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“Estamos tan cansados de Ahmadineyad que ya no tenemos miedo a morir”
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‘EL CONFIDENCIAL’ ENTREVISTA A UNA UNIVERSITARIA IRANÍ

“Estamos tan cansados de Ahmadineyad que ya no tenemos miedo a morir”

Su voz denota preocupación y tristeza. Pero solo hasta que habla de los manifestantes desarmados que hacen frente a las milicias islamistas Basij, o de las

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“Estamos tan cansados de Ahmadineyad que ya no tenemos miedo a morir”

Su voz denota preocupación y tristeza. Pero solo hasta que habla de los manifestantes desarmados que hacen frente a las milicias islamistas Basij, o de las masas que hace días marchaban en silencio por las calles de Teherán. Entonces sus palabras portan la determinación y el orgullo inherentes a los sufridos iraníes. “Los jóvenes estamos tan cansados de Mahmud Ahmadineyad que no tenemos miedo a morir”, advierte Neda Shahidi, una universitaria de Teherán.

Estudiante de Derecho en la capital y partidaria del líder de la oposición Mir Husein Musaví, ha contado a este diario su visión de la crisis que sacude los cimientos de la República Islámica desde las polémicas elecciones del 12 de junio. Sabe que el régimen nunca aceptará repetir los comicios -ayer el poderoso Consejo de Guardianes, el máximo órgano legislativo de Irán, rechazó tajantemente cualquier anulación de los resultados- y que el futuro inmediato puede traer un baño de sangre. Sin embargo, tampoco concibe que los reformistas abandonen la lucha. Tras los muertos y los continuos arrestos políticos, hace tiempo que se alcanzó el punto de no retorno.  

“Todos pensamos que hubo un fraude electoral. Te lo aseguro, en Irán no hay más de diez millones de votantes que apoyen a Ahmadineyad, y éstos tan solo le secundan por las ayudas económicas directas que otorga a las clases más empobrecidas. En mi opinión, el 70% de los jóvenes están contra el integrismo -el 70% de los iraníes tiene menos de 30 años-, quiere un país más moderno, exige reformas. Ahmadineyad no representa en absoluto a Irán porque sus ideas no son aceptadas en el país. Nadie quiere enfrentarse a los Estados Unidos. Por suerte, los iraníes solo quieren paz, progreso y desarrollo”, dice. 

La brutal represión del régimen, que ha recurrido incluso al cuerpo de élite de los Guardias de la Revolución y a las milicias islamistas que éstos controlan, no solo ha expulsado a los manifestantes de las calles. Para Neda, las decenas de muertos "han transformado las marchas pacíficas en violencia. Tras las elecciones, la gente comenzó a manifestarse en silencio, en un gran ejemplo de madurez política". Sin embargo, los dirigentes iraníes parecen haber controlado la situación, al menos de momento. Los antidisturbios y las milicias Basij ocuparon ayer las principales plazas de Teherán para evitar nuevas protestas. Tan solo pequeños grupos de opositores se enfrentaron a las fuerzas de seguridad.

Mientras, la televisión estatal, en una nueva jugada para desacreditar a los opositores que desafían la prohibición de manifestarse, mostró imágenes de "agitadores" arrestados durante el fin de semana. "Creo que fuimos provocados por cadenas como la BBC o la VOA (Voz de América) para tomar estas medidas inmorales", dijeron ante las cámaras. Horas antes, el Gobierno había dicho que daría una lección ejemplar a los detenidos.

"Los iraníes no quieren otra dictadura"

Neda duda cuando se la invita a augurar el fin de la crisis. "Después del discurso de Jamenei (el gran ayatolá, líder supremo de Irán) apoyando la reelección de Ahmadineyad la gente no sabe cómo actuar. Muchos clérigos están realmente en contra del presidente y, cuando Jamenei le apoyó el pasado viernes de forma incondicional, se ganó su enemistad. Y la Asamblea de Expertos tiene capacidad para sustituir al líder supremo. Por otra parte, mucha gente luchó en el 79 contra la dictadura del Sha (Mohamed Reza Pahlevi) y no quieren otra dictadura. Y las nuevas generaciones sufren mucho por las restricciones, la militarización del país y la visión que el mundo tiene de Irán. Los medios extranjeros nunca se fijan en la gente, solo se fijan en el Gobierno. Eso nos entristece profundamente", dice.

Puede que las calles de Teherán estén tomadas por las fuerzas del régimen pero Neda ve señales de resitencia de los opositores en otros gestos. "El grito de Allah-u Akbar (Dios es el más grande) que se escucha en los tejados de noche es lo más importante. Todo el mundo que quiere un cambio lo secunda. Imagina a una mujer de 55 años. Es conservadora, tiene miedo, nunca saldrá a la calle a manifestarse. Pero sube al tejado al caer la noche y grita Allah-u Akbar. Hace 30 años todos ellos utilizaron ese grito contra la dictadura y ahora todos ellos lo utilizan para unirse", concluye.      

Su voz denota preocupación y tristeza. Pero solo hasta que habla de los manifestantes desarmados que hacen frente a las milicias islamistas Basij, o de las masas que hace días marchaban en silencio por las calles de Teherán. Entonces sus palabras portan la determinación y el orgullo inherentes a los sufridos iraníes. “Los jóvenes estamos tan cansados de Mahmud Ahmadineyad que no tenemos miedo a morir”, advierte Neda Shahidi, una universitaria de Teherán.

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