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“Las empresas españolas en Cuba quieren lo mismo que EEUU: seguridad regulatoria”
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D. SEPULVEDA, EMBAJADOR DEL DEPARTAMENTO DE ESTADO

“Las empresas españolas en Cuba quieren lo mismo que EEUU: seguridad regulatoria”

Daniel A. Sepúlveda, subsecretario adjunto de Estado y coordinador para la política Internacional de las Comunicaciones, analiza la apertura cubana y el problema de la piratería en España

A la cabeza de aquella delegación estadounidense que viajó a Cuba tras el histórico restablecimiento de relaciones entre Washington y La Habana para tratar el desarrollo de las telecomunicaciones entre los dos países figuraba el embajador Daniel A. Sepúlveda. Subsecretario adjunto de Estado y coordinador para la política Internacional de las Comunicaciones y la Información, Sepúlveda, hijo de chilenos, ha ocupado diversos puestos en la Administración Obama hasta alcanzar tan alto cargo. Ahora se encuentra ante un reto formidable: ayudar a que la isla, con una de las tasas de penetración de internet más bajas del mundo, entre en el siglo XXI.

PREGUNTA: Usted encabezó la delegación estadounidense que viajó a La Habana el pasado 24 de marzo después de que el presidente Barack Obama abriese una nueva página en las relaciones con la isla. ¿Cómo se va a desarrollar la apertura económica? ¿Qué papel pueden jugar las empresas españolas en ciertos sectores?

RESPUESTA: Estamos muy ilusionados con la oportunidad que supone la vuelta a los compromisos con Cuba, especialmente en los sectores de la tecnología y las telecomunicaciones. Hemos estado en el país, nos hemos reunido con reguladores y operadores, y en lo que estamos trabajando actualmente es que, si ellos crean el ambiente apropiado para la inversión y los negocios, nosotros cambiaremos nuestras leyes para permitir a los servicios de telecomunicaciones y tecnología extranjeros hacer negocios en Cuba.

Lo que esperamos es que ellos valoren este paso y creen el ambiente adecuado, en el que puedan construirse negociaciones de mercado y acuerdos para asegurar que Cuba consiga el tipo de conectividad que necesita para que la gente tenga acceso a internet.

Y, en cuanto a lo que España está haciendo en el país, España ya tiene actualmente una relación con Cuba; la liberación de este espacio y la despolitización del mismo permitirán a España hacer más. Yo creo que las compañías españolas quieren lo mismo que las estadounidenses: seguridad regulatoria, seguridad en cómo se ejecuta y en su aplicación y el aumento de un mercado competitivo y accesible… También el deseo de que la gente pueda acceder a mercados extranjeros y de que los mercados extranjeros accedan a los cubanos.

Creo que EEUU y España pueden enviar un mensaje muy parecido a Cuba.Juntos, podemos trabajar con Cuba para conseguir lo que nosotros queremos y lo que los propios cubanos desean, algo que coincide con nuestros intereses: asegurarnos de que hay un potencial para el uso de la información y la tecnología de la comunicación para que la gente pueda desarrollarlo.

P.: ¿Cómo ve la evolución del problema de la piratería en España? ¿Qué puede hacer el Gobierno español para mejorar la lucha contra la misma?

R.: El reto al que se enfrentan los creadores de todo el mundo, y en concreto en los EEUU, en relación con la piratería o los usos erróneos o la apropiación indebida de su propiedad intelectual y la distribuciónes un verdadero desafío que se cuantifica en miles de millones de dólares. Es una cifra muy seria y una injusticia muy grave para los creadores.

La cuestión es cómo gestionar ese flujo de información y cómo dedicas los recursos apropiados, la regulación o el reforzamiento de las leyes, para asegurar que la propiedad intelectual está protegida, que se crean los tipos de retornos para estimular una mayor producción de propiedad intelectual.Nuestro USTR (United States Trade Representative) y nuestras autoridades del Departamento de Justicia y de propiedad intelectual han estado trabajando con España para mejorar la situación en el país, y hemos visto una respuesta.

Así que deseamos seguir colaborando con España en este reto. La propia España tiene una rica producción cultural e intelectual… Hablamos de buena música, buenas películas y buen arte que surgen de España y que merecen el mismo tipo de protección que obtienen los creadores de cultura americana.

P.: ¿Hay un cambio de paradigma en el ámbito de las telecomunicaciones hacia empresas generadoras de contenidos?

R.: Lo que hemos visto en los mercados de telecomunicaciones y de tecnología es que se trata de compañías transversales. Esto es, un banco es sólo un banco y otra compañía es sólo otra compañía, pero todas tienen una vertiente tecnológica, todas tienen sistemas de transmisión de información y de datos que cruzan las infraestructuras de telecomunicaciones. Otras compañías, llamadas firmas over the top, no tienen infraestructura, sino que dan servicios over the top. Las más comunes son Google, Facebook, alguna red de Apple y Amazon... y es la relación entre la infraestructura del proveedor underline y el proveedor del servicio over the top donde ves este espacio de debate. El debate es si la gente está recibiendo un rendimiento suficiente y justo a sus inversiones.

Nosotros pensamos que el sistema hasta hoy ha funcionado muy bien, y que ambos sectores (las compañías de telecomunicaciones y las compañías tecnológicas y proveedores de servicios de internet) están funcionando muy bien bajo el régimen actual y nos gustaría ver que este sistema continúa prosperando.Pero, de nuevo, dado que existe esta convergencia en la provisión de servicios, tiene sentido preguntarse si debe producirse un arbitraje y hemos de tener esta discusión y debate. No obstante, otra vez señalamos el éxito de internet en todo el mundo, el hecho de que es una estructura abierta, y que muchas compañías, incluyendo firmas incipientes en Europa, están absorbiendo el desarrollo de todo el planeta y trabajando en múltiples sistemas operativos. Parece que es una economía que está creciendo sanamente.

A la cabeza de aquella delegación estadounidense que viajó a Cuba tras el histórico restablecimiento de relaciones entre Washington y La Habana para tratar el desarrollo de las telecomunicaciones entre los dos países figuraba el embajador Daniel A. Sepúlveda. Subsecretario adjunto de Estado y coordinador para la política Internacional de las Comunicaciones y la Información, Sepúlveda, hijo de chilenos, ha ocupado diversos puestos en la Administración Obama hasta alcanzar tan alto cargo. Ahora se encuentra ante un reto formidable: ayudar a que la isla, con una de las tasas de penetración de internet más bajas del mundo, entre en el siglo XXI.

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