sufrió un corte por este hecho.

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