Ocurrió en L'Escala, Girona, donde una gaviota estuvo a punto de ser devorada por un atún. En la escena puede verse cómo el ave se posa sobre el agua y, justo en ese momento, el pez abre la boca y la engulle. Unos seis segundos después, la gaviota vuelve a aparecer y alza el vuelo para no volver a convertirse en alimento de ningún otro animal. Algo más aturdida y con todas las plumas mojadas, escapa sin saber que ha sobrevivido a una muerte segura. El atún fue incapaz de comerse un 'aperitivo' tan grande a pesar de sus 150 kilos de peso.