Es noticia
El periodismo ciudadano, al servicio de la dictadura del proletariado
  1. Mundo
LOS BLOGUEROS DEL PRESIDENTE DE CHINA

El periodismo ciudadano, al servicio de la dictadura del proletariado

Cada mañana, Hua cría gallinas. Después se convierte en uno de los blogueros más influyentes de China, una nueva forma de comunicación en medio de la censura

Foto: Un hombre fuma mientras navega por la red en un cibercafé de Taiyuán, en la provincia china de Shanxi. (Reuters)
Un hombre fuma mientras navega por la red en un cibercafé de Taiyuán, en la provincia china de Shanxi. (Reuters)

Cada mañana, Hua Qianfang cría gallinas y cultiva maíz en la ciudad de Fushun, situada en la provincia de Liaoning, en el noreste de China, y conocida como la capital del carbón. Por las tardes, este agricultor de 36 años se convierte en uno de los blogueros más influyentes del país y, según el presidente chino, Xi Jinping, en “un ejemplo a seguir”.

Hua Qianfang saltó a la fama en 2012 gracias a su artículo “Nuestro viaje a través de un mar de estrellas” y, en sólo dos años, ha recorrido el camino que va desde su granja en Fushun hasta el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, donde el pasado 15 de octubre acudió como invitado al Foro de Arte y Literatura organizado por el Gobierno chino para pedir a reconocidos actores, escritores, guionistas y otros miembros del mundo de las artes que “sirvan a los fines del socialismo y no sean esclavos de los mercados”.

“Dejé los estudios para centrarme en la granja, aunque siempre me ha gustado escribir. No busco fama o reconocimiento, simplemente dar a conocer mis opiniones, ya que creo que vivimos en un gran país y en una gran época”, asegura Hua a El Confidencial.

La “energía positiva” del Partido Comunista

Blogs como el de Hua Qianfang, quien además ha sido elegido vicepresidente de la Asociación de Escritores de Fushun, se han convertido en una nueva forma de comunicación en China, donde los medios están sometidos al control y a la censura estatal, algo que queda reflejado en el hecho de que el país ocupe el puesto 175 de 180 en materia de libertad de prensa, según la clasificación que elabora cada año Reporteros Sin Fronteras.

Cada mañana, Hua cría gallinas y cultiva maíz. Por las tardes se convierte en uno de los blogueros más influyentes del país. Blogs como el suyo encarnan una nueva forma de comunicación en China, donde los medios están sometidos a la censura

En un país donde nuevas herramientas de comunicación, como Twitter, YouTube, Facebook, o blogs como los de Blogger (Google) o Wordpress están bloqueados, solo aquellos que “transmiten energía positiva”, un eufemismo para decir que siguen la línea del Partido Comunista, pueden sobrevivir.

Hua Qianfang, sin embargo, asegura que el concepto libertad de expresión “es relativo”, ya que este debe existir en tanto “no afecte a otros”. Según afirma, “en China existe una libertad de expresión razonable y los límites establecidos evitan que uno pueda interferir, impunemente, en la vida de los demás”.

En todo caso, desde el Gobierno chino se han entendido las posibilidades que este tipo de información, no procedente de medios estatales, puede ofrecer, ya que goza de una mayor aceptación por parte de los lectores de un país que, a finales de este año, rondará los 630 millones de usuarios de internet.

“Los medios tradicionales no te cuentan toda la verdad porque tienen otros intereses. Sin embargo, en internet encuentras información libre que no está disponible en otros lugares”, asegura a este diario Zhang Qi, lectora del blog de Hua. Su opinión es compartida por millones de usuarios, que ven en la red la oportunidad de acceder a otras fuentes más allá de las controladas directamente por el Estado.

Medio millón de seguidores que cargar contra EEUU

Dada la creciente popularidad de estos canales de información y de algunos de sus autores, Hua Qianfang fue invitado al citado foro, presidido por Xi Jinping. El agricultor, sin embargo, no fue la persona que más interés generó, ya que junto a Hua estaba Zhou Xiaoping, otro bloguero que ha saltado a la fama por sus encendidos artículos contra Estados Unidos.

Zhou, quien declinó educadamente la petición de entrevista formulada por El Confidencial asegurando que “no concede entrevistas a medios extranjeros”, se define a sí mismo como “analista de internet” y cuenta con más de medio millón de seguidores en su perfil de Weibo, el equivalente chino de Twitter, una herramienta con más de 500 millones de usuarios registrados.

En un país donde las nuevas herramientas de comunicación, como Twitter, YouTube o Facebook, están bloqueadas, sólo aquellos que ‘transmiten energía positiva’, un eufemismo para decir que siguen la línea del Partido Comunista, pueden sobrevivir

Mientras que Hua Qianfang saltó a la fama por sus mensajes inspiradores, Zhou Xiaoping emplea un lenguaje más agresivo con un objetivo frecuente, Estados Unidos. En sus artículos, este bloguero de 33 años y originario de la provincia de Sichuan, en el centro del país, asegura “no entender” la fascinación de muchas personas con el país norteamericano, un lugar que tiene “una policía cruel, una de las tasas de criminalidad más altas del mundo y una comida insípida y adulterada”.

Zhou nunca ha estado en Estados Unidos, pero afirma tener “muchos amigos extranjeros” y defiende que la visión idílica que los chinos tienen de ese país se debe a la “propaganda hecha por Hollywood y los medios de comunicación”. Sus críticas abarcan desde el sistema de salud estadounidense hasta el precio de la vivienda, pasando por elementos tan de actualidad como la democracia.

“China también tiene democracia y libertad”

“Algunos dirán que hay elecciones, democracia y libertad en América (Estados Unidos). Pero esa misma gente olvida que China, a su manera, también tiene elecciones, democracia y libertad. Estados Unidos cree que aislando su continente del resto y manteniendo las guerras y los conflictos en otros lugares no se verá afectado. Mientras, apoyan a gobiernos títere en otros países para exportar la democracia americana por la vía militar. Además, bloquean la ciencia y la tecnología para ahogar el desarrollo tecnológico de otros países, evitando así que otras naciones crezcan”, escribe Zhou en su artículo “EE.UU: sueños rotos”.

“China tendrá su propia democracia, pero no puede hacerlo al estilo americano. El sueño estadounidense respecto al resto del mundo ha sido destrozado por la realidad. Un gran cambio se está produciendo. La esperanza del futuro, en términos de paz y civilización, recae en nosotros, la nueva generación china”, continúa.

Este estilo, sin embargo, resulta incómodo para algunos que, al igual que Zhou Xiaoping, intentan abrirse camino en estos canales de información alternativa. Entre otros, el propio Hua Qianfang. “Estuvimos juntos en el foro, aunque no nos conocíamos de antes. Sólo he leído un artículo suyo, pero creo que abusa de las comparaciones. En los míos uso las comparaciones entre Oriente y Occidente, pero no busco menospreciar... pero él... en todo caso, cada escritor tiene su punto de vista y su estilo y hay que respetarlo”, afirma.

Prohibido criticar al "Wumao Imperial"

La división de opiniones que expresa Hua tiene su reflejo también en la red. Muchos usuarios han apodado a Zhou el “Wumao Imperial”, un término que tiene su origen en el llamado “ejército de los wumao (cincuenta céntimos)”, un grupo de personas, se estima que más de 300.000, que reciben cincuenta céntimos de yuan (6 céntimos de euro) por cada comentario a favor del Gobierno que dejan en blogs, páginas web o foros de internet.

A pesar de las críticas, es indudable que los artículos de Zhou Xiaoping tienen éxito y, después de ser mencionado por l presidente Xi Jinping, se ha convertido en alguien casi intocable. De esta nueva realidad ha sido víctima Fang Shimin, más conocido en la red como Fang Zhouzi, un bloguero que saltó a la fama por exponer varios casos de fraude académico de personas como Tang Jun, expresidente de Microsoft en China, o de plagio, este último relativo a Han Han, un exitoso escritor chino.

Muchos usuarios han apodado a Zhou el ‘Wumao Imperial’, un término que tiene su origen en el llamado ‘ejército de los wumao’, un grupo de más de 300.000 personas que reciben 6 céntimos de euro por cada comentario a favor del Gobierno que dejan en internet

En uno de sus últimos artículos, publicado el 19 de octubre, cuatro días después del Foro de Arte y Cultura, Fang exponía los errores que contenía el artículo “EE.UU: Sueños rotos”, el cual calificaba de “parcial y poco ajustado a la realidad”. La respuesta, se sospecha que de las autoridades, fue fulminante: la cuenta de Weibo y el blog de Fang Zhouzi fueron eliminados. Tras este episodio, decidió abrir una cuenta en Twitter (@fangshimin), donde ya tiene más de 27.000 seguidores.

Por el momento, el apoyo de los estamentos oficiales es sólido, algo que quedó reflejado en los editoriales del diario Global Times, uno de los altavoces del Partido Comunista chino, en los días posteriores al Foro. En ellos se aseguraba que “no importa cuánto ignoren, desprecien o incluso abusen las escuelas liberales” de personas como Zhou, ya que “no podrán alejar su voz de la opinión pública”.

En todo caso, habrá que ver si las opiniones de Zhou Xiaoping y, sobre todo, la defensa que desde los medios oficiales se hace de él, no se convierten en un arma de doble filo para las autoridades del país, que intentan ahora encontrar la manera de controlar este vasto canal de información de forma que, como el propio Gobierno chino persigue, siga transmitiendo “energía positiva”.

Cada mañana, Hua Qianfang cría gallinas y cultiva maíz en la ciudad de Fushun, situada en la provincia de Liaoning, en el noreste de China, y conocida como la capital del carbón. Por las tardes, este agricultor de 36 años se convierte en uno de los blogueros más influyentes del país y, según el presidente chino, Xi Jinping, en “un ejemplo a seguir”.

Partido Comunista
El redactor recomienda