Solo se necesita una sartén y un huevo porque lo del fuego lo dejamos para mejor ocasión. Un cocinero iraní nos comparte una 'receta' poco tradicional y ortodoxa de cocinar este producto básico en cualquier cocina.

Si tenemos en cuenta las altas temperaturas que se registran cada verano en esta zona del planeta, no es de extrañar el resultado que se obtiene simplemente vertiendo el huevo en la sartén. Los termómetros pueden llegar a registrar hasta 50 grados lo que hace que la simple condensación del calor sobre un montón de piedras pueda ejercer como sustituto perfecto de un tradicional fuego de cocina. 

No es la primera vez que vemos un experimento como este, pero lo cierto es que nunca deja de sorprendernos un resultado tan rápido.