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Hablan madres de yihadistas occidentales: “Nos organizamos para traerlos de vuelta”
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“NUESTRA YIHAD ES QUE REGRESEN A CASA”

Hablan madres de yihadistas occidentales: “Nos organizamos para traerlos de vuelta”

¿Qué lleva a un joven canadiense de familia acomodada a radicalizarse? Meses después de que su hijo muriese en Siria, a Christianne le asaltan un sinfín de preguntas. ¿Podría haber hecho algo por él?

Foto: La canadiense Christianne Boudreau con su hijo Damian tras su conversión al islam.
La canadiense Christianne Boudreau con su hijo Damian tras su conversión al islam.

“Cuando tenía 17 años,Damian intentó suicidarse. Fue durante su recuperación en el hospital cuando comenzó a explorar en el islam. Fue en ese momento cuandodecidió convertirse”. Christianne Boudreau es la madre de uno de los yihadistas extranjeros que, de manera inesperada, decidieron marcharse a combatir a la Siria del Califato. Tras instruirse durante algunos años en el islam, este joven de Canadá le comentó a sus padres que quería estudiar en Egipto.

“Descubrimos a través de la inteligencia canadiense que mi hijo se encontraba en Siria”, explica su madre a El Confidencial. “Decía que quería salvar a las mujeres y a los niños (del régimen de Al Asad). Pronto perdimos el contacto. (…) Tiempo después un periodista canadiense me confirmó que Damian había muerto en combates (del Estado Islámico) contra el Ejército Libre de Siria (rebeldes)”, cuenta Christianne en una llamada telefónica.

Pero, ¿qué puede llevar a un joven canadiense, de una familia acomodada de la ciudad de Calgary, a radicalizarse dentro del islam? “Durante su adolescencia, Damian sufrió varios cuadros de depresión…”, intenta justificar su madre. Christianne explica que el hecho de que la familia se mudase de Nova Scotia a Calgary tuvo efectos en el chaval. “Tenía dificultades para encontrar su lugar y relacionarse con sus compañeros”, cuenta. Pronto, el joven entró en contacto con la comunidad islámica de la ciudad (cerca del 3,5% de la población) al enamorarse de una joven musulmana. Pero fue su fobia social la que le llevó a buscar refugio en el islam. “Pronto dejó de salir y se pasaba el día en casa”, relata su madre.

Damian decidió iniciar su búsqueda interior en un viaje por Oriente Medio en noviembre de 2012, cuando rompió cualquier tipo de contacto con sus padres. A través de cuentas de twitter y de las autoridades y periodistas, la familia descubría poco a poco los pasos de su hijo. Una vez en Siria, el canadiense se alistó en el Frente al Nusra, la filial de Al Qaeda en el país pero, meses más tarde, se integró en las filas del Estado Islámico. Según cuenta su madre, Damian murió en un combate contra las facciones rebeldes. Pero un año y medio después de su muerte, a Christianne le abordan distintas preguntas, ¿podría haberlo evitado? ¿Podría haber hecho algo por su hijo?

La unión de madres de yihadistas

“Me sentía sola e incapaz de encontrar nadie que me comprendiera”, explica Christianne. Fue así como decidió ponerse en contacto con algunas organizaciones especializadas en radicalización religiosa. En una reunión en Berlín conoció a otras dos madres de yihadistas que también habían muerto combatiendo en Siria. “Decidimos formar un grupo internacional de madres, primero para apoyarnos entre nosotras y, segundo, para darnos fuerza y alzar nuestra voz”. Y de dicho grupo de madres surgió la organización “Madres por la vida”, un proyecto que integra a madres musulmanas y no musulmanas de siete países diferentes: Estados Unidos, Canadá, Francia

Hace apenas unos días lanzaron una carta abierta dirigida a sus hijos. “"Incluso si piensas que la muerte te dará una vida ‘mejor’”, dice el texto, “recuerda que incluso el profeta Mahoma dijo: ‘El paraíso está a los pies de tu madre’”. “Alguien os ha dicho que la otra vida, después de esta que hemos compartido juntos, es más importante, más valiosa que la vida con tu madre. Os han dicho que nos abandonéis y os vayáis a luchar por la justicia y por el honor, que ofrezcáis vuestra vida para encontrar 'otra vida'. Pero recuerda, tu madre también lucho por la justicia y por el honor cuando te dio a luz, sufriendo orgullosa el dolor y luchando por darte la vida”.

El documento, que ha sido difundido a través de la cuenta de Facebook y otras redes sociales, pretende llegar hasta sus hijos y animarles a que vuelvan a casa, “esta es nuestra propia yihad, nuestro sacrificio y dedicación a ti”, puede leerse. “Alguien te dijo que nosotras no tenemos la fe verdadera, que tus hermanos y hermanas en Siria e Irak son más importantes que tus hermanos y hermanas aquí en casa”. “Siempre seremos vuestras madres. Siempre estaremos esperando vuestra vuelta a casa, abandonadas y solas en esta vida (…) ¿Es esa la maternidad que te han enseñado, forzarnos a hablar abiertamente de esta herida sin cicatrizar?”, se preguntan.

En la misiva,llaman a otras a unirse al grupo para prevenir la “emigración” de sus hijos al “Estado islámico” o para buscar apoyo si su hijo ya ha desaparecido. “No nos quedaremos calladas y no desapareceremos. Somos Madres por la vida”, cierra el texto.

Impedir la 'Hijra' (emigración) al Califato

“Nuestros hijos fueron reclutados a través de las redes sociales (como Facebook o Twitter), así que queremos usar esas mismas redes para “reclutar” a padres y enviar un importante mensaje”, explica Christianne. “Nuestro objetivo fundamental es influir en la legislación y en los políticos para que nos escuchen. Queremos cambios para tener más recursos e impedir que viajen (a Irak o Siria)”.

Así, lanzaron este programa en febrero de 2015. Si sus hijos ya se han desplazado, intentan ponerse en contacto con ellos para convencerles de que vuelvan voluntariamente con sus familias; si consiguen traerlos a sus países de origen, la organización intenta que los jóvenes vuelvan a un “entorno seguro y positivo”. La red de apoyo pretende crear “puentes de diálogo” entre las familias y las instituciones: policía, tribunales, empleados, escuelas, servicios sociales…

También buscan fondos para establecer una línea telefónica de 24 horas a la que puedan llamar los familiares afectados por la radicalización religiosa. Christianne asegura que cualquier medida sirve para detener un fenómeno que ya es global y que capta a jóvenes de todo el mundo (más de 20.000, según la inteligencia norteamericana), que en muchas ocasiones terminan como mártires para ejecutar atentados suicidas.

“Cuando tenía 17 años,Damian intentó suicidarse. Fue durante su recuperación en el hospital cuando comenzó a explorar en el islam. Fue en ese momento cuandodecidió convertirse”. Christianne Boudreau es la madre de uno de los yihadistas extranjeros que, de manera inesperada, decidieron marcharse a combatir a la Siria del Califato. Tras instruirse durante algunos años en el islam, este joven de Canadá le comentó a sus padres que quería estudiar en Egipto.

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