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La maldición del multipartidismo a la italiana que planea sobre España
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entrevista a Sartori, príncipe de asturias

La maldición del multipartidismo a la italiana que planea sobre España

“Italia nunca fue un buen ejemplo para nada. Vamos hacia el caos. Que España tenga cuidado si quiere seguir nuestros pasos, acabar con el bipartidismo

Foto: El primer ministro Matteo Renzi durante un mitin de campaña en Roma (Reuters).
El primer ministro Matteo Renzi durante un mitin de campaña en Roma (Reuters).

“Italia nunca ha sido un buen ejemplo para nada. Y hoy menos que nunca, pues vamos hacia el caos absoluto. Que España tenga cuidado si quiere seguir nuestros pasos, acabar con el bipartidismo e ir hacia una situación con predominancia de muchas formaciones pequeñas”. Giovanni Sartori, Príncipe de Asturias 2005 en Ciencias Sociales y estudioso de la ciencia política, acaba de cumplir 90 años, pero sigue con la claridad y la ironía de siempre. Sólo se le nota un poco más amargo y resignado. “Es muy cansado tener tantos años. No soy precisamente una flor recién cortada”, dice entre risas este eminente politólogo italiano.

Sartori siempre se ha manifestado en contra del multipartidismo, pues aspira a que su país adopte un sistema similar al francés que garantice una cierta estabilidad a los Gobiernos. Como él, otros muchos analistas consideran que la falta de dos formaciones grandes y predominantes tiene la culpa de la parálisis sufrida en Italia durante las últimas dos décadas. “El bipartidismo podría ser una solución si llevara consigo una renovación de las élites políticas. Hace falta un cambio generacional y cultural que provoque una nueva interacción entre la política y la sociedad. Los estudiantes mejores no se interesan por la política, sólo piensan en salir del país y emigrar. La política en Italia ya no es el lugar de los mejores, sino de los peores”, advierte el filósofo Giacomo Marramao, profesor de la universidad Roma Tre.

El bipartidismo podría ser una solución si trajera una renovación de las élites políticas. Hace falta un cambio generacional. Los estudiantes mejores no se interesan, sólo piensan en emigrar. La política en Italia ya no es el lugar de los mejores, sino de los peores

“Desde que desapareció el sistema anterior a Tangentopoli estamos en el caos total”, dice por su parte Sartori. Antes de que estallase en los años 90 el escándalo de corrupción que fulminó a las grandes formaciones de entonces, la Democracia Cristiana (DC) y el Partido Socialista, en el mapa político italiano había un solo partido dominante, la DC. A partir de entonces floreció un multipartidismo protagonizado por Silvio Berlusconi con resultados catastróficos para Italia. Según los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), desde el año 2001 sólo dos naciones del mundo han tenido un crecimiento económico más escaso. La primera es Zimbabwe, cuya población sufre al sanguinario dictador Robert Mugabe y una inflación desbocada. La otra es Haití, que encadena los terremotos y otras catástrofes naturales con los políticos incapaces.

“Podríamos tener hasta 30 partidos en el Parlamento”

En estos últimos quince años los minipartidos han tenido un protagonismo en Italia nunca visto en otros países, marcando la línea a los Gobiernos o provocando su caída. Lo sabe bien Romano Prodi, cuyo último Ejecutivo se derrumbó en enero de 2008 cuando una de las 16 formaciones que apuntalaban su coalición le dio la espalda. Se trataba de la Udeur, una agrupación política enraizada en la región meridional de Campania que había logrado poco más de 500.000 votos en las elecciones de 2006. Aquella traición está siendo hoy investigada por los jueces, pues hay indicios de que Berlusconi pagó a varios parlamentarios para que cambiaran de chaqueta, desalojando así a Prodi del poder.

La izquierda intentó evitar estos escenarios en 2007 con el nacimiento del Partido Democrático (PD), fruto de la unión de Demócratas de Izquierda y La Margarita. El ex Cavaliere respondió con el Pueblo de la Libertad (PDL), donde confluyó su criatura política, Forza Italia, y Alianza Nacional. El PD y el PDL aspiraron durante un tiempo a brindar al país una suerte de bipartidismo, pero no lo lograron. La incapacidad para ganar en las urnas por parte de la formación izquierdista y el fracaso del PDL, roto por las peleas intestinas, devolvieron el país a la cruda realidad del multipartidismo. La “cerdada”, la denostada ley electoral, hizo el resto para sumir a Italia en el caos político vivido estos últimos años.

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La situación podría haber comenzado a cambiar el pasado fin de semana con las elecciones europeas, ganadas ampliamente por el PD al superar el 40% de los votos, un resultado que no se veía desde los años 80 con la máxima pujanza de la DC. El éxito en las urnas del primer ministro, Matteo Renzi, ha hecho que otras formaciones como Izquierda Ecología y Libertad se planteen una futura alianza con el PD, algo que descartaban hasta ahora. Pese a estos indicadores, Sartori no cree que el país vaya a superar de una vez el multipartidismo: “Es verdad que Renzi ha ganado bien. Pero no sabemos qué puede ocurrir con la ley electoral, pues no está claro cómo será el nuevo sistema. Si sale adelante el proporcional perfecto tendremos un desastre aún mayor en los próximos comicios. Habremos tocado fondo. Podríamos tener hasta 30 partidos en el Parlamento”.

A juicio del nonagenario politólogo el cuadro político se clarificará en las futuras citas con las urnas con la consolidación o la desaparición del Movimiento 5 Estrellas, la formación liderada por el histriónico Beppe Grillo. En las europeas obtuvo un 21% de los votos, cuatro puntos menos que en las generales de febrero de 2013. “Si Grillo sigue más o menos con la misma fuerza será desastroso para el país, pues lo bloquea todo”, advierte Sartori. “Ahora mismo nos encontramos en una suerte de tripartidismo nada envidiable. En Europa sólo Grecia está peor que nosotros. Estoy seguro de que España saldrá de la crisis antes y mejor que Italia. Pese a la cuestión de Cataluña, no tiene los problemas políticos propios de nuestro sistema”.

“Italia nunca ha sido un buen ejemplo para nada. Y hoy menos que nunca, pues vamos hacia el caos absoluto. Que España tenga cuidado si quiere seguir nuestros pasos, acabar con el bipartidismo e ir hacia una situación con predominancia de muchas formaciones pequeñas”. Giovanni Sartori, Príncipe de Asturias 2005 en Ciencias Sociales y estudioso de la ciencia política, acaba de cumplir 90 años, pero sigue con la claridad y la ironía de siempre. Sólo se le nota un poco más amargo y resignado. “Es muy cansado tener tantos años. No soy precisamente una flor recién cortada”, dice entre risas este eminente politólogo italiano.

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