Para la mayoría nuestra jornada laboral comienza encendiendo el ordenador. Para estos profesionales, el día empieza poniéndose un arnés y asegurándose con cuerdas y mosquetones.
No son adolescentes inconscientes o turistas despistados en busca del 'selfie' más impresionante, sino escaladores de edificios, puentes, barcos o plataformas petrolíferas que utilizan los instrumentos y técnicas de ese deporte para acceder a los sitios más inaccesibles de esas estructuras para limpiar o reparar lo que haga falta.
Aquí van unos cuantos escenarios habituales para estos profesionales. Si tiene vértigo, no mire hacia abajo.