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Los niños ricos de Tailandia: una oposición intocable de Ferraris amarillos
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HEREDEROS MULTIMILLONARIOS CALIENTAN LA crisis

Los niños ricos de Tailandia: una oposición intocable de Ferraris amarillos

Los “niños ricos” tailandeses, jóvenes herederos de grandes fortunas que durante los últimos meses se han convertido además en líderes de las protestas

Foto: Chitpas Bhirombhakdi, heredera del imperio Singha, la cerveza más vendida de Tailandia, durante una protesta en Bangkok. (Reuters)
Chitpas Bhirombhakdi, heredera del imperio Singha, la cerveza más vendida de Tailandia, durante una protesta en Bangkok. (Reuters)

“Todo el mundo tiene un Ferrari rojo, pero cuando me compré mi primer Ferrari fue amarillo”. Thanat Thanakitamnuay conduce a toda velocidad su deportivo por una autopista de Bangkok mientras habla con su amigo Víctor Kritsanaseranee. “Nunca me lo habría comprado en rojo, lo habría pintado”, continúa Thanat en un polémico vídeo emitido hace pocas semanas por el portal de noticias Vice News. Ambos forman parte del selecto club de los “niños ricos” tailandeses, jóvenes herederos de grandes fortunas que durante los últimos meses se han convertido además en líderes de las protestas que han tomado las calles de Bangkok para deponer al actual Gobierno.

“Eso es lo que me gusta de ti. Tienes unos cuantos Ferraris y ni uno sólo es rojo”, respondía Víctor en el vídeo. Su conversación iba más allá de la apariencia del coche. El amarillo y el rojo son los colores que se han enfrentado en las calles de Bangkok durante los últimos ocho años. El primero, al que pertenecen Thanat y Víctor, se identifica generalmente con las clases altas y medias de Bangkok y los sectores monárquicos y aristocráticos. La segunda se asocia a las clases pobres y rurales.

“Esa representación es correcta en parte si miramos a la composición de los manifestantes de cada grupo. En general, los amarillos tienen más educación y mayores ingresos que los rojos. Pero hay también una división regional entre en noreste, norte y sur profundo, por un lado, y Bangkok y el sur más próximo a la capital, por el otro”, dice a El Confidencial el académico David Streckfuss, especializado en el país asiático.

Combates entre manifestantes opositores y simpatizantes del Gobierno en Bangkok (Reuters).
Red Bull y los magnates que surgieron de la nada

Tailandia es uno de los países del mundo con mayor nivel de desigualdad entre ricos y pobres. La brecha se abrió durante los años 80 y buena parte de los 90, cuando el país experimentó un boom económico que permitió a varias familias, muchas de ellas conectadas con el Ejército y la monarquía, amasar grandes fortunas. También hubo historias de éxito desde capas más bajas de la sociedad, como la de Chaleo Yoovidhya, el creador de la popular bebida Red Bull, o incluso el propio Thaksin Shinawatra, magnate de las telecomunicaciones que después se convertiría en primer ministro en 2001.

La más popular ha sido Chitpas Bhirombhakdi, heredera del imperio Singha, la cerveza más vendida del país. Sus mítines incendiarios hicieron que su padre le prohibiera utilizar el apellido familiar para no perder ventas entre los ‘camisas rojas’

A pesar de pertenecer a esa clase privilegiada, Thaksin removió la sociedad y las estructuras de tal manera que, desde su destitución por un golpe de Estado en 2006, la tensión en la calles y en los despachos no ha cesado. “En un principio, muchos empresarios y líderes de la clase media apoyaron a Thaksin, perose preocuparon cuando este mostró que iba en serio en su promesa demodernizar Tailandia ytraer a los pobres como parte del juego”, dice a este diario Giles Ji Ungpakorn, autor y activista que tuvo que abandonar el país tras escribir su libroUn golpe para los ricos, en referencia al golpe de Estado de 2006.

Los ricos no fueron, sin embargo, los únicos que se posicionaron en contra de Thaksin, también conocido como el Berlusconi asiático: la corrupción y las numerosas violaciones de los derechos humanos durante sus gobiernos le granjearon no pocos enemigos entre la clase media. Durante años, estos últimos habían protagonizado las manifestaciones anti-Thaksin, con el apoyo económico de las clases altas. Pero en estos últimos seis meses, los ricos han salido por primera vez con ellos a las calles. Sus 'cachorros', como Thanat y Víctor, han sido los más activos, liderando marchas y dando grandiosos discursos.

La heredera del imperio Singha

La más popular ha sido, sin embargo, Chitpas Bhirombhakdi, heredera del imperio Singha, la cerveza más vendida del país y curiosamente una de las preferidas de las clases bajas. Sus mítines incendiarios hicieron que su padre la obligara a dejar de utilizar el apellido familiar para no perder ventas entre los ‘camisas rojas’.

Chitpas Bhirombhakdi, heredera del imperio Singha (Reuters).
Es interesante ver la decisión política que han tomado estos niños mimados de apoyar las protestas. Refuerza la idea de que la crisis tiene en sus raíces la lucha de clases. Aunque no es tan simple, hay muchas distorsiones, como que los pobres estén liderados por un billonario populista (Thaksin)”, señala Giles Ji Ungpakorn.

Educados en el extranjero, la mayoría en Reino Unido o Estados Unidos, los niños ricos son un elemento clave en el ideario de los ‘camisas amarillas’, que defiende que el voto de todos no vale lo mismo porque “todo el mundo tiene un precio”, dice Thanat. Los ‘amarillos’ piden ahora una reforma electoral, después de haber boicoteado las elecciones del mes de febrero y haber provocado su anulación.

Los niños intocables

“Cuando tenía un problema, mis padres me enviaban a un colegio mejor. Si tenía otro problema, me enviaban a otro aún mejor. Y si tenía muchos problemas, me enviaban al mejor de todos”. Víctor reconoce así, en un inglés con un forzado acento británico, que el dinero ha sido para él la solución de muchos de sus problemas. No ha sido el único. Durante los últimos años, varios herederos han protagonizado sucesos, a menudo a bordo de sus Ferraris u otros coches de lujo, de los que han salido bien parados gracias a sus “conexiones”, como apunta Víctor.

El propio nieto del fundador de Red Bull es ahora un proscrito de la justicia tailandesa después de atropellar a un policía con su Ferrari y darse a la fuga

El propio nieto del fundador de Red Bull es ahora un proscrito de la justicia tailandesa después de atropellar a un policía con su Ferrari y darse a la fuga. El caso más sonado fue, sin embargo, el de Orachorn 'Praewa' Thephasadin Na Ayudhya, que mató a nueve personas tras chocar con una minivan en una autopistaelevada de Bangkok. Praewa, que tenía entonces 16 años y no tenía carnet de conducir, fue condenada a sólodos años de libertad condicional.

La benevolencia de la justicia con estos niños ricos y la soberbia de algunos –el propio Thanat se presentó con su Porsche en 2010 en las protestas de los ‘camisas rojas’ que acabaron con la muerte de 92 personas, la mayoría manifestantes tiroteados por los militares– echan leña a las calles de Bangkok, que ya están a punto de arder. Tras la destitución, hace escasos días, de la primera ministra Yingluck Shinawatra, hermana de Thaksin, por una decisión judicial, los ‘camisas amarillas’ han lanzado una campaña para hacer caer a todo el Gobierno, aún controlado por los ‘rojos’.

Estos esperan acampados a las puertas de Bangkok la señal para ocupar también las calles de la capital. La palabra guerra civil sobrevuela la mayoría de análisis políticos y crónicas periodísticas. Y los niños ricos serán una parte fundamental de la ecuación.

“Todo el mundo tiene un Ferrari rojo, pero cuando me compré mi primer Ferrari fue amarillo”. Thanat Thanakitamnuay conduce a toda velocidad su deportivo por una autopista de Bangkok mientras habla con su amigo Víctor Kritsanaseranee. “Nunca me lo habría comprado en rojo, lo habría pintado”, continúa Thanat en un polémico vídeo emitido hace pocas semanas por el portal de noticias Vice News. Ambos forman parte del selecto club de los “niños ricos” tailandeses, jóvenes herederos de grandes fortunas que durante los últimos meses se han convertido además en líderes de las protestas que han tomado las calles de Bangkok para deponer al actual Gobierno.

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