Hay cadenas de restauración que han gastado una fortuna en publicidad para remarcar la limpieza de sus establecimientos, pero una imagen puede echar por tierra la reputación de todo un imperio. La siguiente serie demuestra que en los procesos productivos más cuidadosos pueden darse errores que acaban por estropearle la comida a cualquiera. Cuidado escrupulosos, es posible que no vuelvan a probar bocado.
Vía: viralnova