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México destrona a la Maestra corrupta
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LA CORRUPCIÓN 'TUMBA' A LA EXPRESIDENTA DEL SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES

México destrona a la Maestra corrupta

Hasta hace cinco días era una de las mujeres más poderosas de América Latina. Los presidentes de México comían de su mano, y las autoridades hacían

Foto: México destrona a la Maestra corrupta
México destrona a la Maestra corrupta

Hasta hace cinco días era una de las mujeres más poderosas de América Latina. Los presidentes de México comían de su mano, y las autoridades hacían la vista gorda ante su opulento ritmo de vida, que poco tenía que ver con los sueldos de los maestros mexicanos a quienes representaba. Así ha sido durante las últimas dos décadas. Pero hoy, Elba Esther Gordillo (Comitán, Chiapas, 1945), o simplemente la Maestra, permanece en la cárcel, destronada como uno de los grandes poderes fácticos de América Latina. La ya expresidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), bregada en mil batallas políticas, no ha resistido ni 90 días al puño de hierro en guante de seda del presidente Enrique Peña Nieto.

“Apesta, ni las reclusas la quieren”, titulaba un diario amarillista, mientras la compañía aérea mexicana de bajo coste Viva Aerobus se apresuraba a publicitar sus últimas ofertas con un dibujo de una maestra tras las rejas. El encarcelamiento de Gordillo por apropiarse de unos 150 millones de euros ha desatado todos los rencores acumulados contra ella desde 1990, cuando se puso al frente del SNTE, uno de los sindicatos más poderosos de toda América Latina. Acostumbrada a viajar en avión privado, desplazarse de mansión en mansión, acudir al cirujano estético, ir de compras a Estados Unidos y vestir de Prada, Gucci y Chanel, Gordillo debe haber sufrido al descubrir que su ficha policial, con las típicas fotografías de frente y de perfil, no dejaba de circular por internet, junto a multitud de montajes paródicos. 

El espectáculo mediático continúa con el recuento de sus lujosas propiedades, cuentas bancarias o con la profundidad y variedad de su vestuario, pero el análisis de fondo apunta a una audaz maniobra política de Peña Nieto y su gabinete. El retorno del PRI al Gobierno Federal, después de 70 años en el poder y un paréntesis de 12, no ha podido ser más contundente. La reina de la oposición en las calles ha sido eliminada abruptamente del tablero por los peones de Peña Nieto, y el mensaje ha calado en el país. Nadie está por encima del presidente. Quien se oponga a las reformas o trate de paralizar el país con movilizaciones sabe que le puede estar esperando una investigación de Hacienda o de la Fiscalía.

De hecho, Gordillo fue arrestada menos de 48 horas después de que el presidente promulgara su primera reforma, la educativa. De un plumazo, toda la amplia estrategia de protestas y resistencia que había planteado el SNTE ante esta iniciativa se desplomó. Descabezados, los maestros sindicalizados buscan ahora vías más amables de relacionarse con el Ejecutivo.

La fuerza del PRI

La magnitud y alcance de la maniobra es tal que el propio Peña Nieto tuvo que lanzar un mensaje televisado al país desde su despacho para tranquilizar a la ciudadanía. Con la telegenia que tanto le ayudó a ganar las elecciones, un discurso contenido y apelaciones tanto a la ley como a los derechos humanos, el presidente hizo un esfuerzo por espantar los fantasmas del viejo PRI autoritario.

Sin embargo, el precedente que está en mente de los mexicanos es el del arresto en 1989 del líder del sindicato petrolero Joaquín Hernández Galicia, conocido como la Quina. Su captura se conoció popularmente como el Quinazo, y el responsable de la decisión fue otro presidente del PRI que llevaba un mes en el poder: Carlos Salinas de Gortari, cuya influencia todavía se deja notar en el partido tricolor.

Las similitudes son evidentes, puesto que La Quina, al igual que la Maestra, llevaba dos décadas ejerciendo su influencia y se había enfrentado directamente al Ejecutivo.

Pero Gordillo no solo ha ejercido como lideresa de los maestros, sino que ha sido diputada, senadora y secretaria general del PRI, partido del que fue expulsada en 2006 tras varias pugnas internas y un intento de conseguir su presidencia.

“El ganadero de hoy es el ganado de mañana”

Sin embargo, este contratiempo no le restó poder político, ya que un año antes había fundado Nueva Alianza, partido que conserva representación parlamentaria, y además supo tender puentes con el conservador PAN, formación que ha gobernado México los últimos 12 años. La Maestra pactó con el antecesor de Peña Nieto, Felipe Calderón, quien le permitió incluso que colocara a su gente en instancias del Gobierno. Por su puesto, durante el pasado sexenio no hubo reforma educativa ni medidas que coartaran el poder del SNTE. 

Ahora está por ver si Hacienda investigará, como ha advertido, a otros sindicatos gremiales, cuyos líderes pueden resultar potencialmente incómodos de cara a ciertas reformas como la energética, la subida de impuestos o la del mercado laboral, esta última aprobada el pasado noviembre con Calderón de presidente, pero con Peña Nieto ya electo. Precisamente, la reforma laboral debía recoger medidas para hacer más transparentes a los sindicatos, y obligarles a adoptar procesos democráticos internos. Algo que fue finalmente eliminado de la ley.

Los mayoritarios no se atrevieron a dar ese paso, permitiendo que estas organizaciones puedan seguir eligiendo a sus líderes sin voto directo ni secreto. Tampoco se les exige auditorías externas, ni están obligados a presentar a los trabajadores la información financiera del gremio. Una opacidad que permite liderazgos vitalicios como el que trató de conservar Gordillo, y que proyecta importantes sospechas sobre el manejo que las cúpulas sindicales hacen de cuotas, subvenciones públicas e inversiones varias. Pero puede que Peña Nieto tenga bastante con la caída de la Maestra, porque como se advierte con ironía en los gabinetes gubernamentales cuando algún recién llegado se pone a  revisar a fondo las cuentas de sus predecesores, “el ganadero de hoy es el ganado de mañana”.

Hasta hace cinco días era una de las mujeres más poderosas de América Latina. Los presidentes de México comían de su mano, y las autoridades hacían la vista gorda ante su opulento ritmo de vida, que poco tenía que ver con los sueldos de los maestros mexicanos a quienes representaba. Así ha sido durante las últimas dos décadas. Pero hoy, Elba Esther Gordillo (Comitán, Chiapas, 1945), o simplemente la Maestra, permanece en la cárcel, destronada como uno de los grandes poderes fácticos de América Latina. La ya expresidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), bregada en mil batallas políticas, no ha resistido ni 90 días al puño de hierro en guante de seda del presidente Enrique Peña Nieto.