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"El deshielo EEUU-Cuba es la primera consecuencia de la caída del petróleo"
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entrevista a erik d. langer

"El deshielo EEUU-Cuba es la primera consecuencia de la caída del petróleo"

Igual que la subida del trigo fue el 'chispazo' de la Primavera Árabe, el cambio en Cuba se inició con un aleteo de mariposa: la caída del petróleo

Foto: El presidente Barack Obama habla con el líder cubano Raúl Castro desde el Despacho Oval, en la Casa Blanca, Washington (Reuters).
El presidente Barack Obama habla con el líder cubano Raúl Castro desde el Despacho Oval, en la Casa Blanca, Washington (Reuters).

Igual que la abrupta subida del trigo fue el 'chispazo' que desató la Primavera Árabe, el cambio de rumbo que experimenta Cuba se inició con otro lejano aleteo de mariposa: la caída del precio del petróleo. Al menos así lo ve el profesor Erik D. Langer, historiador y director del Centro Edmund Walsh de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Georgetown. Estudioso de las relaciones entre EEUU y los países latinoamericanos, Langer tiende a llevar el análisis de la actualidad al terreno de la retrospectiva histórica, ofreciendo un contexto que otros expertos ignoran. Y para saber lo que sucederá en Cuba en los próximos años, propone una mirada al pasado.

P. Ahora que ya han pasado 24 horas y hemos tenido tiempo para reposar un poco el anuncio. ¿Cómo lo ve?

R. Me parece una maniobra estratégica muy efectiva, muy positiva y que va a tener mucho impacto en las Américas en general y también para la política de los Estados Unidos.

P. ¿Pero abre una nueva era para la isla?

R. Hay que ver cómo reacciona el gobierno cubano. Está claro que ha actuado por instinto de supervivencia, pero no se sabe, porque no se sabe si realmente habrá una apertura completa que traiga vientos de cambio reales.

P. Ayer hablamos con cubanos que más bien lo veían como una victoria para Raúl Castro y la Revolución, como si Cuba hubiese logrado hacer entrar en razón a EEUU.

R. Por supuesto, son muy hábiles tratando de hacer pasar fracasos por victorias. Pero yo entiendo que esto ha sido una rendición del gobierno cubano, no del gobierno norteamericano. Obama hace tiempo que quería abrir este proceso pero no se podía hacer mientras Cuba no accediese a dejar en libertad a Alan Gross. Su detención ha sido lo que ha evitado que esto se haga antes. Durante mucho tiempo esta ha sido la manera de seguir adelante sin tener que preocuparse por las consecuencias de una nueva relación con EEUU.

P. ¿Y qué ha cambiado para que Cuba haya rectificado?

R. La bajada del precio del petróleo. El deshielo de Cuba es el primer efecto de la caída del petróleo y va a haber muchas más secuelas en todo el mundo. Venezuela ha manejado su economía mal pero, además, ahora ya no tiene caja para seguir apoyando a todas las economías del Caribe. Y los Castro se han dado cuenta de que ya no van a poder seguir con el modelo de los últimos años. Es importante entender que Cuba recibía petróleo de Venezela pero no lo usaba todo, sino que una parte la vendía para conseguir dólares y sostener su economía. Esto ya no funciona porque el precio ha caído demasiado y ahora hay un agujero enorme en el presupuesto cubano. Necesitaban una salida.

P. Supongo que la vuelta de Cuba al escenario diplomático americano tendrá repercusiones en el resto del Continente. Por ejemplo sobre Mercosur, el Alba, etcétera...

R. Es pronto para decir cuál va a ser el impacto exactamente, pero lo que sí es verdad es que la última estructura de la guerra fría se ha derrumbado. Como pasó con el muro de Berlín, ahora ha caído el muro cubano y creo que va a ser algo muy positivo para la región porque ya no será posible mantener esta lógica de amigos y enemigos, de buenos y malos, al menos no con la misma naturalidad.

P. ¿Qué supone esto en términos concretos?

R. Todas las estructuras, desde la OEA al anticomunismo, todo lo que se organizó desde 1948 y se impulsó en los años 60, todas esas estructuras pierden vigencia. Obviamente se mantiene el embargo formalmente, algo que sólo el Congreso puede cambiar, pero en términos de relaciones diplomáticas las cosas van a mejorar. Se notará muy claramente en las cumbres porque, por ejemplo, el presidente Obama va a poder ir y sentarse en una mesa con Raul Castro a su lado, sin problemas, algo que antes era muy problemático. Con eso se ha resuelto ese nudo gordiano también. Diría que de una forma sencilla y bastante positiva.

P. Obama parece dispuesto a hacer ahora todo lo que no pudo hacer en seis años. ¿Espera alguna sorpresa más en política exterior durante su mandato?

R. La verdad, no lo sé. Lo curioso es que el presidente Obama es más poderoso ahora como “pato cojo” (presidentes en sus dos últimos años de su segundo mandato). Está actuando más como un líder que cuando tenía que preocuparse por ser reelegido. Tiene rienda suelta para hacer lo que quería hacer desde el principio.

P. Volvamos a Cuba. ¿Qué futuro tiene la isla? La Casa Blanca da por hecho que con la entrada del libre mercado se acabará formando una sociedad democrática pero ahí están China y Vietnam para demostrar que un gobierno comunista puede fortalecerse con una economía más abierta si la utiliza a su favor. ¿Es diferente Cuba por su situación geográfica?

R. Dependerá de la astucia y la habilidad del gobierno cubano. Hasta ahora no han tenido que preocuparse, ha sido un aislamiento perfecto y perfectamente conveniente al régimen, a pesar de esa cercanía con EEUU. Yo creo que la diferencia con Vietnam y China es que Cuba está a solo 100 km de la costa de EEUU y esa influencia históricamente ha sido muy muy grande, incluso cuando era colonia española.

R. Sí, si se abre plenamente regresará dicha influencia y será muy difícil para el gobierno cubano resistir al cambio de la forma que lo han hecho chinos y vietnamitas con sus arreglos de mercado. Además hay un contexto económico muy diferente. Cuba está en el patio, ojalá no trasero, pero sí en el patio de EEUU. Si miramos el caso de Nicaragua, por ejemplo, la presión e EEUU fue tan fuerte que sí, ahora tienen un gobierno sandinista, pero elegido en las urnas... No es una dictadura y tiene una economía completamente capitalista.

P. También hay quien teme lo contrario: que Cuba se convierta en Puerto Rico. O, sin ir tan lejos, en un país caribeño totalmente dependiente de EEUU como por ejemplo Bahamas.

R. Obviamente también es una posibilidad y de hecho Cuba ha estado en esa situación antes, pero creo que el legado de Castro es muy fuerte también y que los cubanos van a ser muy conscientes de lo que significa su grado de dependencia de EEUU. Están en una situación muy distinta a la que estaban cuando se independizaron de España.

P. Aunque en este proceso no parece haber tenido mucho protagonismo, España sigue siendo parte de la ecuación en Cuba. ¿Los intereses diplomáticos y económicos de España se resentirán con la vuelta de los americanos a la isla?

R. Obviamente España tiene ahora un rival que no tenía antes y EEUU es una economía muchas veces más grandes que la de España. Pero, por otra parte, España ha demostrado que sabe actuar en América Latina, aunque no siempre sea una historia feliz. Lo primero que diría a las empresas de EEUU es que pueden aprender mucho del ejemplo español para hacer negocios en Cuba. Por otra parte, los intereses de España ya están enraizados en Cuba y tampoco se puede pensar que lo que gana EEUU lo va a perder España. Por ejemplo, si hay una reactivación de la economía cubana eso favorece a todos, también a las empresas españolas allí.

R. Como sabes, eso depende del Congreso y hay que ver que pasa con el nuevo Congreso que toma posesión en enero. Los temas de diplomacia los lleva el Senado y en enero se forma ya la mayoría republicana en esa cámara. Ellos, en general, son más duros con gobiernos comunistas y con Cuba. Pero, al mismo tiempo, son más cercanos al comercio y hace décadas que las grandes empresas está haciendo lobby para poder actuar más en la isla. Es, si lo piensas, la última frontera dentro de la región donde poder desembarcar y hacer negocios. Así que creo que va a haber una lucha en el Partido Republicano de nuevo, entre recalcitrantes conservadores y los más moderados, los más partidarios de hacer negocios. Pero, claro, a nivel diplomático lo que anunció ayer Obama ya no tiene marcha atrás.

P. Hemos hablado antes de las experiencias de China, Vietnam y Puerto Rico. Pero si hay un miedo entre la élite cubana, y entre muchos ciudadanos cubanos, es a acabar como Rusia. ¿Está preparada Cuba para abrazar el capitalismo de golpe?

R. Es sin duda como para preocuparse porque hay dos generaciones que nunca han conocido nada más allá del comunismo. Lo que ha mostrado el caso de la URSS y de muchos países de Europa Oriental es que cuando cayó el comunismo las instituciones se mostraron muy débiles y se produjo un capitalismo de pillaje que destruyó la economía. Para el contexto social cubano, basado en modelos soviéticos y comunistas, es un peligro muy grande. Pero esto es algo lejano en este momento porque, por ahora, sigue en el poder el gobierno comunista y mientras estén ahí no van a permitir que ocurra nada así. Sólo se podría abrir este escenario si hay una revolución democrática, pero eso no parece estar en el futuro próximo, aunque quién sabe.

P. Me ha recordado a la metáfora que se suele utilizar sobre el tigre que nace en el zoo y cuando es adulto lo sueltan en la jungla. No sabe cazar y las pasa canutas. ¿Les pasará eso a los cubanos si despiertan en un país capitalista pronto?

R. Creo que sí y creo que los viejos apparatchik comunistas se pueden convertir en los nuevos popes y aprovecharse, sobre todo a nivel local. Es un potencial peligro que pase como en Rusia, donde existen dos nuevas estructuras dominantes heredadas de la etapa comunista. La primera de ellas tiene más dificultades de cobrar forma en Cuba porque allí no existen esos grandes conglomerados y empresas industriales que se derrumbaron y fueron vampirizadas por unos pocos oligarcas. Pero si existen en las regiones dirigentes comunistas que se podrían reinventar como nuevos caudillos. En la URSS ocurrió especialmente en ex-repúblicas soviéticas como Bielorrusia, Kazajistán, etcétera, donde dominan elites que ya no son comunistas pero que son los mismos y tienen las mismas tendencias e instintos hacia represión y el control político total.

P. La Casa Blanca tiene grandes expectativas en la posibilidad de que Cuba se llene de estadounidenses de visita que lleven el cambio en su mochila. Pero a veces se olvida que hace ya muchos años que a Cuba viajan europeos y latinoamericanos procedentes de países democráticos...

R. El gobierno comunista va a hacer todo lo posible para mantener el control sobre todos los visitantes y no creo que cambien demasiado la estructura de eso, porque no le conviene. Si empiezan a llegar estadounidenses, por la proximidad, van a llegar realmente muchos. El asunto es cuánto el gobierno cubano y el gobierno estadounidense van a permitir que la gente vaya de vacaciones a Cuba y se vuelva a convertir en un lugar de atracción turística para americanos. Si los estadounidenses pueden volver a entrar en Cuba sin ninguna restricción sí me parece probable que esto traiga cambios en la isla, por un tema de cantidad como poco.

P. ¿Sacar a Cuba de la lista de países terroristas es algo realmente importante o es meramente simbólico? Es decir ¿le cambia la vida a un país o a un gobierno estar o no estar en esa lista?

R. Para los cubanos-americanos de Miami es algo muy significativo porque es verdad que la Inteligencia de Cuba ha sido muy efectiva y ha causado la muerte de mucha gente. Yo no creo que sean terroristas en sí, aunque los cubanos-americanos dirían que sí lo son. Sacarlos de esa lista a mi me parece muy simbólico, una muestra de que los tiempos han cambiado y también de que la definición de terrorismo ha cambiado. Cuba ya no forma parte de ese renglón porque en realidad nunca se ha ocupado de terrorismo como lo entendemos hoy, sino de un combate guerrillero, e incluso su apoyo a la FARC en Colombia parece que se está acabando también.

R. Parte de lo que está pasando en Colombia sí creo que tiene que ver con los movimientos de ajedrez que están ocurriendo en Cuba, ya que se están moviendo muchas piezas. Sólo con el tiempo veremos si ambas cosas estaban relacionadas, pero yo pienso que sí.

P. La Casa Blanca ya ha admitido que no se puede descartar un viaje de Obama a Cuba. ¿Ve a Obama en guayabera en La Habana o será ya el próximo presidente, Jeb Bush, Hillary Clinton...?

R. Probablemente Hillary, pero no sé como le va a quedar a ella la guayabera. No se sabe, pero a lo que deberíamos estar atentos es a lo que ocurra en Panamá (cumbre de las Américas, abril de 2015). Allí veremos como se llevan Raúl Castro, si sigue vivo, y el presidente Obama. Puede que salga de ahí una invitación para visitar la isla, o puede que Obama invite al Comandante a visitar Washington. La otra posibilidad es que el Papa Francisco también trate de mediar para conseguir esa visita. Quién sabe, ¡es que esto acaba de empezar!

Igual que la abrupta subida del trigo fue el 'chispazo' que desató la Primavera Árabe, el cambio de rumbo que experimenta Cuba se inició con otro lejano aleteo de mariposa: la caída del precio del petróleo. Al menos así lo ve el profesor Erik D. Langer, historiador y director del Centro Edmund Walsh de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Georgetown. Estudioso de las relaciones entre EEUU y los países latinoamericanos, Langer tiende a llevar el análisis de la actualidad al terreno de la retrospectiva histórica, ofreciendo un contexto que otros expertos ignoran. Y para saber lo que sucederá en Cuba en los próximos años, propone una mirada al pasado.

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