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Hillary Clinton 2016... y otros candidatos
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SERÍA LA CANDIDATA CON MÁS POSIBILIDADES DE REVALIDAR LA PRESIDENCIA

Hillary Clinton 2016... y otros candidatos

El pistoletazo de salida para sustituir a Barack Obama en 2016, cuando expira su segundo mandato, se dio el martes pasado. La actual secretaria de Estado

Foto: Hillary Clinton 2016... y otros candidatos
Hillary Clinton 2016... y otros candidatos

El pistoletazo de salida para sustituir a Barack Obama en 2016, cuando expira su segundo mandato, se dio el martes pasado. La actual secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton es la figura con más prestigio en las filas demócratas. Si a día de hoy hay un candidato que superaría al inquilino de la Casa Blanca en popularidad es ella. Otro asunto es que a su edad, 65 años, y con la decisión de dejar su actual cargo “para descansar y escribir un libro”, quiera asumir el papel.

Hillary Clinton tiene los días contados al frente del Departamento de Estado. Después de recordar que ha viajado a más de 110 países en cuatro años, un récord en su cargo, sólo espera un momento de tranquilidad para hablar con el presidente y estudiar la mejor fecha para recoger los papeles y descansar en casa. Ella misma ha declarado que quiere dejarlo “poco después del próximo 20 de enero”, cuando se inicie la nueva legislatura.

La respuesta a si se presentaría a la Casa Blanca en 2016 ya está dada: “No”. Con la correspondiente explicación: “He estado en la primera plana de la política durante 20 años. Ha sido una experiencia personal extraordinaria y un gran honor. Pero ahora quiero recuperar mi propio tiempo”. Si tras el merecido descanso, y con el prometido libro en la imprenta, decide cambiar de opinión, los líderes del Partido Demócrata reconocen que no tendría rival en unas primarias.

En caso de que la todavía secretaria de Estado mantenga su palabra, la puerta se abre para Kirsten Gillibrand, senadora que ocupó el puesto vacante de Hillary en Nueva York. Estamos ante uno de los miembros más jóvenes de la Cámara y con experiencia como congresista. De religión católica, se ha alineado en posturas sociales y económicas en el centro izquierda y el pasado martes consiguió su reelección para el Senado con un 72% de los votos.

El perfil del actual vicepresidente, Joe Biden, no se toma como un serio candidato para 2016, aunque él se resista a que esta haya sido su última campaña. Los 73 años que cumplirá cuando podría ocupar el cargo juegan en su contra. La imagen demasiado agresiva y frívola en algunos comentarios durante estos meses, tampoco le han favorecido.

Otros dos eminentes demócratas que tienen algo que decir en los próximos años son Andrew M. Cuomo, gobernador de Nueva York, y Marin O’Malley, gobernador de Maryland. Ambos cuentan con experiencia, con un gran respaldo entre sus votantes y han demostrado capacidad para conseguir respaldo económico. No hay que olvidar que en EEUU cada candidato se paga su campaña, con un apoyo mínimo de la estructura del partido.

Marco Rubio, el último tren de los republicanos

En el bando republicano, el senador por Florida, Marco Rubio, emerge como la solución para conquistar el voto de origen iberoamericano. Este descendiente de cubanos es uno de los tres únicos hispanos presentes en el Senado y su nombre ya nombre ya estuvo entre los candidatos a vicepresidente con Mitt Romney.

En la medida en que se analizan los datos del pasado 6 de noviembre, la opción de Rubio cobra más fuerza. Y es que Barack Obama se llevó en torno al 71% del voto de los hispanos, el grupo de población que más crece en EEUU y cuya influencia será aún mayor en 2016. O los republicanos logran dar un golpe de timón en este terreno o se quedarán sin opciones.

Bill Schneider, analista político y profesor de la Universidad George Mason, asegura que los republicanos deben aprovechar “los numerosos puntos en común que tienen con los latinos en asuntos sociales, religión o economía”. Y el problema es que hasta la fecha “se han sentido insultados y tratados como si fueran delincuentes, que es como muchos republicanos consideran a los inmigrantes latinos”.

Junto a la opción de Rubio está la del gobernador de New Jersey, Chris Christie. Su aparición junto a Barack Obama en las zonas devastadas por el huracán Sandy despertó las críticas de algunos republicanos. Su respuesta fue que lo último que podía pensar durante esos días era en hacer política y no en atender a sus ciudadanos. Estamos ante un líder populista y combativo, pero que demuestra cintura política para colaborar con la oposición. Puede ser un gran valor entre los republicanos más moderados.

Entre las bases republicanas no se descarta el perfil de Paul Ryan. La derrota en estas presidenciales junto a Mitt Romney no le ha quemado. Ryan vuelve ahora a trabajar en el Capitolio, donde mantiene el prestigio de haber presentado propuestas concretas, alternativas a los planes de Obama. Está por ver si será capaz de alcanzar acuerdos con el actual inquilino de la Casa Blanca.

Quedan cuatro años por delante. Pero unas elecciones presidenciales exigen previsión y mucho dinero sobre la mesa, que gestionan los propios candidatos. Los movimientos para sumar apoyos y conseguir recursos ya están en marcha.  

El pistoletazo de salida para sustituir a Barack Obama en 2016, cuando expira su segundo mandato, se dio el martes pasado. La actual secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton es la figura con más prestigio en las filas demócratas. Si a día de hoy hay un candidato que superaría al inquilino de la Casa Blanca en popularidad es ella. Otro asunto es que a su edad, 65 años, y con la decisión de dejar su actual cargo “para descansar y escribir un libro”, quiera asumir el papel.

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