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"Los países de la OCDE son hipócritas cuando hablan de paraísos fiscales"
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entrevista con el alcalde de ciudad de panamá

"Los países de la OCDE son hipócritas cuando hablan de paraísos fiscales"

El alcalde de Ciudad de Panamá analiza la situación de su país y habla de los modelos de ciudad del futuro que ha venido a observar en España.

Foto: Jose Isabel Blandón, alcalde de Panamá, está estudiando varios modelos de 'smart cities'.
Jose Isabel Blandón, alcalde de Panamá, está estudiando varios modelos de 'smart cities'.

José Blandón (Chitré, Panamá, 1967) se queda perplejo al saber que a seis meses de las elecciones municipales de Madrid los candidatos todavía no están definidos. La última vez que había visitado España, hace un año, lo había hecho como candidato para los comicios que en junio de 2014 le habrían consagrado como alcalde de la ciudad de Panamá. "Es un momento complicado, hay que crear nuevas políticas", admite.

Esta semana ha vuelto para asistir al Congreso de Smart Cities de Barcelona. Su urbe, capital del hilo de tierra que une las dos caras de un mismo continente, quiere aprender de centros como Santander o Málaga a aprovechar las nuevas tecnologías. Un primer paso para adecuarse, asegura, a ser la Capital Cultural de América Latina en 2019. No pierde ocasión de recordárselo a los 75.00 seguidores de su cuenta de Twitter con los que –caso raro en la política mundial– mantiene un intenso flujo de tuits.

Y es que, asegura Blandón, Panamá no es sólo Canal y paraísos fiscales.

Pregunta: Panamá ha sido definido como un "Dubai latino" para las constructoras españolas. ¿Sigue siendo así?

Respuesta: En general les ha ido bien a las empresas españolas que han ido a Panamá. En el tema inmobiliario nuestro país no sufrió un gran golpe como Estados Unidos y otras economías: la banca de aquí fue más precavida con los préstamos. Ese crecimiento ahora ha generado incluso un flujo de nueva inmigración que busca empleo, proveniente de muchos países. Y en Panamá hay demanda de mano de obra calificada que no producimos internamente.

P.: Sin embargo, la especulación ha acarreado sus víctimas también en Panamá.

R.: Hace diez años había mucha confianza en ese mercado. No era raro que algunos inversores españoles llegaran y compararan un bloque entero de pisos. La huella más famosa de ello es el proyecto llamado Los Faros, muy conocido allí [una inversión necesaria de 600 millones de dólares habría tenido que crear la torre más alta de América Latina, 361 metros. N.D.A.] Atrajo a mucho capital de pequeños inversores, sobre todo españoles, pero no prosperó. A día de hoy es un trozo de terreno vacío.

P.: A comienzos de este año saltó a las portadas de medio mundo el caso de Sacyr en Panamá. La empresa española paralizó las obras del Canal debido, según ellos, a los sobrecostes inesperados. ¿Qué pasó para los panameños?

El Canal es el bien más preciado para todos nosotros. Ese caso generó una situación de tensión entre los dos países, pero creo que se resolvió de forma satisfactoria. Tenemos la confianza de que la obra se va a terminar, va a ser de mucho beneficio para el país y su economía.

P.: Cuando estalló el caso, se volvió a hablar de los cables de WikiLeaks y de las sospechas de un amaño del contrato en favor de la empresa española.

Los panameños somos muy orgullosos de la labor de la Autoridad del Canal de Panamá (APC), que funciona desde que en 2000 la gestión del Canal pasó a nuestras manos. Hay confianza en la Administración, y la forma en la que se resolvió la crisis ratificó esa confianza. Si se hubiese reconocido todo lo que Sacyr pedía, sí que hubiese quedado en entredicho. No fue un momento positivo, pero creo que mientras que Sacyr lo termine dentro de los nuevos términos, ese mal momento se va a superar.

P.: Además que para el Canal, en Europa se habla de Panamá porque es un centro offshore, un paraíso fiscal. En este momento hay una importante polémica en Europa por el papel de estas jurisdicciones, sobre todo por la situación de Luxemburgo. ¿No es un comportamiento desleal hacia los contribuyentes de otros países?

R.: Yo creo que Panamá tiene un sistema bancario exitoso, hay muchos bancos en el país. Dentro de todo, ha funcionado bien el sistema... Es más fácil abrir una cuenta en Estados Unidos que en Panamá a día de hoy. Es cierto que hay que hacer adecuaciones a nuestra legislación, y cuantos más escándalos ha habido, más se ha hecho estricta la apertura de cuentas en nuestro país.

P.: Pero en Panamá, un país de 3,5 millones de habitantes, hay 300.00 sociedades anónimas registradas. Y sus nombres han aparecido en muchos escándalos de corrupción que han estallado en Europa: el de Pujol, sin ir más lejos. ¿Se puede acabar con estas prácticas?

R.: En el Parlamento se ha discutido mucho la adecuación a convenios con otros países para regularizar el tema de las sociedades, sobre todo para las acciones al portador, que es el planteamiento principal en contra de las SSAA panameñas. Pero creo que hay que llegar a un acuerdo integral con los países de la OCDE. Creo que a veces hay hipocresía sobre esto: Panamá al menos es un país, pero hay jurisdicciones pequeñas e islas que están bajo soberanía de países como Reino Unido... ¿y le piden a Panamá que haga algo? ¿Por qué no empiezan por sus islas? Hay disponibilidad por parte de Panamá, pero ¿por qué deberíamos hacerlo mientras hay países como Luxemburgo en la misma UE? Ahora mismo, en nuestro caso se está intentando regular y moderar las acciones al portador obligando a que sean públicas las firmas de los dueños de las acciones.

P.: Un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos señaló, en 2011, que Panamá era destino privilegiado para el lavado de dinero del narcotráfico colombiano. Señalaba que nunca se hacen investigaciones internas para evitar este tipo de actividades, sino que el impulso llega siempre desde fuera.

R.: Yo reitero que el sistema bancario panameño ha hecho gran esfuerzo para adecuar la legislación y responder a las inquietudes del Gobierno de Estados Unidos y de la OCDE en relación a paraísos fiscales. Pero ¿quién le da la posibilidad a Estados Unidos de convertirse en árbitro de esa actividad, que sobrepasa su misma capacidad? Panamá está haciendo una lucha muy grande contra narcotráfico, nos gustaría ver a Estados Unidos cooperar mucho más de lo que hace.

P.: Hablamos de ciudades, que de esto ha venido a hablar en España: ¿cómo deben adecuarse al futuro?

Estamos todavía en pañales en términos de aplicación de tecnología a la ciudad. Pero tenemos un gran potencial de mejora: en la ciudad hay una media de dos móviles por habitantes. La conexión de internet es amplia. Me gustaría que mis ciudadanos pudieran aprovechar esto para, por ejemplo, evitar largos trámites y realizarlos desde una app.

P.: Ha venido a conocer varias ciudades, Madrid entre ellas. ¿Qué puede aportar Madrid a Panamá?

R.: Panamá y Madrid son ciudades hermanas de 1980, y desde 2011 tienen un nuevo convenio de colaboración. En este momento nos interesa sobre todo el tema de los mercados. De hecho, estamos estudiando la ubicación de mercados vecinales en Panamá, la reubicación de una antigua estación de aduanas... Nos estamos fijando en el mercado de San Miguel.

P.: Y Madrid, ¿qué puede aprender de Ciudad de Panamá?

R.: Panamá tiene mucho que enseñar como punto de tránsito, a partir de la experiencia del Canal de Panamá. Desde el punto de vista logístico, sí que puede ser un ejemplo para otras ciudades.

P.: ¿Qué tiene la ciudad para poder ser Capital Cultural en 2019?

R.: Sería la realidad del sueño bolivariano de Panamá como capital latinoamericana, al menos desde el punto de vista cultural. La ciudad fue la primera que los españoles fundaron en el litoral pacífico, y cumplirá 500 años en 2019. Y nuestro mayor activo es la gran diversidad cultural: tenemos un 10% de población de orígenes asiáticos, un 10% de indígenas... Contamos incluso con la tercera liga de cricket del continente, tras Canadá y Estados Unidos, gracias a la gran cantidad de gente de la India que vive en nuestro país. Y nos toca promover más esta riqueza.

José Blandón (Chitré, Panamá, 1967) se queda perplejo al saber que a seis meses de las elecciones municipales de Madrid los candidatos todavía no están definidos. La última vez que había visitado España, hace un año, lo había hecho como candidato para los comicios que en junio de 2014 le habrían consagrado como alcalde de la ciudad de Panamá. "Es un momento complicado, hay que crear nuevas políticas", admite.