"Somos clase media y sector privado, los que sostenemos todo pagando impuestos"

Tres señoras perfumadas guardan fila en una elegante pasteleríaengullida por la manifestación. La primera ha elegido un praliné con forma cónica; la segunda un bollito de naranja y coco; y la tercera una galleta con los colores de Grecia ensombrecidos por un finísimo espolvoreado de canela.

En la solapa, adheridas con cuidado, llevan pegatinas del “Nai” (Sí), que es lo que piensan votar este domingo en el crucial referéndum griego. “Sí a la Unión Europea, al euro y a la democracia”, nos explican ya fuera, formando un corrito, a distancia prudencial del escenario y del brazo de sus respectivos maridos.

A la "marcha"por el “sí” acudieron el viernes por la noche unas 17.000 personas, según la policía. Algo menos que los que se proclamaron a favor del “no” (25.000) e infinitamente más discretos.

Los altavoces pedían la dimisión de Alexis Tsipras sin elevar el tono más de lo estrictamente necesario. Dos agentes antidisturbios, con corazas de Robocop y peinados a cepillo, ayudaban a una madre con el carrito de su bebé. Por instantesparecía un domingo de verano en una ciudad de provincias más que un acto político en la capital más convulsa de Europa.

“No es una manifestación politizada, en el sentido de que no hay partidos políticos detrás. Muchos creemos que la culpa es de los viejos partidos políticos, aunque tampoco nos convence lo que hay ahora. Yo, por ejemplo, siempre he votado al centro izquierda y no soporto a Nueva Democracia (principal partido de la derecha)",dice Georges, abogado de unos 40 años, que se prepara un cigarrillo de liar con una mano y dice haber perdido un 30 por ciento de poder adquisitivo desde que empezóla crisis.

Aquí somos clase media, con estudios universitarios, emprendedores, sector privado, gente que ha viajado o trabaja en multinacionales

"Aquí los que estamos somos en su mayoría profesionales, clase media, con estudios universitarios, gente formada, emprendedores, sector privado, gente que ha viajado y trabaja en multinacionales. En la plaza Syntagma (donde se reunían los partidarios de Syriza) encontrarás desempleados, funcionarios, clases bajas y gente muy joven”, continúa Georges.

“La austeridad y la crisis la hemos sufrido todos, no hay víctimas y vencedores, como se intenta hacer creer. Nosotros también pensamos que hay que negociar con Bruselas, pero no amenzando con salir de la UE porqueeso es un suicidio”, explica su mujer, Katerina, que se ríe cuando le preguntamos su profesión. “Soy empleada pública...pero aquí estoy”, confiesa finalmente.

El mensaje que se repite no es rico en matices: el “sí” en el referéndum es un “sí” a la Unión Europea y a la modernidad, por la que los presentes dicen estar dispuestos a pagar un alto precio,el que ponen los acreedores. Por megafonía y en los grupitos se repite el mismo argumento, jalonado con banderas de Grecia y de la Unión Europea, a la venta a 10 euros la unidad en tenderetes improvisados, en su mayoría por inmigrantes.

Grecia necesita un nuevo pacto con Europa, pero siempre dentro del euro

Los manifestantes se mantuvierondurante varias horas, sin amontonamientos ni tensiones. “Estoy aquí por mi país, para apoyar a Grecia y evitar que mi país salga del euro”, dice Maro, que trabaja en una multinacional de capital griego con intereses en toda Europa del Este.

En los corrillos cunde otro sentimiento: el de desconfianza ante las intenciones de Syriza. Helen, una doctora de unos 50 años,saca del bolso un artículo escrito por"un conocido psiquiatra de Atenas" (un tal Christos Yakis) que atribuye a Varufakis un “narcisismo incurable”. “Y ya sabes lo que le pasó a Narciso, que se cayó al lago mirando el reflejo de su belleza en el agua y murió ahogado. Es una metáfora de lo que nos va a pasar. Van a acabar ahogando a Grecia”.

Georgios, un economista jubilado, cita a Vargas Llosa, habla durante cinco minutos de Podemose insiste en que Grecia “necesita un nuevo pacto con Europa, pero siempre dentro del euro", mientras que"este referéndum, que roza lo ilegal, nos manda fuera, a la ruina". E insiste: "Somos la clase media, el sector privado, losque pagamos impuestos y sostenemos el resto. Hay un error de diagnóstico en este país. Aquí no sufrimos el neoliberalismo sino un exceso de estatismo. Y es eso lo que nos ahoga”, concluye.