Es noticia
Elecciones en Grecia: los griegos se plantan contra la austeridad
  1. Mundo
SYRIZA, LA IZQUIERDA RADICAL, GANA Los comicios

Elecciones en Grecia: los griegos se plantan contra la austeridad

Del “hay dinero” a “el pueblo griego va a recuperar la dignidad”. De las palabras confiadas de Papandréu en 2009, antes del desastre de la crisis, a las de Tsipras

Del “hay dinero” a “el pueblo griego va a recuperar la dignidad”. De las palabras confiadas de Papandréu en 2009, antes de que se precipitara el desastre de la crisis, a las de Alexis Tsipras, que con 40 años tendrá la oportunidad de formar un Gobierno izquierdista en Grecia. Seis años han pasado, pero para la sociedad helena han sido como dos décadas. Mucha clase media ha visto la pobreza de cerca, algunos han caído en ella, y el bipartidismo ha sucumbido por el camino. El giro de los griegos hacia Syriza es imposible de entender sin las condiciones impuestas por la troika y por los recortes, primero implantados por los socialistas y, más tarde, por los conservadores.

El programa presentado por el líder izquierdista, que ha encontrado en Pablo Iglesias al compañero perfecto, promete muchas cosas; entre ellas algo que ha atraído a votantes de todos los partidos, incluidos los de Nueva Democracia: el fin de la austeridad.

Cualquiera que estuviera anoche en el centro de Atenas podría pensar que toda Grecia vota a Syriza, a pesar de contar con poco más del 36% de los votos, apenas a un par de escaños de la mayoría absoluta, 149. Los conductores tuvieron durante la noche la mano suelta con el claxon, contagiándose la alegría y ensordeciendo al peatón. Parecía que la alegría se respiraba, como la euforia desde la universidad de Atenas, donde hablaba Tsipras. “No más memorándum, no más troika, no más destrucción”, decía a sus entregados seguidores, que habían cantado “Bella Ciao” y demás imaginario partisano. “Hoy hemos hecho Historia”, insistía Tsipras, quien también quería remarcar, que “no ha habido más perdedores que los poderes económicos”.

Syriza prefiere a los Independientes Griegos

Que no hay derrotados era un guiño muy adecuado para sus posibles socios. Syriza deberá formar gobierno, y cada posible aliado le dará un carácter diferente a sus políticas. El presidente de la República, Károlos Papulias, llamará a Tsipras en las primeras horas de esta mañana de lunes para instarle a que lo haga. A priori, las alianzas posibles eran Potami (liberales, 17 escaños), Pasok (socialistas, 13 escaños) o los Griegos Independientes (conservadores, 13 escaños). Ninguno de ellos estaba dispuesto a colaborar si otro partido de los mencionados entraba en el Ejecutivo -Theodorakis, líder de Potami y Kammenos, de GI, lo han dicho explícitamente-; el antagonismo era máximo.

Syriza parece haber tomado una decisión y ha decidido cortejar a los Griegos Independientes; de hecho, podría haber llegado a un preacuerdo con ellos. No hay afinidades ideológicas en temas sociales, pero le pedirán lo que Tsipras está dispuesto a dar: más mano dura con la troika. Potami, más cercano al centro-izquierda, solo tenía una condición: dejar al país en el euro. Dicho requisito y su carácter reformista le hace menos anti-memorándum, ya que considera que algunas medidas son necesarias, y más propenso a cumplir los compromisos cerrados con la troika. Pero un gobierno con Potami sería visto como más proeuropeo de cara a Bruselas. Pasok, metido en un proceso de descomposición, no hubiera sido un buen comienzo para una Syriza que pretende despegarse de lo que califican como “vieja política”. No obstante, hasta que no haya confirmación oficial, las opciones siguen abiertas.

‘Hoy hemos hecho Historia’, insistía Tsipras, ‘no ha habido más perdedores que los poderes económicos’

Tsipras tiene tres días para formar gobierno, según la constitución. Si no lo consigue -es una posibilidad remota- el turno sería de Samarás, que dispondría de otros tres días. Después, la tercera fuerza, los neonazis de Amanecer Dorado, un escenario que nadie quiere ver cumplido. Esta era una de las razones por las que la posición de tercer partido es tan importante.

El de Syriza será constituido de manera más sencilla que el de 2012, un año de dobles elecciones. En mayo, Samarás, Tsipras y Venizelos, líder del Pasok, llevaron a cabo este procedimiento. Ninguno consiguió formarlo. Semanas después se repitieron y, esta vez, Nueva Democracia, Pasok e Izquierda Democrática dieron luz a un nuevo Gobierno en Atenas.

Pasok destruido y debacle en Nueva Democracia

Los dos partidos que se han alternado en el poder prácticamente desde la caída de la dictadura y que formaron el último Gobierno han cosechado un resultado francamente malo. Curiosamente, ninguno de sus dos líderes ha entonado el mea culpa.

Antonis Samarás salía sonriente de la sede de Nueva Democracia (el partido ha conseguido 76 escaños), tras llamar a Tsipras para felicitarle por su victoria, hacia el Zappion, donde asumía que había cometido “errores”, pero también afirmaba que había puesto a Grecia “en el camino de la recuperación” y que dejaba “un país sin déficit”. No dejó en la noche electoral de hablar de su teoría de que con Syriza Grecia saldrá del euro. “Espero equivocarme”, afirmaba.

Nuestro país tiene 33.000 millones de deuda griega… ¿cómo manejarán este espinoso asunto Pablo Iglesias y Alexis Tsipras?

Tampoco hubo examen de conciencia en el Pasok, que cosechaba un resultado muy lejos de sus mejores tiempos (13 escaños, séptima fuerza). Evángelos Venizelos, rival feroz del ex primer ministro Yorgos Papandréu, le ha acusado de “haber otorgado la tercera plaza a la extrema derecha” al haber dividido el partido. Papandréu, exlíder de Pasok ha obtenido un 2,44% y se queda fuera del Parlamento. Ha llamado a un congreso extraordinario para elegir líder y ha abierto la puerta a que su liderazgo sea debatido. Dos detalles del estado del antiguamente todopoderoso Pasok: el mensaje de Venizelos había sido pregrabado y la sede de Atenas permanecía cerrada desde primeras horas de la noche.

El resultado de la extrema derecha pone a Grecia en el diván

A pesar de que su cúpula está en la cárcel, con su retórica claramente racista... Amanecer Dorado es la tercera fuerza política de Grecia. Cuando la resaca de la victoria se disipe, la izquierda y el país tendrán que empezar a explicarse cómo un partido de estética y maneras neonazis sentará hasta 17 diputados en el Parlamento. Y está garantizado que harán ruido. Nikolaos Mijaloiakos, líder del partido y en prisión acusado de pertenencia al crimen organizado, ha filtrado por teléfono una declaración en la que afirmaba que muchos “han intentado que Amanecer Dorado no sea la primera fuerza, pero lo hemos conseguido”.

Elegir presidente es la primera tarea

El Parlamento heleno retomará donde lo dejó en diciembre, eligiendo presidente. Es su primera tarea constitucional. Alrededor del 5 de febrero la Cámara celebrará su primera sesión. El 6 de febrero, la fuerza que proponga un presidente tendrá que obtener 180 votos. Si no lo consigue -si Tsipras no reúne un amplio consenso con su candidato- necesitará la mayoría absoluta (151) para elegirlo. Esto sería el 12 de febrero. Y el 18, con mayoría simple.

Algunos periodistas auguran que Syriza podría elegir al conservador Costas Karamanlis, que ha pasado casi desapercibido, en la sombra, en su último mandato como parlamentario. Otras voces aseguran que este viejo conocido, casi un mito, de la política podría estar llamado a liderar otra vez a Nueva Democracia tras una eventual dimisión de Samarás.

Cita con la troika y con la deuda

Las primeras políticas que Tsipras quiere implementar, de manera urgente, según afirman tanto él como sus principales asesores -entre ellos Yannis Miliós- son para detener la “catástrofe humanitaria”. Para empezar, electricidad gratis para aquellos que no pueden pagar sus facturas (la compañía eléctrica es pública), bonos de comida para unas 300.000 personas en situación de exclusión, sanidad gratuita, un bonus de Navidad para los pensionistas con bajo nivel adquisitivo y el fin del impuesto que grava el gasoil para calentar las casas, una tasa que ha golpeado duramente a los hogares, como contábamos en El Confidencial.

Y, después, empezará el tema espinoso: la deuda. Y es que Tsipras ha llegado al poder por, entre otros factores, reclamar una auditoría de la misma. La deuda griega asciende a casi el 180% de su PIB, muchos la consideran impagable. El escollo es que los países que dirigen la troika son los que tienen más deuda griega susceptible de ser “condonada”: Alemania (77.000 millones, el mayor acreedor) y, eventualmente, Francia. Y que también el llamado a ser el aliado de Tsipras en Europa, Italia, es el tercer acreedor. Y el cuarto es España, donde Podemos quiere acceder al poder e implementar medidas que requerirán no perdonar deudas.

Nuestro país tiene 33.000 millones de deuda griega… ¿cómo manejarán este espinoso asunto Pablo Iglesias y Alexis Tsipras? La toma de contacto entre la troika y el nuevo Gobierno heleno no tardará en llegar. Los negociadores tendrán que concretar en febrero un acuerdo con la troika para liberar el tramo de ayuda que Grecia necesita. Syriza tiene que empezar a trabajar antes de digerir la victoria.

Del “hay dinero” a “el pueblo griego va a recuperar la dignidad”. De las palabras confiadas de Papandréu en 2009, antes de que se precipitara el desastre de la crisis, a las de Alexis Tsipras, que con 40 años tendrá la oportunidad de formar un Gobierno izquierdista en Grecia. Seis años han pasado, pero para la sociedad helena han sido como dos décadas. Mucha clase media ha visto la pobreza de cerca, algunos han caído en ella, y el bipartidismo ha sucumbido por el camino. El giro de los griegos hacia Syriza es imposible de entender sin las condiciones impuestas por la troika y por los recortes, primero implantados por los socialistas y, más tarde, por los conservadores.

Nueva Democracia Amanecer Dorado
El redactor recomienda