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Asfixia y paro cardíaco, el efecto de las armas químicas de Bachar al Asad en niños sirios
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Asfixia y paro cardíaco, el efecto de las armas químicas de Bachar al Asad en niños sirios

Dificultad para respirar, convulsiones y la pérdida de visión son algunos de los efectos antes de fallecer el menos de 24 horas. Siria tiene uno de los arsenales químicos más importantes del mundo

Paralizados y con la mirada perdida. Estas son las consecuencias que tienen en los niños los agentes químicos que, según Human Rights Watch (HRW), ha utilizado el Gobierno sirio en varios ataques con ‘barriles bomba’ en la provincia de Idlib entre el 16 y el 31 de marzo.

Las imágenes hablan por sí solas. Con el sistema nervioso bloqueado debido al uso de agentes químicos nerviosos, la permanente contracción muscular afecta al sistema respiratorio y cardíaco, lo que produce dificultad para respirar, convulsiones y la pérdida de visión. Tras ello, llega la muerte por asfixia o paro cardíaco como fue el caso de los tres niños que fallecieron a mediados del pasado mes de marzo en un ataque químico que afectó a 206 sirios y que se saldó con la muerte de tres adultos.

En el vídeo, difundido a través de los canales convencionales y que muestra los efectos de estos ataques, se ve cómo los sanitarios intentan salvar la vida de los tres menores protegidos por máscaras de gas e impotentes por no poder hacer nada por ellos.

Según apunta la investigación de HRW, los helicópteros militares sirios lanzaron seis ataques con ‘barriles bomba’. “Pese a que no se puede establecer de forma concluyente qué agente químico fue utilizado, varios testigos apuntaron a la presencia de un olor a cloro”, asegura la ONG. De ser así, los tres menores fallecidos lo hicieron por asfixia, ya que el cloro provoca un daño generalizado en el sistema respiratorio puede durar hasta 24 horas.

“Las autoridades sirias han demostrado una vez más su total desprecio por el sufrimiento humano al violar la prohibición global contra la guerra química”, aseguran desde HRW. Haciendo caso omiso a los dictámenes internacionales, Siria se escuda, al igual que países como Corte del Norte, Somalia y Angola, de no haber firmado la Convención que tuvo lugar en 1993 que prohibía no solo el uso de armas químicas sino también su almacenamiento y producción.

Por su parte, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no se ha referido a este enésimo ataque del Ejército de Bachar Al Asad contra la población civil siria. Como medida de ineficaz prevención, la ONU adoptó el pasado 6 de marzo una resolución en la que expresó su preocupación por el uso de agentes químicos como arma de guerra en Siria, comprometiéndose a tomar medidas en caso de que algunas de las partes continuara su utilización.

1.000 toneladas de gas sarín

Por el momento, el Consejo de Seguridad sigue sin presionar al Gobierno sirio para que ponga fin al uso de armas químicas y Al Asad continúa lanzando ataques en territorios controlados por los grupos opositores armados sin diferenciar entre objetivos militares y civiles.

Según publicóLe Journal du Dimanche, las cuatro páginas de documentos clasificados francesesprueban que Damasco posee "una de lasreservas operativasmás importantes del mundo". Se trata, de misiles Scud C y Scud B, con un alcance de 300 y 500 kilómetros, respectivamente, así como misiles M600 y SS-21, bombas aéreas capaces de transportar entre 100 y 300 litros degas saríny cohetes de artillería hábiles para lanzar a 50 kilómetros sarín,mostazayVX, el más mortífero de todos ellos.

La información que manejan laDirección General de la Seguridad Exterior(DGSE) y la Dirección de Inteligencia Militar (DRM) francesas apuntan a que el régimen de Damasco utilizó ese tipo de armas el pasado 21 de agosto en un suburbio al este de la capital.

Paralizados y con la mirada perdida. Estas son las consecuencias que tienen en los niños los agentes químicos que, según Human Rights Watch (HRW), ha utilizado el Gobierno sirio en varios ataques con ‘barriles bomba’ en la provincia de Idlib entre el 16 y el 31 de marzo.

Muerte ONU
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