Es noticia
Los nuevos niños de Syriza: hijos de clase media y alta golpeados por la crisis de Grecia
  1. Mundo

Los nuevos niños de Syriza: hijos de clase media y alta golpeados por la crisis de Grecia

Las dificultades que atraviesa Grecia han provocado un grave deterioro en la situación de los menores. El abandono ha llegado a aumentar un 300%, pero se trata solo de la punta del iceberg

Foto: Unos niños que juegan en la calle vistos desde un apartamento en el complejo de viviendas "Profygika", en Atenas, en noviembre de 2013. (Reuters)
Unos niños que juegan en la calle vistos desde un apartamento en el complejo de viviendas "Profygika", en Atenas, en noviembre de 2013. (Reuters)

La crisis nos ha destrozado la vida. Ha habido días en los que no he llevado a mis hijos al colegio porque no tenía ni para darles un bocadillo. En casa sólo les esperaba pasta”. El dolor de Katerina Zagana, madre de cuatro niños, reverbera en cada palabra pronunciada y se manifiesta en los gestos templados de su cara. La suya es una de las familias sin voz situadas por debajo del umbral de la pobreza en Grecia. Son el 34,5% de la población. Sus hijos, todos ellos de primaria, forman parte de los 300.000 menores que no tienen una dieta saludable, con carne y pescado, en Grecia, un país de 11 millones de personas.

“Los niños son quienes peor lo pasan. Siempre me preguntan por qué no pueden hacer las actividades que hacían antes, como jugar al fútbol o recibir clases de inglés”, lamenta Katerina. En Grecia, si un niño no tiene comida para el recreo, muchos padres no le llevan a clase.

Paliar esas crudas estadísticas ha pasado ahora a ser responsabilidad de la izquierda radical (Syriza) del nuevo primer ministro Alexis Tsipras. Su victoria en las elecciones del pasado 25 de enero supone dejar de hacer promesas y cumplir sus compromisos electorales, algo mucho más complicado. El partido de Gobierno pretende implementar en las próximas semanas un plan de unos 2.000 millones de euros para luchar contra la crisis humanitaria en el país, producida tras seis años de recesión y cuatro de recortes. Incluye provisiones para los menores.

Garantizarán, entre otras medidas, la gratuidad de los comedores escolares para las familias más empobrecidas. Su objetivo preelectoral era extender una comida escolar sin coste a la mayor parte de menores posibles, estén en necesidad directa o no.

Paliar en la medida de lo posible la pobreza infantil había sido hasta ahora una de las tareas fundamentales de los comités de distrito del partido. Esas asociaciones están presentes en la mayor parte de los barrios de Atenas. Utilizaban y siguen utilizando fondos del partido, más lo recaudado en colectas, para comprar material escolar a los hijos de familias desfavorecidas. También celebran actividades lúdicas como juegos o teatros para el entretenimiento de los menores.

En el barrio capitalino de Metaxouryio se ha llegado a financiar una escuela donde la mayoría de alumnos son hijos de inmigrantes. Syriza parece dispuesta a dar el permiso de ciudadanía a la segunda generación de extranjeros en el país. Será posiblemente el primer punto de fricción entre los izquierdistas y sus socios de derecha nacionalista, Griegos Independientes (Anel), contrarios, a priori, a dar su aprobación a la ley. Tsipras pretende aprobarla con el voto de otros partidos, como los comunistas (KKE) o los socialistas (Pasok). Tendrá que hilar muy fino en la propuesta de ley. Una normativa anterior elaborada por los socialistas fue tumbada por los tribunales del país por una aparente incompatibilidad con la Constitución. En el partido dicen que es fundamental dar el permiso de ciudadanía a los menores para ayudar a su desarrollo y formación.

Carta de suicidio

Las dificultades económicas que atraviesan los helenos, un país donde el 25,8% de la población se encuentra sin empleo y cuyo PIB ha llegado a descender un 27%, han provocado un deterioro espectacular en la situación de los menores. El abandono de niños ha llegado a aumentar un 300% durante la crisis, pero sólo se trata de la punta del iceberg: “Yo no lo podría hacer, pero si un padre no tiene ni un plato de comida para darle a sus hijos, al menos podría garantizar ese sustento dejándolo en una institución”, explica Katerina a El Confidencial.

En su caso, como en el de la mayoría de los griegos, la crisis llegó de forma inesperada. Tenía un café junto a su marido. El negocio iba bien, pero en 2009 empezaron a desaparecer los clientes. Comenzaron a retrasarse en el alquiler, hasta que perdieron el local, endeudados. Ahora son parte de los cientos de miles de helenos parados de larga duración. Llevan 15 meses sin empleo y alimentan a sus hijos con ayuda de la ONG SOS Children's Villages: “Perder el café fue un shock. Mi marido se deprimió y yo tuve que cuidarle a él, además de a mis hijos. Me confesó poco después que sin ayuda se habría suicidado. Me enseñó incluso una carta de suicidio a medio escribir”, desvela la madre de cuatro hijos.

Buena parte de los hombres griegos tienen muy interiorizado el concepto de ser los encargados de dar sustento a la familia. No poder hacerlo supone una gran decepción, según afirman los psicólogos. Así se sienten muchos padres en Grecia. El apoyo psicológico dado por profesionales a su familia les hace ver la crisis desde otra perspectiva. Ahora tienen motivos para la esperanza.

‘Es frecuente asistir a familias con niños que eran de clase media y media alta, como exejecutivos’

Antes no los tenían. Las condiciones de vida de los niños empeoraron considerablemente entre 2009 y 2013, según un estudio del Elstat, el instituto de estadística heleno. Se ha cuadruplicado, por ejemplo, el número de familias que no pueden ofrecer una pieza de fruta o de vegetales al día a sus hijos. Eran el 1,1% antes de la crisis y ahora son el 4,4%. Un cuarto de las familias helenas ya no pueden pagar los viajes escolares de los niños, cuando en 2009 esa situación sólo afectaba al 7,6% de las familias.

El hambre ya no es cosa de unos pocos

Esos son los datos en poder del Gobierno. Varias ONG han hecho investigaciones paralelas, con resultados muy preocupantes. El 25% de las familias con niños pasa hambre y el 60% sufre de inseguridad alimenticia, según una encuesta publicada el pasado miércoles y realizada por el Instituto de Medicina Preventiva ‘Prolepsis’ en 64 escuelas capitalinas donde reparte comida gratuita. En seis de cada diez casos sólo uno de los padres tenía ingresos y el 11% de los niños no estaba cubierto por la seguridad social.

Son esas ONG las que más están tomando el pulso de la calle helena: “Antes de la crisis la gente que acudía a nuestra organización tenía problemas sociales, psicológicos o de drogas. Ahora también, pero el perfil más común son familias en las que una o más personas están en el paro. También ha subido mucho el número de familias monoparentales con problemas. Es frecuente asistir a familias con niños que eran parte de la clase media y media alta, como exejecutivos, y que se han quedado sin trabajo durante más de dos años”, apunta Menelaos Tsaoussis, cabeza del centro social de SOS Children's Villages en Atenas.

El descenso del poder adquisitivo de los helenos no sólo ha provocado un empobrecimiento económico. También ha roto la estabilidad de muchas parejas, afectando a sus hijos: “A la crisis no se la puede acusar de que existan tensiones familiares, pero sí las agudiza. Hay casos en los que las parejas se rompen por cuestiones económicas”, explica Tsaoussis. “Un factor muy importante es el psicológico, especialmente el de las familias con un nivel adquisitivo alto antes de la crisis. Es muy difícil para ellas aceptar que tienen que pedir ayuda. Hace falta mucho apoyo psicológico para transmitirles que no han perdido la dignidad”, añade el activista.

Tener hijos se ha convertido en un lujo

También apoyan a los menores con actividades de recreación para que no dejen de sentirse niños. Organizan juegos y talleres de música, con sus propios maestros. También actividades didácticas: “Cualquier cosa que necesite un adulto siempre se puede posponer, pero para los niños no, porque para enseñarles música, por ejemplo, es ahora o nunca”, revela Tsaoussis. Su trabajo está enfocado en la prevención. Hacen todo lo posible para que los padres no se vean obligados a sacar a sus hijos del entorno familiar.

También apoyan con consultorios médicos gratuitos, organizados por voluntarios. Hace poco, por ejemplo, organizaron sesiones de dentistas sin coste alguno. Alrededor del 85% de los adolescentes de 15 años sufren de algún tipo de problema dental, según la Asociación Dental Helénica. Garantizar esa asistencia gratuita es otro de los objetivos de Syriza. El partido está decidido a acabar con los copagos sanitarios. Tener hijos se ha convertido en un lujo en Grecia. La mayoría de las pruebas vinculadas al proceso de embarazo son ahora de pago, y son caras, según denuncian varios grupos feministas en el país.

Las ONG están haciendo frente a la situación con medios muy reducidos, ya que fueron obligadas a pagar impuestos por Gobiernos anteriores. También en la solidaridad han cambiado las tornas. SOS Children's Villages recibía hasta hace unos años donativos de los griegos para enviar comida o material a Asia o África. Ahora son ellos quienes reciben ayuda de países europeos o americanos. En noviembre se les llegaron a agotar las reservas por primera vez. La situación, según Tsaoussis, es más preocupante de lo que realmente se muestra: “Existe lo que denominamos crisis muda. Gente de familias sin recursos pero que no han acudido a las ONG porque tienen apoyo familiar o de amigos. Poco a poco comienzan a aparecer porque quienes les ayudaban están comenzando a tener problemas”, lamenta. Otra asignatura pendiente sobre la mesa de Tsipras.

La crisis nos ha destrozado la vida. Ha habido días en los que no he llevado a mis hijos al colegio porque no tenía ni para darles un bocadillo. En casa sólo les esperaba pasta”. El dolor de Katerina Zagana, madre de cuatro niños, reverbera en cada palabra pronunciada y se manifiesta en los gestos templados de su cara. La suya es una de las familias sin voz situadas por debajo del umbral de la pobreza en Grecia. Son el 34,5% de la población. Sus hijos, todos ellos de primaria, forman parte de los 300.000 menores que no tienen una dieta saludable, con carne y pescado, en Grecia, un país de 11 millones de personas.

Grecia Pobreza Alexis Tsipras
El redactor recomienda