Con la proximidad de la Semana Santa, que este año hace coincidir Jueves y Viernes Santo con el 13 y 14 de abril respectivamente, son muchos los que tienen puestas las miras en las costas españolas. Sin embargo, sus planes se puede ver frustrados por el mal estado en que están algunas de las playas.

Socavones gigantes de más de 10 metros cuadrados se han dejado ver por algunas de las playas más visitadas del litoral mediterráneo. "Tenía que estar un poquito mejor ya para el tiempo en el que estamos, ¿no?", se pregunta una turista que observa perpleja el panorama. Los que estrenan su primer día en la costa para disfrutar de un buen baño de sol se topan con una carrera de obstáculos para llegar a la orilla. 

Por ejemplo, en las playas de Málaga. "Cada vez que hay un temporal, como no es natural, la playa desaparece", indica un vecino. Con olas de hasta 7 metros de altura que borran literalmente la demarcación de la costa, hay quien no se extraña de que sucedan estos cambios en el paisaje. "A raíz de las inundaciones que tuvimos, la playa está muy mal. Estamos trabajando en una situación precaria. Como habéis podido observar, la playa está fatal de arena, con unos hoyos muy grandes", denuncia un hostelero. 

Los empresarios de playa, como los hosteleros, están enfadados por una situación que puede traer consecuencias negativas para ellos. "Nos estamos quedando prácticamente sin playa. Para temas como las hamacas, que hay que pagar los impuestos y si no la puedes explotar...", se lamenta la propietaria de un chiringuito. Preocupación, por tanto, en el sector del que viven miles de familias que trabajan en los más de cuatrocientos chiringuitos de la costa malagueña. "No podemos explotar todo el potencial que podíamos estar explotando".