Locales de renta antigua, ¿qué pasó con...?

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Almacenes San Carlos.
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Almacenes San Carlos.

Su dueña ha conseguido tres meses más de alquiler para liquidar sus existencias. Su alquiler ha pasado de 900 a 1.100 euros.
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Almacenes San Carlos.

Café Central.
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Café Central.

Lucha por conseguir una prórroga de cinco años más gracias a una disposición que contempla la ley en el caso de traspasos entre 1985 y 1995.
Bisutería Otero.
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Bisutería Otero.

Cerrará en los próximos meses ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con los dueños del local e incapaz de asumir el incremento de las rentas.
Bisutería Otero.
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Bisutería Otero.

Café Galdós.
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Café Galdós.

Cerrará este mes de febrero. Tiene otro local en una calle cercana.
Licorería M. Madrueño.
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Licorería M. Madrueño.

Sigue negociando con el dueño la actualización de las rentas. El negocio abrió por primera vez sus puertas en 1895.
Tiendas Así.
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Tiendas Así.

Echó el cierre durante la primera semana de enero. El dueño le concedió unos días para liquidar algunos juguetes en época de rebajas. No hubo acuerdo sobre la actualización de las rentas.
Camisería Hernando.
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Camisería Hernando.

El negocio abrió por primera vez sus puertas en 1895.
Bar Lozano.
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Bar Lozano.

Ha conseguido un año más de alquiler. La renta pasa de 400 a 1.500 euros al mes.
Tienda de cartulinas Plaka.
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Tienda de cartulinas Plaka.

La tienda de cartulinas Plaka echó el cierre el 1 de enero de 2015. Su dueña pagaba 800 euros al mes y el dueño del local y de todo el edificio, una congregación cristiana, le pedía 6.000 euros.
Tienda de cartulinas Plaka.
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Tienda de cartulinas Plaka.

Casi dos meses después de la extinción de los contratos de renta antigua, los estragos sobre los negocios afectados no se han hecho esperar. Muchos han cerrado, otros han conseguido alargar su negocio apenas un puñado de meses más y los menos han decidido pelear hasta el final, hasta llegar a los tribunales si es necesario. 

El pasado 1 de enero de 2015, tal y como contemplaba la  Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) de 1994, pasados 20 años -en el año 2015- debían extinguirse todos los contratos de alquiler de locales comerciales que fueron firmados bajo la LAU de 1964. La extinción de los contratos de renta antigua suponía la actualización inmediata de los alquileres a los precios del mercado lo que, para muchos de los negocios afectados suponía duplicar y hasta cuadruplicar los alquileres, abocándoles a muchos de ellos al cierre y su desaparición. 

Fotos: Elena Sanz.

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