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Trierweiler tira la toalla y acepta 'negociar' con Hollande su salida del Elíseo
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ESTÁ PREOCUPADA POR SU FUTURO MATERIAL

Trierweiler tira la toalla y acepta 'negociar' con Hollande su salida del Elíseo

Trierweiler quiere salir dignamente del folletín que protagoniza desde que Hollande fue sorprendido saliendo del apartamento donde se reunía con Gayet

Foto: Hollande saluda a Trierweiler durante un acto político en 2011 (Reuters).
Hollande saluda a Trierweiler durante un acto político en 2011 (Reuters).

El folletín de la relación del presidente francés, François Hollande, y su compañera, Valérie Trierweiler, alcanzó ayer el esperpento.Trierweiler, su abogada y su director de gabinete protagonizaron un intercambio de mensajes a través de la prensa que vuelve a perjudicar el normal desarrollo de la acción del jefe del Estado, horas antes de su importante visita al Vaticano.

La abogada, Frédérique Giffard, daba a entender en una entrevista a Le Figaro que Trierweiler preparaba la ruptura con Hollande de forma amistosa y coordinada. Poco después, la protagonista del caso desautorizó las palabras de su representante legal. El director de gabinete de la primera dama advirtió, minutos más tarde, que él es el único que puede actuar como portavoz de Trierweiler. Las redes comenzaron a incendiarse con el descubrimiento, para algunos, de la figura de un jefe de gabinete pagado con dinero público.

Las declaraciones de la abogada de Valérie Trierweiler a la edición digital de Le Figaro parecían clarificar la situación creada tras el descubrimiento de la relación amorosa entre el presidente François Hollande y la actriz Julie Gayet.La representante legal de Trierweiler dejaba claro que esta quiere acabar con la pesadilla, pero “con la cabeza alta”.Y subrayaba que Hollande y su hasta ahora compañera oficial estarían coordinando juntos la “clarificación” de su relación.

“Es muy difícil para Valérie Trierweiler”, seguía la jurista, “permanecer serena ante la presión mediática y política”. Que fuera la abogada de la hasta ahora primera dama la que desvelaba las intenciones de Trierweiler confería al asunto el carácter oficial del que carecían las insinuaciones y declaraciones veladas del entorno de la periodista.

Intrigas palaciegas

En efecto, desde el estallido de la crisis hace quince días, fecha de la salida a la venta del número de Closer con las fotos del delito, los allegados de la reportera iniciaron una guerra de comunicados sibilinos insistiendo en que Trierwailer estaba “dispuesta a perdonar”. Cuando el presidente Hollande fue preguntado en rueda de prensa si su compañera seguía siendo la “primera dama de Francia”, este prometió “clarificar” la situación antes de su viaje a Estados Unidos, el 11 de febrero.

placeholder Hollande durante un acto en 2011 en el que coincidieron Ségoléne Royal, trierweiler y Gayet  (Reuters).

Los amigos de Trierweiler insistían en que ella estaba preparada para encontrase en la Casa Blanca con los Obama. En esta estrategia de la tensión también entraron a saco los amigos del presidente. El presidente de la Asamblea Nacional, Claude Bartolone, apareció en televisión y dejó entender que Hollande se separaría. El ministro del Presupuesto, Bernard Cazeneuve, se refirió a Julie Gayet, en otra emisión, como “la compañera del presidente”, excusándose acto seguido por su lapsus. Otros, menos elegantes, dejaban caer que era “insoportable y celosa”. Algunos medios de prensa subrayaban lo absurdo de la situación: el gabinete de Trierwieler dentro de ala este del Elíseo complotaba contra el dueño del Palacio.

Según lo manifestado por la consejera legal de Trierweiler en Le Figaro, las negociaciones tendrían en cuenta también los aspectos materiales. Se insiste en que la despechada no quiere hacer chantaje, pero el diario subraya que tiene tres hijos a cargo, que no tiene apartamento propio y que dejó un trabajo, muy bien remunerado, en la televisión privada D8.

Sin palacio, sin apartamento, sin partido

Cuando decidió instalarse en el Elíseo y ejercer de señora de, Trierweiler insistió, sin embargo, en mantener su crónica cultural en Paris-Match. Según dejaba traslucir ayer Le Figaro, este empleo no sería suficiente para poder reincorporarse sin sufrimiento a la vida normal. Valérie Massonneau tiene a su cargo los tres hijos que tuvo con su ex-marido, el periodista y traductor Denis Trierweiler, del que tomó el apellido. El pequeño es todavía menor de edad y uno de los mayores estudia en el extranjero.

Cuando ella y Hollande decidieron iniciar su relación, antes de las elecciones que encumbraron al candidato socialista, alquilaron y mueblaron juntos un apartamento. Pero el presidente prefirió seguir soltero. Legalmente no está obligado a respetar ningún formalismo jurídico para cortar la relación y, por lo tanto, no tiene por qué compensar económicamente a su excompañera por la ruptura.

La abogada Giffard dice que su cliente está muy preocupada por su compromiso con las asociaciones humanitarias con las que ha colaborado durante los últimos meses. Si la frase forma parte de la negociación, podría sugerir una pista para el futuro de Trierweiler. Pero resultaría muy extraño que pudiera mantener una dedicación que ejercía solo por el hecho de ser la mujer del presidente.

placeholder Michelle Obama junto a Trierweiler en una imagen de archivo (Reuters).

La crispación social que vive Francia, provocada por los efectos de la crisis económica, el aumento del paro y, sobre todo, el de los impuestos, no facilita al Elíseo la posibilidad de colocar a la ex en algún puesto público o semipúblico. Por supuesto, muchas empresas privadas no tendrían reparos en contratar a la periodista, especialmente para hacerle un favor al Presidente.

Ségolène Royal la anterior compañera de François Hollande, era miembro del Partido Socialista y obtuvo además un puesto en el Banco Público de Inversión, con su antiguo compañero ya en la Presidencia. Trierweiler no cobra del partido, no es miembro, pero puede ser más peligrosa por su condición de periodista. Por eso a Hollande le conviene negociar que los secretos de Estado no se divulguen, aunque con la máxima discreción para no soliviantar a la ciudadanía.

Gayet, tranquila y enamorada

Se cumplen ya dos semanas frenéticas, de guerras de comunicados y de tensión en cada encuentro del Presidente con la prensa. Las palabras de la abogada de Valérie Trierweiler parecían facilitar la clarificación que el Presidente prometió ante los periodistas nacionales y extranjeros acreditados en París.

Pero el sainete político-sentimental no termina y tampoco acabará con la salida de Valérie Trierweiler del Château. El capítulo siguiente, y para el que se preparan ya prensa del corazón y la llamada prensa seria, será el tipo de relación que Hollande mantendrá con Julie Gayet en el caso de confirmarse la separación con Trierweiler. Según sus amigos, citados por algunas revistas, la actriz está muy tranquila y sigue enamorada del jefe del Estado. El público comienza a estar harto y la marca Francia sigue haciendo el ridículo.

El folletín de la relación del presidente francés, François Hollande, y su compañera, Valérie Trierweiler, alcanzó ayer el esperpento.Trierweiler, su abogada y su director de gabinete protagonizaron un intercambio de mensajes a través de la prensa que vuelve a perjudicar el normal desarrollo de la acción del jefe del Estado, horas antes de su importante visita al Vaticano.

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