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Cae el ‘Chapo’ Guzmán, el mayor capo mundial de la droga
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ATESORA MIL MILLONES DE DÓLARES

Cae el ‘Chapo’ Guzmán, el mayor capo mundial de la droga

No goza de la épica criminal de Pablo Escobar, pero seguramente no le importa. Tiene una fortuna y es el narco más querido por sus paisanos

Foto: El 'Chapo' Guzmán, tras su detención. (Efe)
El 'Chapo' Guzmán, tras su detención. (Efe)

Nunca llegó a alcanzar el Chapo Guzmán la épica criminal de Pablo Escobar, aunque seguramente tampoco le importó. Es cierto que el colombiano gozó de un aura mística que ha resistido hasta nuestros días. Pero a fin de cuentas Escobar fue abatido, y además nunca llegó a amasar los más de 1.000 millones de dólares del Chapo, la mayor fortuna de un criminal en todo el mundo. La revista Forbes lo incluyó en su lista de 'Personas más poderosas del mundo', y lo ubicó incluso por encima de los presidentes de Francia y Venezuela.

La captura de Joaquín El Chapo Guzmán, líder y alma del cártel de Sinaloa, el más poderoso de los siete grandes cárteles de México, fue anunciada ayer sábado por una fuente de inteligencia de los Estados Unidos a la agencia Associated Press (AP). Según este oficial, un operativo conjunto entre la DEA, el Cuerpo de Alguaciles estadounidense y las fuerzas de Marina y Policía Federal mexicanas ha permitido arrestar al narcotraficante más buscado del mundo en un hotel balneario de Mazatlán, la ciudad más turística del estado de Sinaloa, sobre el Pacífico mexicano.

Hubo cierta confusión en los primeros instantes tras el anuncio de la detención. Fuentes de Gobernación en México se negaban a confirmar la detención del Chapo. Cuando se arresta a un peso pesado del narcotráfico en México las primeras horas son fundamentales. En ese tiempo, mientras permanece en el calabozo y se inician los trámites de la detención, el capo trata de negociar su libertad sobornando a los miembros del Ejército o de la Policía Federal que lo han apresado. Y es habitual que lo consiga. Por eso en esas primeras horas es clave que la noticia salga a la luz a través de los medios de comunicación, forzando así a las autoridades a confirmar la detención y rechazar el soborno. Se dice por ejemplo que Miguel Ángel Treviño Morales, alias Z-40 y líder del sanguinario cártel de Los Zetas hasta su detención en julio de 2013, llevaba siempre consigo varios millones de dólares para sobornar a las fuerzas del orden en caso de ser detenido.

Enrique Peña Nieto, en una foto de archivo. (Efe)Un 'trofeo' ante la ciudadanía

Es probable que el Chapo ni siquiera haya podido negociar su liberación. Primero, por la fuerte implicación de Estados Unidos en el operativo, quien durante años mantuvo al capo mexicano en el puesto número 2 de la lista de hombres más buscados del FBI tras Osama bin Laden. Y segundo porque el presidente Enrique Peña Nieto necesitaba un trofeo de este calibre para ofrecer a la opinión pública, muy inquieta por la ineficacia de su gobierno en el control de violencia en el país y por el polémico manejo de la rebelión popular contra el crimen organizado en el estado de Michoacán. A las pocas horas, el presidente de México ha anunciado personalmente la detención del Chapo, sobre el que pesaba una recompensa de siete millones de dólares por su detención, cerrando así cualquier tipo de especulación.

El líder del cártel de Sinaloa ha sido llevado a la Ciudad de México y ya está encarcelado en un penal de alta seguridad, cuyo nombre se mantendrá en secreto, según han confirmado las autoridades. Trece personas más han sido capturadas junto al Chapo, además de 43 vehículos (19 blindados), casas y armas.

Tentáculos en América, Europa, Asia y Australia

Joaquín Guzmán Loera (La Tuna, Sinaloa, 1957) llevaba huido de la Justicia desde enero de 2001, cuando logró fugarse de una prisión de máxima seguridad escondido en un camión de lavandería. Había pasado entre rejas ocho años, desde que fuera interceptado en 1993 en Guatemala y condenado a 20 años de prisión. En estos 13 años, Guzmán ha seguido manejando los hilos del cártel en la sombra, escondido principalmente en las serranías de Sinaloa, donde gozaba de la total protección y estima de los campesinos.

La captura de un primo del 'Chapo', en 2008, originó una ola de crímenes en Culiacán (Sinaloa). (Efe)Mucho ha llovido desde que el Chapo fundara su multinacional de la droga. Joaquín Guzmán nació en una familia muy humilde y se ganó un lugar en el negocio de la droga al calor del gran padrino del narcotráfico mexicano, Miguel Ángel Gallardo, líder del extinto cártel de Guadalajara. Fue tras la detención de Gallardo en 1989 cuando el Chapo (así conocido por su corta estatura) se hizo con el control del negocio en su natal Sinaloa y comenzó a tejer una estructura que arrebató violentamente a sus rivales las principales rutas hacia Estados Unidos. Hoy sus tentáculos están bien asentados en América, Europa, el Sudeste asiático y hasta Australia.

El Chapo es sin duda el narcotraficante más querido por sus paisanos, quienes le han dedicado un buen número de corridos. El más famoso, por ejemplo, dice de él que “de los pies a la cabeza es bajito de estatura, de la cabeza hasta el cielo yo le calculo su altura, porque es grande entre los grandes, a ver quién tiene una duda”. La letra continúa asegurando que “acostumbrado a mandar, también te sabe escuchar. Sobresalió entre los grandes, echó raíz en el amor y hay muchos hijos por ahí”.

A la vieja usanza

La lucha encarnizada entre el cártel de Sinaloa y Los Zetas por hacerse con Ciudad Juárez, pegada a la frontera con Estados Unidos, la convirtió en la más peligrosa del mundo entre 2007 y 2012

Es su vertiente social lo que ha convertido al Chapo en la gran figura del crimen organizado en México, en un capo de la vieja escuela, alejado de estos nuevos tiempos regidos por la extorsión sistemática a la población y la brutalidad más absoluta, una orgía de extremidades y cabezas cortadas, de cuerpos en hilera colgados de un puente. Por el contrario, el cártel de Sinaloa realiza periódicamente acciones de caridad en los lugares más pobres del estado, entrega regalos a los niños por Navidad, trata en definitiva de conseguir que la población vea en ellos un símbolo de estabilidad en contraposición a la corrupción e indiferencia de la policía y las autoridades locales. Y así no es extraño que miles de campesinos sigan viendo a El Chapo como un padre protector y un miembro de la familia al que hay que proteger.

De hecho dicen los expertos que una de las claves del éxito del cártel de Sinaloa ha sido su labor silenciosa, concentrada en manejar sus negocios sin alterar demasiado a la sociedad en la que opera. “El cártel de Sinaloa es experto en manejar el negocio del narcotráfico y el crimen organizado sin afectar a la población”, comentaba recientemente Raúl Benítez Manaut, presidente del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede), a El Confidencial. “Actúan como empresa, por eso es la organización más poderosa. No actúan contra la población, no secuestran gente, no cobran cuotas, no extorsionan. Porque es el cártel más antiguo y tienen un criterio empresarial, y ellos han dicho en muchas entrevistas que el negocio es secreto, clandestino, sin que se note en la sociedad, sin que afecte a la población”. Varios expertos han calificado a Guzmán y su cúpula como “genios de los negocios”.

Seguramente los habitantes de Ciudad Juárez no vean al Chapo y su gente con la misma benevolencia. Fue la lucha encarnizada entre el cártel de Sinaloa y Los Zetas por hacerse con esta ciudad, pegada a la frontera con Estados Unidos, lo que la convirtió en la más peligrosa del mundo entre 2007 y 2012. Los cuerpos se amontonaban por decenas cada día en las calles de Juárez, la violencia contra la sociedad estaba desatada, el secuestro, violación y asesinato de jóvenes maquiladoras (trabajadoras de las grandes plantas manufactureras) se había convertido en una abyecta plaga. Todavía hoy el cártel de Sinaloa y Los Zetas, los dos grupos más poderosos de México, siguen disputándose las principales plazas de la frontera (Juárez, Tijuana, Nuevo Laredo, Tamaulipas) en un baño de sangre y miedo al que el gobierno continúa sin encontrarle una solución.

Destrucción de drogas en el Regimiento de Caballería de Ciudad Juárez. (Efe)Acuerdos en la sombra

De hecho, la relación y los pactos en la sombra entre los sucesivos gobiernos y los grandes cárteles es un hecho varias veces contrastado, si bien lógicamente no confirmado por las autoridades. La fuga del Chapo en el camión de lavandería hizo correr como la pólvora el rumor de que el gobierno había alcanzado un acuerdo con el cártel de Sinaloa para convertirlo en el grupo dominante en México y conseguir así una disminución de la violencia. Cuanto más poderoso es un grupo sobre el resto, mayor es la paz social. De ahí que los expertos consideren que la guerra total del presidente Felipe Calderón (2006-2012) no hizo otra cosa que alterar y atomizar a los cárteles, provocando una espiral de terror por todo el país a cargo de pequeños grupos cada vez más violentos que luchaban por consolidarse en pequeñas plazas.

Tal como confirmó a este diario Ernesto López Portillo, director ejecutivo y fundador del Instituto para la Seguridad y la Democracia (Insyde), “es todavía una incógnita la estrategia del gobierno de Peña Nieto en la lucha contra el crimen organizado. No existe un plan de actuación”, y mientras no haya unas líneas maestras claras, decía López Portillo, va a ser imposible comenzar a erradicar una plaga que arrastra en una vorágine de centenares de millones de dólares a gobiernos locales, policía, ejército y hasta a las máximas autoridades antidroga del gobierno federal.

La detención del Chapo Guzmán abre un buen número de interrogantes sobre qué rumbo ha tomado Peña Nieto en la lucha contra el narcotráfico. Aunque bien pudiera ser que no vaya más allá de un arresto simbólico. Y es que tal como dijo Ismael El Mayo Zambada, lugarteniente del Chapo, en una entrevista a la revista Proceso en 2010, “cuando se trata de capos, ya sea encarcelados, muertos o extraditados, sus reemplazos están listos”.

Nunca llegó a alcanzar el Chapo Guzmán la épica criminal de Pablo Escobar, aunque seguramente tampoco le importó. Es cierto que el colombiano gozó de un aura mística que ha resistido hasta nuestros días. Pero a fin de cuentas Escobar fue abatido, y además nunca llegó a amasar los más de 1.000 millones de dólares del Chapo, la mayor fortuna de un criminal en todo el mundo. La revista Forbes lo incluyó en su lista de 'Personas más poderosas del mundo', y lo ubicó incluso por encima de los presidentes de Francia y Venezuela.

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