Lo que va a ver a continuación es, probablemente, la versión más perturbante y a la vez memorable de Despacito que haya podido encontrar en internet. Desde el coche hasta apoyado sobre la mesa, los ronquidos que suelta este hombre se han convertido en la melodía de Despacito gracias al continuo trabajo de su mujer durante cuatro años, quien ni corta ni perezosa y cámara en mano decidió grabar a su marido para, no sabemos sin con la intención que se muestra en este vídeo, al menos desquitarse de los sonidos de su amado durmiente.