Nadie dijo que fuera a ser fácil. Si nunca te has subido en una elíptica en el gimnasio puede que te lleve un rato pillarle el tranquillo y lograr un movimiento acompasado. Pero la falta de habilidad total para su dominio de esta mujer no tiene comparación.

Bien es cierto que ni mucho menos se trata de un modelo de última generación y que más parece un trasto viejo y oxidado, pero ni por esas podemos 'disculpar' la total ausencia de coordinación de esta deportista novata que termina por los suelos después de usarla (sin querer) como balancín.  

La elíptica es una máquina compuesta por dos bases en las que se colocan los pies y de dos agarraderas para las manos que nos sirven para mantener los brazos en movimiento mientras estamos practicando el ejercicio también de piernas.