Es noticia
No más porno por la gracia de Alá
  1. Mundo
LA FISCALÍA EGIPCIA ORDENA BLOQUEAR LAS WEBS PORNOGRÁFICAS

No más porno por la gracia de Alá

Mientras los torsos desnudos de sus ancestros decoran con actitudes indecorosas los sagrados templos egipcios de hace más de 3.000 años, esa laxitud moral podría tener

Foto: No más porno por la gracia de Alá
No más porno por la gracia de Alá

Mientras los torsos desnudos de sus ancestros decoran con actitudes indecorosas los sagrados templos egipcios de hace más de 3.000 años, esa laxitud moral podría tener las horas contadas en los ordenadores de los contemporáneos herederos de los faraones. El fiscal general del Estado, Abdel Meguid Mahmud, solicitó el pasado miércoles a los ministerios de Telecomunicaciones, Interior e Información que tomaran las “medidas necesarias” para bloquear las páginas de Internet con contenido pornográfico.

La medida responde a una ley que fue aprobada en 2009. Una corte administrativa egipcia dio entonces la razón a un abogado islamista que había solicitado su aplicación por considerar que el porno fomentaba la “corrupción” y dañaba los valores del Estado. La norma recayó sobre el anterior Gobierno de Hosni Mubarak, que hizo oídos sordos y nunca llegó a ponerla en marcha.

El veredicto dictaba que “las páginas pornográficas de Internet envenenan y propagan el vicio entre los egipcios, de forma que destruyen los valores y creencias religiosas en los que felizmente se basa la sociedad egipcia”. Los jueces, además, consideraban que la ley no vulnera la libertad de expresión porque “la Administración es responsable de velar por los intereses sociales del Estado y la seguridad nacional”. El fiscal que ha recuperado esta medida ha protagonizado un duro enfrentamiento con el Gobierno islamista, que después de intentar cesarlo tuvo que recular ante la presión del aparato judicial, que cerró filas en torno al abogado del Estado.

El presidente Mohamed Morsi no se ha pronunciado al respecto, aunque los Hermanos Musulmanes no han tardado en celebrar el dictamen. El portavoz de la cofradía, Mahmud Ghozlan, aseguró en declaraciones al periódico oficial egipcio Al Ahram, que “la decisión del fiscal servirá para preservar las normas sociales y los valores de Egipto”. Una opinión compartida por los ultraconservadores salafistas. “Es un primer paso hacia la aplicación de la ley islámica”, declaró el ex diputado del partido Al Nur, Ali Wanis, quien protagonizó un escándalo hace unos meses cuando fue sorprendido en su coche cometiendo “actos indecentes” con una adolescente.

Los islamistas, quienes copaban cerca de tres cuartas partes del Parlamento antes de que éste fuera disuelto, recuperaron en la Cámara Baja el debate sobre la ley de 2009. Los grupos seculares criticaron entonces a los nuevos diputados por ocuparse de cuestiones superficiales, en lugar de atender a los principales problemas de un país en reconstrucción. Un grupo de expertos informáticos calculó entonces que la aplicación de la medida le costaría al Estado unos 13 millones de euros. Ahora tras conocerse la última actuación del fiscal, activistas como Alfred Rauf publicaban en Twitter que “los Hermanos Musulmanes y los salafistas se gastan millones en la prohibición del porno y no en la educación o la sanidad”.

Una ley difícil de aplicar

Según las estadísticas que difunde Google cada año, Egipto es el segundo país y El Cairo la primera ciudad del mundo en introducir en su buscador la palabra “sex”. Desde sectores liberales se cuestionan también cómo afectará esta restricción en un país que registra una alta tasa de acoso sexual. Las autoridades no han dado detalles de cómo piensan aplicar la medida, aunque el ministro de Comunicaciones, Hany Mahmud, ha reconocido la dificultad que entraña. “Otros países han fracasado en su intento, por lo que reclamo que las autoridades religiosas aconsejen a los jóvenes que no abran estos portales”, aseguró.

En países como Pakistán el porno también está prohibido, pero cada año proliferan miles de nuevas páginas que burlan el veto de las autoridades. En otros como China o Irán la censura de las páginas “indecentes” es sólo una pata del estrecho cerco que mantienen sobre Internet, de donde suprimen todo tipo de contenido contestatario. La bloguera egipcia Gigi Ibrahim se pregunta también en Twitter si con este paso las autoridades no intentarán después “controlar otras páginas” e ironiza sobre una posible prohibición de Youtube.

La censura del porno amplía la polémica al terreno de las libertades, justo cuando la redacción de la Constitución egipcia entra en su recta final. Este viernes, miles de islamistas ocuparon la plaza Tahrir de El Cairo para reclamar una versión más dura de la sharía o ley islámica, que ya está contemplada en la actual Carta Magna. El primer borrador constitucional recoge una serie de artículos que defienden los derechos y libertades individuales, aunque siempre bajo el amparo de “la ley islámica”. Pese a la oposición de los liberales, los Hermanos Musulmanes parecen dispuestos a no forzar una interpretación más estricta de la sharía, aunque el lenguaje del texto preliminar es tan vago, que su aplicación abre la puerta a una interpretación subjetiva.

Mientras los torsos desnudos de sus ancestros decoran con actitudes indecorosas los sagrados templos egipcios de hace más de 3.000 años, esa laxitud moral podría tener las horas contadas en los ordenadores de los contemporáneos herederos de los faraones. El fiscal general del Estado, Abdel Meguid Mahmud, solicitó el pasado miércoles a los ministerios de Telecomunicaciones, Interior e Información que tomaran las “medidas necesarias” para bloquear las páginas de Internet con contenido pornográfico.