Venezuela desplaza a Cuba como "villano oficial" en la Cumbre de las Américas

Si hoy se rodase una película de James Bond en el Caribe, por primera vez en décadas no debería ambientarse en La Habana. La acción se ha trasladado a Caracas y este fin de semana el Hemisferio Occidental pone de largo a su nuevo “villano” en la Cumbre de las Américas que arrancó hoy en Panamá.

Venezuela sucede ya oficialmente a Cuba en el papel de "antagonista americano" y una delegación de la isla, capitaneada por Raúl Castro, acude por primera vez en su historia a la Cumbre, y lo hace con la expectativa del apretón de manos. Sus miembros interpretarán el deshielo y utilizarán la retórica de una transición: un rol acomodado por voluntad propia y por elhistórico cambio de actitud de Estados Unidos.

A pesar de ello, tanto por el lastre histórico como por el impacto económico del bloqueo cubano, los focos no estarán tan pendientes de lo que diga Nicolás Maduro como de lo que hagan (juntos) Castro y Obama, una instantánea para la que seguramente tendremos que esperar hasta el sábado por la noche (hora española).

Fuentes de la Casa Blanca confirmaron hoy a El Confidencial que se espera "algún tipo de interacción”, aunque no se haya programado "ningún encuentro o foto oficial". Altos funcionarios cubanos citados por la agencia AP, Obama y Castro hablaron por teléfono ayer por la noche, antes de partir hacia Panamá. Posiblemente para pactar la puesta en escena de hoy.

Si la delegación cubana aterrizó en Panamá con la mano tendida, la encabezada por Maduro hizo justo lo contrario: irrumpió anunciando que ha reunido ocho millones de firmas contra las sanciones impuestas por Washington el mes pasado. Varios líderes latinoamericanos se sumaron a la iniciativa, exigiendo que la Casa Blanca afloje la presión.

"Muchos se verán forzados a defender a Caracas si EEUU no reduce sus amenazas", dice Laura Tedesco, investigadora asociada del FRIDE, recordando que el problema surge justo ahora que Washington ha conseguido suavizar la tensión que durante décadas generó en la región el "asunto cubano".

El tercer factor en juego es la propia relación entre Cuba y Venezuela. Hermanadas por el "antiimperialismo" hasta hace apenas unos meses, Caracas se sintió traicionada por el apaciguamiento cubano, del que además parece que Maduro se enteró por las noticias.

Paradójicamente, algunos expertos esperan que ahora sea Raúl Castro quien interceda ante Washington… a favor de Venezuela. “Es evidente que la relación (Cuba-Venezuela) ya no es la misma. Por la crisis que se vive y porque La Habana de alguna manera se está alejando de su posición tradicional”, explica Tedesco.

Este “baile entre tres” es lo más interesante de una Cumbre de la que, por el resto, no se espera gran cosa más allá de los grandilucuentes discursos y los gestos simbólicos. Al menos de cara al público. “No se espera ningún acuerdo concreto importante (...) Además todo queda a expensas de quien gane las elecciones cuando termine el mandato de Obama, que es el más proclive a la nueva relación hemisférica”, recuerda Tedesco.

Encuentro histórico

Si Obama y Raúl Castro finalmente se juntan en los pasillos, no sería la primera vez que charlan. Yase dieron la mano a finales de 2013, en el memorial de despedida de Nelson Mandela enJohannesburgo (Sudáfrica). Y han discutidopor teléfono en al menos una ocasión sobre el acercamiento diplomático entre ambos países.

Ya ayer, el secretario de Estado, John Kerry, y el canciller cubano, Bruno Rodríguez, protagonizaron un encuentro histórico, el de más alto nivel en décadas entre los Gobiernos de ambos países.

Coincidieron en que se han hecho "progresos" y expresaron que van a continuar trabajando para resolver los "asuntos pendientes", según dijo el alto funcionario en un breve comunicado enviado por el Departamento de Estado.